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» Mdzol
Fecha: 06/07/2024 14:44
Las últimas semanas fueron movidas en el sector productivo de Mendoza, ya que hubo novedades importantes con relación al modo de gestionar las ayudas por parte del Estado. En un contexto en el que prima el “no hay plata” impulsado por el gobierno nacional, desde el Ministerio de Producción local han tomado un camino similar al del presidente Javier Milei. En el contexto de la desregulación de la economía y del ajuste obligado por la falta de fondos, se produjo el cierre del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y del Instituto de Desarrollo de Comercio (IDC). También en este marco se fundamentó la decisión de dejar de financiar la lucha antigranizo y es probable que los cambios continúen. Más allá del dato, no menor, de que muchas personas se han quedado sin trabajo luego de estos anuncios, desde el Ministerio de Producción aseguraron que el objetivo tiene que ver con ser más precisos con la asistencia. Es decir, que en medio de una crisis como la actual, no están dispuestos a que el dinero se vaya “solo” en salarios, por más relevantes que fueran los trabajos que esas personas hacían. Por el contrario, el apoyo del Estado se dará al revés, por decirlo de algún modo. Ya no serán los institutos ni el Gobierno los que pongan a disposición diversas herramientas para los empresarios, sino que esos mismos instrumentos podrán existir a partir de un pedido concreto de los involucrados. Y desde el Ministerio dieron el siguiente ejemplo: “Si viene el clúster de ciruela y nos dice, por caso, que a ellos les sirve el pronóstico de cosecha o cualquier estudio que hacía el IDR, nosotros lo vamos a financiar”. De este modo, se lograrían dos cosas. Por un lado, separar la paja del trigo. Es decir, que de todo lo que se hacía era utilizado concretamente por el sector productivo y qué de eso caía en una suerte de “saco roto”. “Lo que buscamos es más responsabilidad de las personas y menos intervención del Estado”, sintetizaron referentes de Producción que agregaron contar con el total respaldo del gobernador Alfredo Cornejo. Se apunta a evaluar las necesidades concretas de las empresas, antes de disponer de asistencia del sector público. Y, por el otro, se generaría un ahorro, ya que se financiaría plan por plan en función de los requerimientos de los privados. Hay que tener en cuenta que entre el IDC y el IDR tenían un presupuesto cercano a los $1.700 millones y, siempre de manera tentativa y a modo de ejemplo, es probable que para un estudio específico se puedan necesitar $5 millones. Si eso se multiplica por varias cámaras empresarias o sectores, el gasto igual se achicaría. Cómo serán las ayudas Aunque los anuncios de cierre de los institutos han generado quejas y apoyos de los sectores productivos que, sobre todo, se sorprendieron con las medidas anunciadas “de un día para otro”, desde el Ministerio aseguraron un apoyo general de los empresarios. La afirmación se sostuvo en la lógica de que al explicarles que no dejarán de contar con tal o cual servicio, sino que el Gobierno lo subsidiará de manera específica, la mirada cambia. A partir de proyectos y pedidos concretos, se podrá solicitar el financiamiento y el Gobierno lo direccionará a los sectores de manera específica. Esto lo hará a través de los clusters y cámaras empresarias, es decir que ahora los fondos irán de manera directa al sector empresarial. Ése es el fundamento del programa de fortalecimiento institucional para el impacto en el desarrollo regional y pymes. El Ministerio destinará un total de $300 millones a cámaras empresarias y entidades representativas de toda la provincia en formato de Aportes No Reembolsables (ANR). El programa fue anunciado el 23 de mayo y hasta el 31 de julio hay tiempo para inscribir los proyectos específicos, destinados a fortalecer los entornos pymes. Se trata de propuestas que pueden abordar una amplia gama de temas relevantes ya sea relacionada con su ubicación geográfica o con la actividad productiva que desarrollan. El programa de fortalecimiento pyme direccionará Aportes No Reembolsables a proyectos específicos. Con la lógica de que sean los empresarios quienes prioricen sus necesidades, desde el Ministerio apuntaron a una ayuda más precisa y efectiva. No solo se trata de un ahorro de dinero sino también de tiempo, ya que los proyectos deben presentarse y cumplirse en fechas determinadas. Tanto este programa como dos líneas de financiamiento para emprendedores y pymes como son Emprende Semilla 4 y Mendoza Escala están a cargo de un ente que ha tomado relevancia con esta gestión. Se trata de Mendoza Fiduciaria, que es la que llevará adelante tanto los ANR como los créditos y que desde el año pasado sumó una pata clave a su negocio para gestionar mejor los préstamos. A través de “Auge” trabaja para que las pymes obtengan financiamiento a través del Mercado de Fideicomisos Financieros y puedan llegar así al mercado de capitales. Con respecto a la lucha antigranizo, que se llevaría esta temporada unos $17.000 millones, la mirada es similar, aunque aquí se han priorizado los créditos. El día antes de anunciar la baja del sistema de bengalas, el ministro Rodolfo Vargas Arizu había confirmado un acuerdo con el Banco de la Nación Argentina para lanzar una línea de crédito de hasta $20.000 millones. La provincia subsidiará la tasa nominal anual durante los tres primeros años, por lo que quedará en un 14% anual y el dinero se podrá destinar a la colocación de malla antigranizo, eficiencia hídrica y/o energética y compra de activos fijos.
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