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» Diario Cordoba
Fecha: 07/07/2024 05:37
Las enfermeras tenemos la opción (por ahora voluntaria) de especializarnos, y algunas de nosotras, aun sabiendo la situación actual, hemos decidido emprender este camino, aunque sea un salto de fe. Para ello, hemos estudiado profundamente y superado un examen a nivel nacional (EIR, enfermera interna residente) con una ratio bastante complicada. Una vez superado el examen con una calificación tan alta como para optar a una de las plazas ofertadas, escogemos especialidad y hospital para formarnos. Actualmente, la enfermería cuenta con las especialidades de Obstétrico-Ginecológica (matrona), Salud Mental, Geriátrica, Enfermería del Trabajo, Familiar y Comunitaria, y Pediátrica. Hasta ahora todo parece coherente, las que tenemos la suerte (todavía le llamo así, debo ser una romántica de nuestra tierra) de quedarnos en casa o cerca de ella, elegimos la mejor opción para formarnos, porque paradójicamente tenemos grandes hospitales en nuestra comunidad autónoma, y comenzamos un periodo de dos años de formación en el que rotamos por todos los servicios relacionados con nuestra especialidad. Otros artículos de Lucía Álvarez Podría pensarse que, tras estos dos años, nuestras oportunidades laborales se expanden como un abanico, sembrar para recoger suelen decir; pero no, lo cierto es que cuando salimos nos encontramos a la cola, a la cola de un sistema sanitario en el que no tenemos reconocimiento ni hueco alguno. A la cola porque no existe el funcionamiento de bolsas específicas para enfermeras especialistas (salvo para matronas), tampoco existen contrataciones para nuestra categoría, ni nos cuenta el tiempo trabajado para la bolsa del SAS, ni los cursos de formación, ni sabemos con certeza, si algún día funcionasen estas bolsas, qué se nos reconocerá de todo nuestro esfuerzo, másteres, publicaciones... y a la cola, por qué no mencionarlo, en cuanto a ingresos económicos. Nos vemos totalmente a la cola del resto de profesionales que han decidido (con evidentes razones de peso) no especializarse y coger todos los contratos ofertados en el Sistema Nacional de Salud, sumando puntos para entrar en la rueda de la única bolsa (general) del SAS. No podemos evitar sentirnos invisibles y decepcionadas, pero todo esto ya lo sabíamos y, aun así, decidimos formarnos, quizás porque nos puede el afán por avanzar, por aprender, por mejorar, por brindar los mejores cuidados a nuestra población, porque creemos en la especialización de nuestra profesión, porque, a pesar de todo, decidimos dar ese salto de fe, porque nos resistimos a admitir que una tierra con tanto potencial como Andalucía se quiera empobrecer tan descaradamente de tanto talento. No nos quedará más opción que coger el mapa y decidir nuestro futuro en otra comunidad autónoma en la que nos reconozcan como lo que somos, profesionales especialistas con un gran valor añadido que hemos conseguido tras mucho esfuerzo, formación y dedicación a nuestro trabajo. Es una pena que nuestra población no pueda beneficiarse de estos profesionales especialistas, sus conocimientos y sus cuidados de alta calidad, hemos realizado un gran salto de fe que forzosamente aterrizará en cualquier otro lugar fuera de Andalucía. Suscríbete para seguir leyendo
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