Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • El amor por la camiseta: lo que enseñan las neurociencias

    » Clarin

    Fecha: 08/07/2024 19:39

    La pasión por el fútbol va más allá de una simple preferencia por un equipo. En el corazón de esta devoción se encuentra una compleja mezcla de emociones que la ciencia intenta desentrañar. Al ser hinchas, no solo disfrutamos de las victorias de nuestro equipo, sino también de las derrotas del rival. En el campo de la psicología, se conoce a este fenómeno como schadenfreude. Se trata de una palabra alemana que se compone de Schaden (daño) y Freude (alegría), y describe el placer derivado del sufrimiento ajeno. La diferencia entre una alianza y una coalición radica en que, mientras la primera se basa en un objetivo común, la segunda incorpora el deseo de derrotar a un rival. Ser hincha de un equipo se asemeja más a una coalición: buscamos no solo ganar, sino también ver perder al contrincante. Esto activa los circuitos del placer en nuestro cerebro, tanto cuando vemos ganar a nuestro equipo como cuando vemos perder a nuestro rival. Varios estudios han explorado cómo el fútbol afecta nuestro cuerpo. Por ejemplo, se ha observado que los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés, aumentan durante los partidos, especialmente en los hinchas más fervientes. Además, cuando nuestro equipo gana, los niveles de testosterona también se elevan, lo que nos hace sentir más fuertes y poderosos, pero también puede aumentar nuestra agresividad. Un experimento realizado en Ámsterdam obligó a hinchas a ver un partido en el que su equipo perdía contra un archirrival. Los resultados mostraron un aumento significativo en las conductas agresivas, por ejemplo la cantidad de picante que ponían en las comidas de hinchas del equipo rival. Esto ocurría especialmente cuando percibían que la derrota era injusta debido a un mal arbitraje. Se ha estudiado mucho qué sucede en nuestro cerebro cuando experimentamos otras formas de amor, como el apego romántico o maternal. Las investigaciones acerca de qué sucede en este tipo de amor que podría considerarse más tribal, ya que implica tanto el sentimiento de pertenencia como la rivalidad contra equipos opuestos, han sido menos estudiadas. Una investigación publicada en el año 2017 por el Journal of Social and Affective Neuroscience le presentó a 56 participantes momentos de victoria y derrota de sus equipos, de equipos rivales y de equipos neutrales. Observaron que cuando se comparaba el estar viendo ganar a su equipo versus ganar al otro, se reclutaban la amígdala y regiones de recompensa, incluyendo el área tegmental ventral (VTA) y la sustancia negra (SN), así como otras regiones límbicas involucradas en la cognición emocional. La activación fue aún mayor en aquellos sujetos con mayores niveles de fanatismo. El schadenfreude es una emoción compleja que implica la activación de múltiples áreas cerebrales relacionadas con el placer, la recompensa, y las respuestas emocionales y cognitivas, tales como el estriado ventral, el área tegmental ventral (VTA), la sustancia negra (SN), la amígdala, la corteza prefrontal medial y la corteza cingulada anterior (ACC). Sin embargo, no todo es schadenfreude cuando del amor por la camiseta se trata. Son numerosos los estudios que han revelado que la lealtad hacia un equipo deportivo mejora la autoestima, aumenta la frecuencia de emociones positivas, promueve el sentimiento de conexión con otros y proporciona una sensación de vigor y energía. A lo mencionado, se le suma que, dentro de un entorno controlado, la tendencia natural de alegrarse frente al dolor del otro encuentra expresión y es aceptado socialmente: en el fútbol, burlarse del adversario por su derrota es algo común y colectivamente aceptado. En síntesis, ser seguidor de un equipo no se limita únicamente a la lealtad, sino que constituye una experiencia emocional profunda que impacta tanto en nuestro estado mental como físico, presentando matices tanto positivos como negativos.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por