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  • Según los mercados, el “dólar Caputo” no llega a fin de año: descuentan salto cambiario y levantamiento gradual del cepo, aun sin FMI

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 07/07/2024 04:46

    Caputo y, detrás suyo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno EFE/David Fernández Los mercados hablan ahora con mucha nitidez. No solo se trata de algunas proyecciones, sino también el movimiento de capitales los que han dado su veredicto: el ajuste cambiario al 2% que promete mantener el ministro de Economía se volvió insostenible. Hoy existe una probabilidad mayúscula que todo el esquema cambiario ideado para el plan de emergencia no llegue a fin de año. Aurum, una sociedad de Bolsa (Alyc) local, lo expresó en números. Si se cumpliera a rajatabla con lo planteado por el equipo económico en el adelanto de Presupuesto 2025 presentado en la última semana, el dólar oficial actualmente en $916 caería a valores actuales casi 100 pesos, a $820 para fin de año. El mismo informe indica que se trataría de un tipo de cambio casi 25% inferior que el que tuvo Mauricio Macri al liberar el cepo a fines de 2015. Incluso se ubicaría 10% por debajo del dólar de la Convertibilidad de 1997. Según el ministro de Economía, Luis Caputo, el dólar oficial para fin de año finalizaría en 1016 pesos. Pero economistas y consultores que participaron del último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) que organiza el Central consideraron que se ubicará en $ 1.205, o sea 18% por encima del “dólar Caputo”. Parámetro Las empresas también se manejan con ese parámetro. Las recientes emisiones de bonos dollar linked generaron un furor de demanda en el mercado, que busca cobertura. En el caso de Pan American Energy recibió propuestas por un equivalente de más de USD 1.000 millones por un título a dos años que salió a tasa cero. Y Vista Energy colocó más de USD 50 millones a cuatro años de plazo. Los títulos ajustados al dólar oficial tuvieron su pico de demanda el año pasado, cuando llegaron a pagar una tasa negativa superior a los 30 puntos. Todo el mercado apostaba a un salto cambiario, que finalmente llegó tras la asunción de Javier Milei. Las dos cabezas de Economía y del BCRA flanqueando al presidente Milei, la noche de la "Cadena Nacional" de abril pasado El aumento de la brecha cambiaria a niveles del 50% es otro de los síntomas que refleja las dificultades por hacer confluir los dólares financieros al oficial. También se generan otras distorsiones. Los importadores tendrán más incentivo a comprar en el exterior para aprovechar un tipo de cambio más conveniente, mientras que los exportadores liquidarán lo mínimo indispensable para seguir en actividad. Esto lo reconoció incluso el titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, tras la reunión con Caputo del jueves pasado. Los mercados ya apuestan claramente a que el Gobierno no podrá sostener su política de ajuste del dólar oficial al 2% más allá de fin de año. El peligro de mantenerlo a ese ritmo es que la brecha siga aumentando y se imponga una devaluación brusca, que generaría fuerte presión sobre la inflación y aumentaría más los niveles de pobreza El aumento de la brecha trae complicaciones al Gobierno incluso por los viajes y las compras en el exterior, generando un aumento del déficit de la balanza turística. Tras el fuerte aumento de los dólares financieros a niveles de $1.400, ahora ya casi no hay diferencia con el denominado dólar turista (se aplica a gastos con tarjeta en el exterior y compra de pasajes). Esto implica que prácticamente no sería negocio usar dólares propios para cancelar el resumen del plástico por gastos en el exterior y tampoco para pagar viajes. La alternativa es hacerlo todo en pesos, pero eso va directamente contra las reservas del Banco Central. El esquema “80/20” que permite a los exportadores liquidar una parte de sus ventas por el contado con liquidación también tendría no los días pero sí los meses contados. Con un Banco Central que precisa desesperadamente acumular reservas, se hace cada vez menos sostenible que un volumen importante se termine liquidando por una ventanilla distinta al mercado oficial. Todo hace pensar que el punto de partida para comenzar a implementar cambios es la reducción del impuesto PAIS, que pasará de 17,5% a 7,5%, el punto de partida que había dejado la anterior administración. Éste sería el primer paso hacia la normalización del mercado cambiario, incluyendo la liberación gradual de restricciones cambiarias hasta la desaparición del cepo. En el medio también debería desaparecer el dólar blend, que es un obstáculo para que el Central acumule reservas. El esquema “80/20” del dólar blend tendría no los días pero sí los meses contados. REUTERS/Matias Baglietto - RC24R7AAA0KE Claro que la traba principal que sigue enfrentando el Gobierno son las escasos dólares de las reservas. Caputo insiste en que es imposible liberar el cepo en las actuales condiciones, pero por otra parte el FMI no demostró voluntad de realizar nuevos desembolsos. Ni siquiera comenzaron las negociaciones para llegar a un nuevo acuerdo, algo que el propio ministro de Economía había dado como un hecho hace más de un mes. Caputo se niega a salir del cepo si no tiene más dólares en el Banco Central. Pero podría verse forzado a hacerlo si el FMI sigue indiferente a los pedidos de ir a un nuevo acuerdo, que implique mayores desembolsos para fortalecer las reservas Es cierto que liberar las restricciones cambiarias conlleva riesgos, ante la posibilidad de sufrir un salto cambiario. Pero seguir con el cepo también es riesgoso, como lo demuestra la brecha que ya volvió a superar el 50% y genera todo tipo de comportamientos distorsivos. Seguir con lo mismo es arriesgarse a un aumento todavía mayor de esa brecha, que en el primer trimestre había caído a solo 15%. No hay garantía que en tres meses, si todo sigue igual, se expanda hasta el 75% o todavía más. Esto generaría un fuerte golpe para la credibilidad del plan económico y llevaría a la larga a una devaluación brusca, con fuerte impacto nuevamente en la inflación y en los niveles de pobreza. Esta semana tiene dos grandes hitos. Por un lado, la firma del “Pacto de Mayo” el 9 de julio, que mostrará una fotografía del respaldo político que hoy tiene el Presidente. Pero ese mismo día el Gobierno realizará el pago de deuda más grande los últimos años. El aumento de la brecha cambiaria ya está generando un impacto negativo en la balanza turística, porque desapareció el incentivo a usar dólares propios para pagar viajes o el resumen de tarjeta con gastos en moneda extranjera. Además, los exportadores tendrán cada vez menos incentivos para liquidar al dólar oficial Se desembolsarán USD 2.500 millones para hacer frente al vencimiento de intereses de los bonos dolarizados y también para enfrentar la primera amortización de capital del Bonar 2030. El mismo día que se firma el “Pacto de Mayo”, el Gobierno realizará el pago de deuda más grande los últimos años. EFE/Archivo La expectativa es hasta qué punto los inversores estarán dispuestos a reinvertir esos dólares. Si vuelven a comprar bonos, eso puede significar un primer paso hacia la disminución del riesgo país, que volvió a la zona de los 1.500 puntos básicos. La debilidad de la deuda argentina de las últimas semanas refleja la incertidumbre de los inversores respecto a la capacidad de pago del Gobierno, ya que nadie duda de la voluntad de enfrentar los compromisos. Señales mixtas Mientras tanto, la economía muestra algunas señales alentadoras y otras no tanto. Según varias consultoras que tienen mediciones propias, como Econométrica o Econviews, la inflación volverá a ceder fuerte en julio y caería a niveles de 4 por ciento. Sin embargo, junio marcó cierto retroceso luego de un par de meses de leve reactivación de la actividad. Si bien el piso se tocó claramente entre marzo y abril en casi todos los sectores, la recuperación viene en cámara lenta y algunos sectores incluso han sufrido leves retrocesos. Con poco ingreso de divisas, presión cambiaria y una actividad que no repunta del todo, se vienen más meses difíciles Si bien el salario formal del sector privado está recuperando frente a la inflación, no ocurre lo mismo con los trabajadores del sector público ni con los informales. Además, también aumentó la desocupación. Eso significa que la masa salarial total posiblemente se mantenga estable o apenas por encima de la inflación, por lo que el consumo no termina de levantar. Y parece todavía prematuro esperar grandes inversiones, más allá de la aprobación de la ley Bases. El segundo semestre arrancó mal para el Gobierno, a partir de una conferencia de prensa fallida de Caputo y del presidente del BCRA, Santiago Bausili. Con poco ingreso de divisas, presión cambiaria y una actividad que no repunta del todo, se vienen más meses difíciles para la economía, que volverán a poner a prueba la paciencia de la sociedad. Insistir con el superávit fiscal, cumplir con la promesa de emisión cero y seguir enviando señales a los mercados serán claves para llegar de la mejora manera a fin de año y apostar por una recuperación más robusta en 2025.

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