Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Nosotros creemos tener memoria y la memoria nos tiene a nosotros

    » El dia La Plata

    Fecha: 07/07/2024 16:36

    John Irving, el famoso novelista estadounidense que se sintió atraído por el tema de la memoria / Web Uno de los que se siente atraído por el tema de la memoria es el famoso novelista estadounidense, John Irving (1942-). Sobre este tema afirmó que “la memoria es un monstruo. Uno olvida, ella no. Simplemente archiva las cosas, las guarda, las esconde y las trae el recuerdo con voluntad propia. Se piensa que uno tiene una memoria…No es cierto…La memoria lo tiene a uno”. En la época de la juventud, que cada año es más extensa, el tema de la memoria no alcanza a obsesionar. Cuando alguien es estudiante, trata de recordar fórmulas, citas, números, la naturaleza de las leyes; si se es comerciante o artesano, memorizar las prácticas del oficio y retenerlas. Pero cuando la edad sigue con su tic-tac hacia la vejez, los nombres de las personas comienzan a eclipsarse, uno olvida fechas, amistades, el lugar dónde dejó los anteojos o el celular y muchas veces, cuando el problema se vuelve arterial, los viejos se olvidan hacia dónde iban y entonces se queda quietos en la calle, absortos, procurando reencontrar el itinerario que llevaban. Hay coincidencias en que la memoria puede llegar a ser la facultad más misteriosa y, acaso, una de las más involuntarias o autonómicas del intelecto. Esto a pesar de que se la puede ejercitar y de que existen fórmulas escolares de mnemotecnia para ayudar. ¿Cómo olvidar al profesor de Geografía, don Emilio Castronuovo cuando hace eternidades enseñaba que las regiones de la Tierra pueden memorizarse fácilmente con el término “Arpaetinausnenean”? (Ártica, Paleoártica, Etiópica, Indica, Australiana, Neoártica, Neoantártica y Antártica)? A estos atajos que cortan camino se les llama reglas mnemotécnicas y existen desde hace más de tres siglos, cuando empezaron a buscarse mecanismos de asociación mental que permitieran relacionar palabras para facilitar el trabajo de la memoria. Si usted no recuerda el nombre de los planetas, los doctores en memoria le ofrecen esta rueda de auxilio. Diga esta frase y fíjese en las mayúsculas: “Mi Vecina Tiene Muchas Joyas, Sólo Una No Presta”. Cada una de esas mayúsculas hace referencia a los planetas del sistema solar: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y el planeta enano Plutón. En la Argentina y en la otra orilla es más fácil desentrañar que el muy vigente ADN es una doble cadena de nucleótidos, integrada por: adenina, timina, citosina y guanina. Un investigador tanguero creó la regla mnemotécnica pertinente, con los nombres de dos glorias tangueras: Aníbal Troilo, Carlos Gardel. Esto es, la adenina se aparea con la timina (A-T), y la citosina con la guanina (C.G) “ALGO ABRUMADOR ” Para Borges, que cada año escribe mejor, la memoria era algo abrumador. Y a la memoria de Funes, el de su cuento inmortal, la consideraba “una metáfora del insomnio”. Si el sueño opera como un depurador de recuerdos, al no dormir, éstos no pueden eliminarse. “Él padeció insomnio durante muchos años. Para alguien que ve, el insomnio resulta insoportable”. El poema borgiano “Edipo y el enigma”, en el terceto final, desnuda con estos versos la impotencia humana frente al misterio de vivir. Y nos presenta el consuelo del olvido: “Nos aniquilaría ver la ingente/ forma de nuestro ser; piadosamente/ Dios nos depara sucesión y olvido. Jorge Luis Borges / Web A Funes, el personaje desconsolado, le hace decir: “Mi mente tiene más recuerdos de los que puede haber en todos los hombres que han existido”. El médico y especialista neurocientífico, Jorge Medina, reconocido por sus teorías sobre la formación, expresión y persistencia de la memoria, en una entrevista que para Clarín le hizo el psicólogo Alejandro Czerwacki, aseveró que para Borges no existía la memoria, sino el olvido: “Como bien decía Borges, la memoria es el nombre que le damos a las grietas del olvido”. Medina explica que la memoria es selectiva: “Si nos ponemos a analizar la memoria humana hay mucho componente emocional, motivacional, de interés o desinterés. Cuando sucedió algo que te motivó, te acordarás más, pero si hay algo que no te importó te lo acordarás menos y viceversa”. Agrega que “cuando algo me emociona para bien o para mal, me acuerdo mucho y si es neutro, recuerdo menos. Las memorias que son débiles se refuerzan mucho si van acompañadas de una memoria fuerte, importante. Nadie recordaría qué hizo el 18 de julio de hace nueve años pero sí te podes acordar de esa fecha pero de 1994 cuando fue el atentado de la Amia. No recodarías si no hubiese una memoria importante como ese evento”. La memoria persiste más si va asociada a algún hecho desgarrador y, en cambio, suele ser más efímera cuando lo que rescata son vivencias de felicidad. Existen asociaciones que ayudan a recordar. Por eso que es más difícil acordarse de los nombres de actores o de personas que vimos alguna vez, cuando no se cuenta con referencias auxiliares que sirvan para memorizarlos. Medina concluye señalando que “como las memorias son modulables, es decir, se pueden cambiar, agrandar, achicar o dar vuelta, es útil justamente para que aquellas que gratifican perduren y que, por el contrario, se atenúen aquellas dolorosas”. El escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti, aquel del “país verde y herido/ comarquita de veras/ patria pobre”, al hablar de la memoria se acercó a la fórmula borgiana, pero le hizo variaciones, cuando dice: “hay quienes imaginan el olvido como un depósito desierto, una cosecha de la nada, y sin embargo el olvido está lleno de memoria”. Ernesto Sábato dijo en su último libro -Antes del fin- que “la memoria fue muy valorada por las grandes culturas, como resistencia ante el devenir del tiempo. No el recuerdo de simples acontecimientos, tampoco esa memoria que sirve para almacenar información en las ahora computadoras: hablo de la necesidad de cuidar y transmitir las primigenias verdades”. Y hay que volver a Borges, el explorador a quien se relaciona cada vez más con la neurociencia –a la que se anticipó en más de cincuenta años- y rescatar esta frase cargada de imaginación: “somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos...”. MEMORIA DEL GAUCHO En las primeras parte del Martín Fierro, a poco de empezar, el protagonista central se afianza en su memoria para relatar las mejores épocas de la vida: “Yo he conocido esta tierra/ en que el paisano vivía/ y su ranchito tenía/ y sus hijos y mujer.../ Era una delicia el ver/ cómo pasaba sus días. “La memoria es un monstruo. Uno olvida, ella no. Archiva las cosas”, afirmó Irving Sigue: “Entonces…cuando el lucero/ brillaba en el cielo santo,/ y los gallos con su canto/ nos decían que el día llegaba/ a la cocina rumbiaba/ el gaucho... que era un encanto”. La memoria cristalina del gaucho fluye en los primeros cantos de su vida. “Y sentao junto al jogón/ a esperar que venga el día/ al cimarrón le prendía/ hasta ponerse rechoncho/mientras su china dormía/ tapadita con su poncho”. En esta otra cuarta estrofa su memoria se ensancha de felicidad: “Y apenas la madrugada/ empezaba a coloriar,/ los pájaros a cantar,/ y las gallinas a apiarse,/ era cosa de largarse/ cada cual a trabajar”. Claro que después le llegaron en malón las injusticias y tristezas, la miseria, la persecución, las partidas policiales, su refugio en el desierto indígena. Y en la Vuelta, ya es más José Hernández el protagonista, que se defiende de las críticas que recibió en la aldea porteña por querer salvar del olvido –y conseguirlo- al miserable gauchaje, por usar un idioma increíblemente popular. Allí la memoria de Hernández dicta esta estrofa, cargada de intención: “Es la memoria un gran don,/ calidá muy meritoria;/ y aquellos que en esta historia/ sospechen que les doy palo,/ sepan que olvidar lo malo/ también es tener memoria”. Mario Benedetti, el escritor y poeta uruguayo / Web

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por