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  • Una historia de amor en la previa del clásico

    » El dia La Plata

    Fecha: 26/07/2024 18:51

    Agustín le propuso casamiento a Samy el sábado pasado en medio del recital de Sueño de Pescado. Él llevaba puesta la camiseta de Gimnasia, ella la de Estudiantes. El video se empezó a viralizar por las redes y ahora es momento de que los protagonistas cuenten la historia, una historia de amor a primera vista con un clásico a la vuelta de la esquina. Todo comenzó hace un mes atrás. Nada más que un mes. Él estaba sin rumbo en un Didi que lo llevaba hasta la casa de una amiga, en donde iba a dejar algunas pertenencias. No sabía dónde iba a vivir porque se le había terminado el contrato de alquiler y se había truncado la posibilidad de convivir con un amigo. Bajó del auto y tocó timbre. Abrió Samy (una amiga de su amiga) que se ofreció a ayudarlo con las cajas. “Le dí una y me dijo que le diera otra y después una tercera... Ahí la conocí y de inmediato sentí que hubo una conexión. Un mes después le estaba proponiendo casamiento”. Agustín y Samy no se despegaron más el uno para el otro. Él, que trabaja de manera independiente en mantenimiento general del hogar, y ella, que es empleada en relación de dependencia, se enamoraron. Y lo primero que descubrieron es que tienen gustos parecidos, como el fútbol, porque los dos son fanáticos: él de Gimnasia, o Ginasia como le gusta pronunciar, y ella de Estudiantes. A los dos les gusta el rock pero ella es fanática de esta banda. Por eso él aceptó acompañarla al recital. Y que sea allí el lugar ideal para proponerle casamiento. Lo que faltaba era que estuviesen las camisetas y por ellas fueron, pedido previo de permiso. Esa noche se hizo un círculo en el medio del público pero no para el pogo, sino para que uno le preguntara al otro si se quería casar. Todo terminó en un beso y un grito general. La banda sabía lo que había planeado el novio. Pero el público y la novia no. Hasta que en el salón de 122 y 65 se hizo un hueco en el medio. Nadie entendía qué estaba pasando y menos cuando desde el escenario un músico tiró las dos camisetas. La de Gimnasia, azul con la banda blanca en el pecho. La otra, una tradicional a bastones rojos y blancos. Los protagonistas se las pusieron ly empezó el discurso. “Tenía dudas y mucho miedo. No sabía si lo iba a aceptar. Pero me miró y me dijo que sí y todo fue felicidad”, agradeció en el contacto con este diario y les agradeció al Gato Laganá y al Loco Maxi. Agustín Barbas se hizo hincha fanático de Gimnasia viviendo en Olavarría Agustin Barbas tiene 36 años, nació en Pehuajó pero se crió en Olavarría. No tenía relación con La Plata hasta que empezó a mirar un partido de fútbol de Gimnasia, que ganaba 2-0 y lo terminó perdiendo. Otra vez que lo vio sucedió lo mismo. “Entonces dije que a ese equipo le pasaban cosas como a mí, que siempre encontraba un obstáculo en mi vida”. Preguntó por hinchas de la filial del Lobo en Olavarría y fue a una peña. La pasó bien y lo invitaron a viajar a ver el partido revancha de la Promoción contra Rafaela. Sí, el del 3-0 que le dio la salvación. “Ese día me dí cuenta que era el club indicado para ser hincha y lo sigo siendo fervientemente hasta el día de hoy”. Agustín Barbas y Samay Figueroa, protagonistas de una historia de amor Samay Figueroa nació hace 32 años y se crió en Villa Elvira. En su familia se respira fútbol en cada rincón y ella no dudó en ponerse la camiseta roja y blanca desde chiquita. Fue a la cancha de madera, a Quilmes y al Único. Ahora a UNO. “Mi hermano mayor y mi viejo me llevaban a la cancha y estoy muy orgullosa por eso, amo estos colores”. Luego de la propuesta de casamiento llega la hora del clásico y los dos están de acuerdo en romper este idilio que los tiene unidos hace 30 días. El domingo el fútbol será la razón por la cual no estarán el uno al lado del otro. “No da, es un momento para vivirlo cada uno por su lado”, dice él y ella agrega que como no podrá ir a la cancha buscará juntarse con amigos para verlo y disfrutarlo. Agustín hará lo mismo. Pero los dos, también, coinciden en que les parece una barbaridad que haya violencia por una camiseta de fútbol. “Somos familia, amigos, vecinos... Cómo nos vamos a pelear por un equipo de fútbol. No hay manera de que eso suceda, al menos en nuestro caso. No lo aceptamos”, dicen a dúo y recuerdan que una sola vez vieron un partido juntos y fue el empate reciente de Estudiantes contra Godoy Cruz en La Plata. “Agus compró dos birras y lo vio conmigo”, recuerda. Samay Figueroa es Pincha desde la cuna: su familia, de Villa Elvira, la llevaba a la cancha “Por respeto no podríamos. Somos los dos muy pasionales. No podríamos gritar un gol porque es un castigo al otro. A mí, particularmente, me gusta ver los partidos solo y a ella también. Así que el domingo nos ‘separamos’”, cuenta Agustín, con una humorada en el final. La propuesta de casamiento fue aceptada y hasta tienen lugar para realizar la fiesta. Lo único que les falta es ponerle la fecha al evento y están esperando la respuesta de algunos familiares que no viven en Argentina. Pero casarse se van a casar, lo aseguran. Amor a primera vista, con camisetas de los dos clubes que el domingo paralizan a la Ciudad. Y un pedido de paz.

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