06/10/2024 04:00
06/10/2024 04:00
06/10/2024 04:00
06/10/2024 04:00
06/10/2024 04:00
06/10/2024 04:00
06/10/2024 03:54
06/10/2024 03:54
06/10/2024 03:53
06/10/2024 03:53
» Diario Republica
Fecha: 08/07/2024 04:27
Beneficios. Además de su uso ornamental, los chips brindan una completa y variada protección a los suelos, con aportes de importantes nutrientes. La basura forestal ya no es más un desperdicio. Su procesamiento para convertirlo en un producto de enorme utilidad ambiental tiene cierta escala en San Luis, donde ya entró al circuito comercial con diferentes destinos.. Se trata de los chips de madera que elabora y envasa el establecimiento Los Peñitos, en Estancia Grande. "Son restos de poda, ramas y troncos, raleos de árboles frutales, material leñoso y cercos secos. Tradicionalmente, estos residuos son quemados, produciendo riesgos de incendio y contaminación ambiental, al tiempo que elimina la materia orgánica del suelo junto con los microorganismos que ahí habitan y con eso, la disminución de la fertilidad de la tierra", explicó a este suplemento Mariela del Piano, encargada de producción. En eso se inspiró la idea de comprar una chipeadora y empezar a realizar un uso más sustentable de todos los residuos agrícolas. Al triturar los desechos orgánicos, se convierten en chips de material vegetal que luego puede ser compostado o aplicado como mulching o acolchado, que consiste en la aplicación de una capa de restos de plantas que se acumulan sobre el suelo del jardín y también en las macetas de interior y exterior, detalló Mariela. "Busca recrear las condiciones que se dan en la naturaleza. Imaginamos un bosque, podemos apreciar que en su suelo existen desechos orgánicos amontonándose sobre el suelo, una capa vegetal no compacta creada por la propia naturaleza que no solo ejerce como abono, sino fundamentalmente como protección", describió. Entre los beneficios, se destaca la protección de las raíces del clima externo, porque mantiene una temperatura constante en el suelo. También ayudan a evitar la evaporación del suelo durante los meses de verano, ya que actúa como un parasol, al tiempo que optimiza el agua de riego, ya que ayuda a retener la humedad. También evita la compactación de la tierra y la aparición de malezas, que se aprovechan de los nutrientes y son imanes para la entrada de plagas. Además de impedir la exposición solar sobre el sustrato, favorece la fertilidad del suelo, porque al ser elementos vegetales, realizan su proceso natural de descomposición, transformándose en humus: "Es un aporte de materia orgánica que solo puede redundar en beneficios para el suelo del jardín o macetas". Y lo que es de gran importancia: mejora la vida del suelo. Al descomponerse, favorece la actividad de los microorganismos que habitan en el sustrato. "Lejos de ser una amenaza, estos microbios ayudan al suelo al aporte de minerales", insistió la encargada de producción de Los Peñitos. Por otra parte, evita la erosión eólica como hídrica del suelo, al proporcionar protección a los efectos de los vientos, el corrimiento por exceso de riego o lluvias, fenómenos que arrastran los nutrientes que contiene la capa fértil. Entre el material que utilizan para chips, predominan cortezas, astillas de pino, podas de álamo, cedro y nogal. Del Piano recordó que existe una máquina que recibe el nombre de chipeadora, que es la encargada de triturar los desechos orgánicos y convertirlos en material vegetal. Hay máquinas de diversas potencias de motor, que es lo que te da la capacidad de producir por cantidad de kilos de chips por hora. Son máquinas que se llevan hasta el lugar donde se está realizando la poda enganchada al tractor: "Lo interesante es que todo lo que era considerado desperdicio y posible causante de incendios forestales ahora sirve como un mejorador de las condiciones del suelo y un protector de las plantas". Tampoco dejó de lado su efecto decorativo, ya que los chips que ofrece tienen diámetros que van de los 3 milímetros hasta los cinco centímetros. Otro dato valioso es que los indicadores de fuego para estufas a leña, con chips de 5 a 15 centímetros de diámetro, son embolsados y ofrecidos hasta para hacer asados. Del Piano explicó también que los denominados pellets para combustible son residuos precedentes de limpiezas forestales que son triturados y convertidos en viruta. Una vez sacados para disminuir el nivel de humedad y resinas, son prensados en forma de pequeños cilindros. Se utiliza como biocombustible para generar bioenergía. Son limpios, de fácil manejo, ocupan poco espacio, funcionan de forma autónoma durante horas, valoró. "Está catalogado como combustible de CO2 neutro, indicador que determina el valor de las emisiones a la atmósfera derivada de la combustión, que en este caso son neutras. Esto es decir que el CO2 emitido es igual al que absorbe durante su crecimiento en las plantas", profundizó. El chip de madera es un importante aporte de materia orgánica que solo puede redundar en beneficios para el suelo del jardín o macetas", dijo Mariela Delpiano, encargada de producción de Los Peñitos. Indicó que el contenido energético de un kilo de pellets de madera corresponde aproximadamente a un 5 kw/hora de energía eléctrica y destacó que su poder calorífico por unidad de peso hace al pellets una forma de energía rentable, ya que la pérdida energética es la misma. Los pellets, a su vez, tienen diferentes calidades: los de clase 1 son de madera virgen y sin tratamiento químico, con bajo contenido de ceniza, nitrógeno y cloro. Un kilo de pellets se consume en una hora en estufas a leña.
Ver noticia original
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por