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» El cordillerano
Fecha: 07/07/2024 19:34
EL FINAL MAS TRISTE | 07/07/2024 Muchas veces las buenas intenciones no alcanzan. Hace un tiempo atrás me enteré de la historia de Malú, un perro san bernardo perdido en las calles de Neuquén, soportando altas temperaturas y recibiendo amor en una mísera cantidad de gotas. La primera dueña pensó que llevarlo a un departamento en Neuquén era una buena idea, en una actitud egoísta y cobarde. Luego decidió darlo a otra señora que tampoco lo pudo cuidar y allí cayó en el asfalto neuquino con la aparición de ataques de epilepsia. La idea principal era dar a conocer el caso desde el diario para que alguien del sur pueda hacerse cargo de Malú y traerlo para acá. Era un buen plan. Sin embargo, la joven que se hizo cargo de él en Bariloche no estaba preparada y lo único que hizo fue empeorar el estado que ya tenía el san bernardo. Su estadía en nuestra ciudad estaba garantizada por la organización Red Canina Bariloche, quienes saben hacer todo desde el escritorio sin salir jamás a la calle. Excelentes escribiendo descargos e informes pero pésimos para admitir la culpa de un perro que vino a Bariloche con el seguimiento que ellos prometieron dar. Ante la propuesta de dormirlo para siempre con un grupo de rescatistas fuimos a sacarlo de aquel lugar. Nuevamente la idea era darlo en adopción y que tenga una buena vida pero su corazón ya había esperado demasiado por un cariño que llegó en sus días finales. Lamentablemente, Malú falleció días atrás de un ataque de epilepsia en un entorno de amor y cariño. El san bernardo neuquino nunca había recibido instrucciones básicas de adiestramiento. Porque las buenas acciones no alcanzan, hay que involucrarse pero sanamente no tratando de obtener un rédito. La miserabilidad de aquellas personas que ganaron dinero con Malú quedó expuesta y por supuesto no hay justicia, no hay respeto, ni hay palabras para aquellos que siguen lucrando con los animales porque no hay formas decorosas de decir lo que son. La vida de un ser llegó a su fin y la humanidad lo único que hizo fue mostrarle su peor rostro, su peor fachada, aquella que nos da verguenza a todos. Nada más importa. Sus días en este plano terminaron, seguramente su alma descanse en paz, una paz que en la Tierra no pudo encontrar.
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