Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • La Organización de Cooperación de Shanghái merece más atención

    » Perfil

    Fecha: 06/07/2024 13:26

    Es tiempo de comenzar a prestar más atención a uno de los bloques de mayor ascenso y relevancia geopolítica en la actualidad: La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Este bloque fue fundado en 2001 por impulso de China y Rusia, en principio con foco en promover la integración y el alineamiento de intereses estratégicos de estas dos potencias en Asia Central, una región clave para ambas. Originalmente, adhirieron como miembros plenos Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. La OCS sirvió en sus primeros años para fortalecer la cooperación económica, la seguridad regional y resolver definitivamente viejas disputas territoriales entre sus miembros. Podría identificarse claramente una segunda etapa abiertamente expansiva de la OCS durante la última década, la cual le ha dado al bloque proyección global y ha estado favorecida por varios factores, como ser: la definitiva proyección de China como superpotencia económica y militar, el progresivo alineamiento de intereses entre China y Rusia frente a la postura crecientemente agresiva de EEUU y sus principales aliados y, en líneas generales, el ascenso económico y financiero de Asia frente al relativo declive de Occidente. En 2017, la OCS produjo el hito histórico de incorporar en simultáneo como miembros plenos a los archirrivales India y Pakistán. El año pasado se sumó Irán, mientras que este año lo hará Bielorrusia. Asimismo, otros 20 países integran la OCS en diversas categorías de membresía, como ser: observadores (entre los que se destaca Mongolia), compañeros de diálogo (Turkiye y Arabia Saudita, entre otros) e invitados especiales (Turkmenistán, Asean y ONU). Esto no les gusta a los autoritarios El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad. Hoy más que nunca Suscribite Está claro que la evolución de la OCS a lo largo de sus 23 años de historia ha estado determinada en gran medida por la evolución de la relación entre China y Rusia. Pero hoy la OCS es mucho más que eso, teniendo en cuenta la cantidad de países y bloques relevantes que participan de las cumbres anuales, como por el engrosamiento progresivo de la agenda de temas que se debaten. La agenda de la cumbre en Kazajstán. La última cumbre acaba de realizarse en Astana, Kazajstán. El presidente chino, Xi Jinping, y su par ruso, Vladimir Putin, volvieron a exhibir contundentes muestras de alineamiento y sintonía, justo cuando aumenta la presión de Occidente sobre Putin, mediante una nueva oleada de sanciones económicas por la guerra en Ucrania. Aunque sin referir específicamente a Ucrania, Xi llamó a combatir la “interferencia extranjera”, en una clara señal hacia Estados Unidos. En la cumbre de este año, la necesidad de incrementar los esfuerzos contra el terrorismo fue uno de los temas centrales, tras el brutal ataque en Moscú de hace tres meses. Es un tema que también preocupa cada vez más a China, cuyas empresas y ciudadanos sufren frecuentemente atentados en Pakistán y otros países de la región donde hay fuertes intereses económicos de Beijing. El otro gran tema fue la incorporación de Bielorrusia como miembro pleno. Fue otra señal claramente a favorable a Putin: la decadente dictadura bielorrusa es desde hace mucho tiempo un Estado títere plenamente controlado por Moscú. La gran desilusión fue la ausencia de Narendra Modi. El revalidado líder de la India volvió a exhibir su característico doble juego en materia diplomática, siempre ejerciendo un calculado balance entre Occidente y el ascendente multipolarismo alternativo liderado por China. Modi sí dijo presente en la cumbre del G7 en Italia del mes pasado. En cambio, decidió saltearse la cita en Astana. No fue tanto para evitar a Xi y Putin, sino más bien para eludir las renovadas quejas de Pakistán por el creciente destrato a las minorías étnicas y religiosas, como así también la cuestión de la tensión limítrofe que escala. A pesar de su notable ausencia, Modi envió a su canciller con mensajes conciliadores. Con la incorporación de Bielorrusia, los 10 miembros plenos del bloque representarán alrededor de una cuarta parte de la economía global y más del 40% de la población mundial. A eso se suma la importancia de la OCS en términos militares, con lo que representan China y Rusia a la cabeza. A la cumbre de Astana asistieron los jefes de gobierno de Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Turquía y Uzbekistán, así como el presidente interino iraní, Mohammad Mokhbar, y el dictador bielorruso, Aleksandr Lukashenko. La expansión e importancia de la OCS se da en sintonía con un proceso muy similar que también experimenta el bloque Brics, que ya tuvo el año pasado su primera ampliación. Sólo ver las nuevas incorporaciones y quiénes están en lista de espera da la pauta de la impresionante proyección a futuro de estas plataformas, mientras declinan en relevancia otros bloques como el G7. Los números hablan por sí solos. Es una pena que, por estrechez ideológica, ignorancia y capricho, Argentina ha rechazado ingresar en la primera ampliación del Brics. La OCS sigue siendo, por ahora, un fenómeno de escala euroasiática, pero al menos podríamos prestarle la atención que se merece. * Director del Observatorio Sino-Argentino. Candidato Doctoral en Estudios Internacionales y Master of China Studies. Profesor visitante en la Universidad de Zhejiang (China) y regular en UCA y Undef.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por