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» LM Neuquen
Fecha: 05/07/2024 03:19
Bucear en la basura y subirlo a redes se instala como un boom viral en redes. Los youtubers brasileños André da Silva y Alessandra Gomes son apenas dos ejemplos de una tendencia que está instalándose en las redes sociales y que tiene muchas miradas posibles. Ellos llevan adelante acciones de “dumpster diving” (bucear en contenedores de basura ) en EEUU, la comparten en redes sociales y son un verdadero boom viral. ¿Qué hacen? Son personas que entran a los contenedores de basura en busca de productos en buen estado e incluso nuevos que son desechados por los estadounidenses. Existen decenas de canales de YouTube y perfiles de Instagram como los de André y Alessandra, algunos pertenecientes a familias enteras, que muestran esta práctica común en el país. Todos son un éxito en el mundo de las redes sociales. Embed Curiosidad por el desperdicio “Los brasileños tienen mucha curiosidad porque los estadounidenses desperdician muchas cosas, es un desperdicio que te deja alucinando. Hay muchas cosas nuevas”, cuenta Alessandra, de Espírito Santo, que también se filma “buceando” en la basura, en el estado de Massachusetts. Ya ha recogido edredones, sofás, mesas y mucha comida. Alessandra llegó a Estados Unidos a los 19 en busca de un futuro mejor para ella y su hijo, que en ese momento tenía menos de 2 años.Dejó Ecoporanga, en Espírito Santo, para cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos. En sus redes cuenta que cuando llegó a Massachusetts, vio a mucha gente buceando en contenedores de basura. “Fue entonces cuando hice el primer video, mostrando algunas ollas y platos que encontré. El video se volvió viral y vi que era un sector que tenía mucha audiencia”, cuenta. Según Gomes, los brasileños que ven sus videos se dividen en dos grupos: los que se rebelan contra el consumismo estadounidense y la cultura del desperdicio y los que están fascinados por los productos y quieren emigrar para hacer lo mismo. Embed “Tuve miedo” Los "buceadores" que se aventuran en la basura aprenden el día de recolección de cada región y se mantienen atentos cuando hay renovación en el stock de una tienda. André nació en Río de Janeiro, tiene 49 años y comparte en sus redes el detrás de escena de la cuestión. Explica, por ejemplo, que cuando hay una nueva colección de ropa de cama, las tiendas tienden a tirar edredones, fundas de almohada y sábanas que son de la temporada pasada. André, ex bailarín en Brasil y ex lavaplatos en Estados Unidos, gestiona su tiempo entre su empresa de demolición y la búsqueda de contenedores de basura. De hecho, fue mientras trabajaba en una tienda hace seis años cuando se dio cuenta de cuántas cosas nuevas tiraban los estadounidenses a la basura. “Cuando llegué al contenedor de basura, tuve miedo. Todo era nuevo, empaquetado, toallas caras, almohadas. Llamé al encargado de la tienda porque pensé que se habían equivocado. Me dijo que todo era basura, porque pierden dinero manteniéndolo en stock”, postea. André tuvo que alquilar un camión para recoger la cantidad de productos que se estaban desechando ese día. Hoy por hoy, André asegura que dona todo lo que encuentra a familias necesitadas o a iglesias en Massachusetts y Rhode Island. Embed Impactante Actualmente, Alessandra y su marido se centran en buscar en los contenedores de basura de los mercados que venden comida. Este, de hecho, es el aspecto que más ha impactado a la familia. “Hay muchas cosas buenas para consumir que se tiran. Algunas ya superaron su fecha de caducidad, pero siguen siendo útiles. Es impactante”, cuenta en sus videos. Según Alessandra, la actividad de revisar la basura le reporta entre US$200 y US$300 al mes con lo que logra vender. La audiencia de los videos puede generar más de 100 dólares. Su marido también trabaja como pintor. Y Alessandra, que cuida de dos niños, divide entre donaciones a familias inmigrantes del barrio y para su propio consumo. “No me avergüenzo de estar en la basura. Vengo de una familia muy pobre, así que lo que pueda aprovechar, lo aprovecharé”, dice y añade que también lo publicará. Embed El tema es shockeante por donde se lo mire. Tanto si uno hace foco en la enorme cantidad de desperdicio de las sociedades superdesarrolladas como si se centra en consumismo llevado al extremo; tanto si se analiza la práctica de bucear en basura ajena como en mirar bucear en basura ajena… Hay cuestiones de privacidad que sumergen a la actividad en un gris legal y, por supuesto, nos puede dejar pensando en quienes boicotean el hiperconsumo como ideología y redistribuyen el botín. Hay muchas miradas posibles para abordar el boom de influencers brasileños "buceando" en contenedores de basura de distintas ciudades de Estados Unidos. La polémica está abierta.
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