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  • Cuando el diablo trabaja para Dios

    » Data Chaco

    Fecha: 06/07/2024 15:00

    Juan Carlos Tuyaré. Cuando hablamos del diablo, Lucifer o Satanás, nos estamos refiriendo a por lo menos tres nombres del mismo protagonista bíblico que, a diferencia de una novela de ciencia ficción, es un espíritu real. Y el texto bíblico nos permite observar su desempeño desde la creación del mundo y hasta el fin. Un estudio bíblico minucioso respecto de su accionar nos permite inferir que fue creado por Dios para desempeñar un rol de máxima importancia en el reino de los cielos; lo hizo por un tiempo pero su arrogancia y orgullo le hizo pensar que podía ser igual a Dios y ese fue el principio de su fin, fue expulsado del reino por rebeldía, junto a la tercera parte de los ángeles. Es usado como disciplina Pero aun así, es un hecho notable que, a pesar de sus maldades, Dios lo usa en la disciplina de sus hijos, algo totalmente impensado para la mente humana. Pero también sabemos que no es una contradicción, debido a que Dios señala en su palabra: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos". Dicho de otro modo, Dios no piensa ni camina por donde nosotros lo hacemos. Esta es una verdad bíblica que la mayoría de la gente ignora por decisión propia y en función de esa falta de información actúa. Pero volviendo al tema que nos ocupa, puede sonar como raro que el diablo trabaje para Dios, pero forma parte de una realidad inobjetable que favorece al creyente genuino. Le ocurrió a un protagonista de las Escrituras llamado Job, a quien, con permiso divino, el diablo lo zarandeó, lo que le permitió al fin de su sufrimiento sacar un aprendizaje que llevo a decirle a Dios: "Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía; de oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos". Esto también le ocurre a gran parte de la gente que cree o piensa que conoce cómo manejarse con Dios y sin embargo hace exactamente lo contrario de lo que debería hacer. A otros les paso lo mismo Lo propio le paso al apóstol Pablo, quien tuvo la dicha de ser elevado al tercer cielo, donde habita la divinidad, y vio y escucho cosas que ningún ser humano pudo. Y con el fin de que su ego fuera controlado y no se gloríe por todo lo que había visto y escuchado en la ciudad celestial, le fue puesto un aguijón en su carne. El mismo lo relata así: "Para que la grandeza de las revelaciones no me exalte desmedidamente, me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto de lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad". Las aflicciones perfeccionan En relación al mismo tema, el apóstol Pedro le dijo a la iglesia: "aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengan que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba a fuego…" Concluimos señalando que, desde el punto de vista bíblico, el verdadero creyente deberá atravesar por distintas pruebas, zarandeado por el diablo, con el fin de probar su fe. Lo importante no es el sufrimiento presente sino la gloria futura que espera a todos aquellos cuyos nombres estén anotados en el cielo.

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