Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Copa América: las manos del Dibu Martínez llevaron a la selección a semifinales

    » La Capital

    Fecha: 05/07/2024 04:18

    El Dibu Martínez interceptó un mano a mano durante el partido y fue clave en la definición por penales para el triunfo argentino sobre Ecuador. El Dibu fue gigante en los penales para clasificar a Argentina a la simifinal. Por un enorme Dibu Martínez, la selección argentina está en las semifinales de la Copa América. Sin vueltas. El uno fue gigante durante un partido que le costó al campeón del mundo, y que encima Ecuador se lo empató 1 a 1 en el final. Y descomunal en la definición por penales, cuando no, deteniendo dos de los cuatro remates, para el triunfo del conjunto nacional por 4 a 2. Fue el gran responsable de un festejo desahogado, dejando atrás tanta angustia y sufrimiento. La celebración eufórica de los jugadores argentinos, cantando y saltando, fue el fiel reflejo de lo que les costó seguir en carrera por la defensa del título. Hoy queda disfrutar. Ya habrá tiempo para pensar en Canadá o Venezuela. Hasta los 5’ se dio el partido esperado. La selección argentina se posicionaba en ataque y arrinconaba a su rival. Mac Allister, ubicado de volante central, era el eje de cada avance. Pero en un suspiro, el dominio albiceleste cedió. Perdió precisión y Ecuador, con unos pocos toques y aceleración, fue encontrando grietas en el fondo del conjunto de Scaloni, sobre todo por el costado de Nahuel Molina. Cuti Romero, esta vez inseguro, perdió a Caicedo y el Dibu Martínez interceptó el ataque. Dibu Martínez, el arquero que no estaba preparado para volverse antes a casa El Dibu Martínez fue decisivo para la victoria argentina y la clasificación a semifinales El arquero sostenía al campeón del mundo durante esos pasajes adversos. En un desborde de Moisés Caicedo por la derecha argentina, Sarmiento desparramó a Romero con un amague y el uno salvó con el pie. En el rebote le quedó a Páez y la tiró alta. Un disparo de Preciado desde corta distancia que se fue por arriba le puso fin a un cuarto de hora en el que el seleccionado argentino no tenía la pelota ni la recuperaba. Poco a poco la fue controlando y se adelantó en el campo. Faltaba el juego y el desequilibrio ofensivo. Así fue que Argentina recién inquietó a la mitad del primer tiempo. Molina llegó hasta el fondo, sacó el centro y Enzo Fernández midió el cabezazo, sin que nadie lo atore, y la pelota se le fue cerca. A Messi se lo notaba poco participativo y falto de aceleración, seguramente por la lesión que había puesto en duda si ingresaba de titular. De todos modos, de su pie salió una perfecta habilitación para la escapada por el medio de Enzo Fernández, cuyo derechazo rebotó en Pacho y se fue al tiro de esquina. Y de esa misma zurda del Diez llegó la jugada que destrabó un enfrentamiento que pintaba complejo. Lanzó el tiro de esquina desde la derecha, Mac Allister peinó en el primer palo y Licha Martínez, increíblemente sin marca, entró por el sector opuesto y metió el cabezazo que terminó adentro del arco. Sí, de cabeza lo hizo el ex Newell’s. Al mismo que le decían que era de baja estatura, algo que al principio lo “bajoneaba”, pero que dejó de darle importancia, proponiéndose “ganar todas las pelotas aéreas”, como le confesó hace varios años a Ovación. Ni con el resultado a favor la selección argentina fue capaz de desplegar su juego durante el segundo tiempo. De Paul y Enzo Fernández no se involucraban en la generación. Lautaro Martínez, Messi, quien dio la impresión de dar ventaja físicamente, y Nico González entraban poco en juego. El desarrollo del partido era más lucha que fútbol. Ecuador empujaba, aunque le faltaba claridad. Moisés Caicedo, Sarmiento y Valencia aparecían de tanto en tanto, pero no les alcanzaba. Hasta que Franco cabeceó en el área argentina, De Paul metió inocentemente la mano y Andrés Matonte, de mal arbitraje, sancionó penal. Valencia lo ejecutó, mal, y estrelló el tiro en el palo. Argentina respiraba. Nada se modificó en el resto del encuentro. Scaloni metió a Lo Celso por Enzo Fernández para mejorar la creación. No hubo caso. Salvó un remate de Messi a las manos de Alexander Domínguez, Argentina rara vez pisó el área ecuatoriana. El entrenador argentino sacó por una molestia a Licha Martínez por Otamendi, quizás pensando en fortalecer el juego por arriba. Pero fue por los aires donde terminaría sufriendo. A los 90’, Kevin Rodríguez le dio de cabeza y la metió a la derecha de Dibu Martínez. Un golpe tremendo para el seleccionado argentino. Que pudo haber sido peor si en el adicional, Jordy Caicedo, no hubiese desperdiciado un cabezazo de frente al arco. Llegó la definición por penales. Messi fue el primero en patear y lo erró. El Dibu Martínez solucionó todo, con dos atajadas. Las conversiones de sus compañeros hicieron el resto. Pero fue el uno el que se llevó todos los elogios. Mucho tuvo que ver en la victoria.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por