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  • “Yellow Submarine”: cuando Ringo Starr fue la envidia de María Elena Walsh

    » Clarin

    Fecha: 07/07/2024 08:33

    Es como si Los Beatles hubieran sacado el Disney que llevaban dentro. O como si se hubieran quedado sin ideas. Amarla u odiarla, esa es la cuestión con Yellow Submarine. Saber que puede ser el peor tema de la mejor banda que jamás haya existido. O aceptar que todos tuvimos fiebre amarilla en algún momento de nuestras vidas. Imposible haber vivido sin escuchar Submarino Amarillo. Pónganselo a pensar. Es nombrarla en inglés (Yellow Sumarine) o en castellano y que la parte del cerebro que se encarga de la música empiece a tararearla. Debe haber un algoritmo mental que no puede evitarlo y hace que el efecto Submarino amarillo se vuelva irremediable. Un clásico de todos los tiempos. Para muchos, la primera canción que han escuchado de Los Beatles. Suena y de repente sentís que tenés seis años. ¿Es Yellow Submarine la canción infantil más importante de la historia? Acá seguro que no, porque antes está La reina Batata y el El payaso Plim Plim, pero en Finlandia hasta hay parque de diversiones con submarino amarillo. La revista NME vaticinó en su momento: "Una cosa parece segura: pronto todos ustedes estarán cantando Yellow Submarine". La revancha de Ringo Ringo Starr y un submarino amarillo. Casi que no pueden concebirse uno sin el otro. Foto: Reuters Fue la revancha impensada de Ringo Starr, el beatle más terrenal. Su voz se metió en jardines de infantes, en peloteros, conquistó el oído de niños con pañales. Eso es algo que nunca ocurrió con temas como Yesterday, Help! o Let It Be. Yellow Submarine fue, para Los Beatles, la demostración de transversalidad generacional más impactante del rock. John, Paul, George y Ringo -pero sobre todo éste último- lograron que uno de los lados de un single encabezara las listas de ventas de todo el mundo durante cuatro semanas. Cuando salió esa canción, la gente en las calles, como diría Palito, parecía más buena y todo era diferente gracias a a Los Beatles, que quizás no fueron más populares que Cristo, pero si que María Elena Walsh, Los Parchís, Topa y la Ola está de fiesta. Records de ventas y un premio super exclusivo por tener la cantidad de copias certificadas más altas de cualquier Lado A. El simple infantil eclipsó ni más ni menos que a un Lado B como Eleanor Rigby. Los contenidos satánicos en las canciones infantiles no empezaron con Xuxa sino con Los Beatles. La gente y los medios se trenzaban en discusiones del tipo: ¿Qué quisieron decir cuando dicen "todos-nosotros-vivimos-en-un-submarino-amarillo? ¿Por qué amarillo y no de otro color? ¿Será cómodo vivir en un submarino? ¿Cuántos ambientes tendrá? ¿Tendrá cocina o kitchenette? La prestigiosa revista Esquire publicó en diciembre de 1967, y sin siquiera haber pasado el tema al revés, que los Beatles estaban tratando de que sus significados líricos "sean absorbidos en un nivel instintivo". La voz es de Ringo Starr, que este 7 de julio cumple espléndidos 84 años (¡Feliz cumple!), era la voz de descarte del repertorio beatle. Por alguna razón que desconocemos, ni Paul ni John ni George se le animaron a Yellow Submarine. Debía ser Ringo, el beatle más grande de edad, el más simpático, el standapero, el beatle mundano, el de los anillos. Un mural de Ringo Starr, en Liverpool. Y claro, hay un submarino amarillo. Foto: AP Sólo para niños, sin nada detrás Por aquellos días, Paul McCartney comentó sobre Yellow Submarine: "Es un lugar feliz, eso es todo". Y lo decía su autor. La interpretación, como suele suceder, estaba matando al intérprete y Los Beatles se veían en la obligación de aclarar todo todo todo. "Estábamos tratando de escribir una canción para niños. Esa era la idea básica. Que quede claro: una canción para niños", repetía Paul ante los rumores de que el tema contenía un mensaje subliminal (o mejor dicho, submarino). Poco antes de que lo mataran, en 1980, John Lennon tuvo que volver al asunto de Yelow Submarine. "Prácticamente hicimos que la canción cobrara vida en el estudio, pero basándonos en la inspiración de Paul. Es una idea de él para que la cantara Ringo". Y sí, a McCartney parece que se le ocurrió mientras estaba acostado en la cama haciendo crucigramas: "Creo que John ayudó, pero el coro, la melodía y los versos son míos". Dicen que Borges escuchó por primera vez Yellow Submarine en un walkman durante un viaje y el autor de El Aleph, mostrando genuina curiosidad, permaneció en silencio un buen rato hasta que María Kodama quiso saber qué le había parecido esa música. "Trivial, pero maravillosa", respondió. Yellow Submarine son golpes de vasos, silbatos de referí de Primera D, campanazos, panderetas. Todo lo que estuviera a manos en el estudio y provocara ruido estaba bien. Lennon aparece en guitarra, coros y burbujas hechas con una pajita. Los Beatles, en el filme de 1968 "Yellow Submarine". El primer y único tema cantado por Ringo que llegó al número #1 en Reino Unido y en los Estados Unidos es Yellow Submarine. Un detalle enciclopédico indica que la grabaron durante la octava semana de sesiones del disco Revolver, en los estudios de Abbey Road. No deben haber muchos temas de Los Beatles que se hayan traducido tanto. Hasta en idish y en latín. Submarino amarillo se convirtió en un ícono de los pacifistas yanquis que se oponían a la guerra de Vietnam. El ejército soviético supo marchar cantando Yellow Submarine. ¿Imaginan a soldados de diferentes partes de la Unión Soviética entonándola? A mediados de los '60, la banda se había rendido a un mundo paralelo de colores y psicodelia. Los Beatles marcaban la diferencia y el amarillo se puso de moda en ambientes intelectuales. Estudiaron el color porque servía "para abrir la mentes". Se lo asociaba al sol y el sol, si lo dejás entrar, se sabe que es sinónimo de "optimismo, de fortaleza, de creatividad". Un tema pegadizo que implicó significados múltiples y cambiantes. Al Submarino se lo ha vinculado con unas cápsulas amarillas usadas a modo de sedante, con propiedades hipnóticas. La revista Rolling Stone lo describió como "la droga de entrada que convierte a los niños pequeños en fanáticos de los Beatles". Logró que la gente se interesara en Jacques Cousteau. Aparecieron jardines de infantes con ese nombre. Se vendieron más submarinos amarillos que autitos Matchbox. Y todo esto pasaba en Reino Unido, Alemania, Australia, Canadá, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda y Suecia. María Elena Walsh habrá masticado bronca: "Como un canción mía, un poco más hypeada". El enero de 1969, el tema esencial en la carrera de Ringo Starr -lo sigue haciendo- inauguró el concepto de spin-off insólito y se lanzó al mercado en forma de película animada & banda de sonido. Ringo siempre le estuvo agradecido a Yellow Submarine y en homenaje al virtuoso hit náutico, pasó a salita verde con Octopus’s Garden, dulce e inocentona melodía. Dice Dhani Harrison, hijo de George: "Una vez llegué a casa de la escuela después de todo un día perseguido por nenes que cantaban Yellow Submarine. ¿Por qué me cantan esa canción? Llegué a casa y le dije a mi papá: '¿Por qué no me dijiste que estabas en Los Beatles?' Y él dijo: 'Oh, lo siento'. Probablemente debería haberte dicho eso'”. Hay estampillas de Yellow Submarine. Al Villarreal de España le dicen "submarino amarillo" por esa canción. Un célebre programa de radio se llamó Submarino amarillo. Eurostar ploteó un tren de 18 vagones transformado en un submarino con imágenes de la película.

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