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  • Una cita a ciegas, un terrible accidente y un cambio de ciudad, ¿podrá sobrevivir la pareja? “Lo cuento y se me hiela la sangre”

    » La Nacion

    Fecha: 05/07/2024 03:15

    Esta es la historia de dos personas a las que les rompieron el corazón pero que una presentación a ciegas puede sanarlos. Señorita Heart PARA LA NACION Escuchar Daniela encaró una separación dolorosa, no solo porque las separaciones tienen una cuota de dolor, sino también porque incluía la interrupción de uno de los tantos tratamiento de fertilidad que había encarado. “Tenía el corazón absolutamente roto”, describe. Mauro se sentía enojado, vivía su divorcio como un fracaso y las citas que había tenido no lo habían entusiasmado. ¿Podrá cupido con el desafío de dos corazones lastimados? El amigo de un amigo Había pasado poco tiempo de la separación de Daniela cuando una amiga le insistió en que no tenía que quedarse llorando. Ella había vivido la vertiginosa experiencia de las citas a ciegas e instaba a Daniela a ir por el mismo camino. Fue en esa última cita a ciegas donde conoció al famoso “amigo de un amigo” y le mostró una foto de Mauro. Daniela recuerda que en ese momento pensó: “¡Qué cara de buen tipo tiene!”, algo dentro suyo le dijo que aceptara y no dudó en decir que sí, ¿sería correcta su percepción? Luego de separarse lograron sanar el dolor con el amor del otro Mauro al ver la foto de la posible cita a ciegas también aceptó, algo lo había cautivado. Pero la relación de ambos amigos que actuaron de celestinos no prosperó, a veces las uniones son temporales para colaborar con cupido. “¡No me dio ni un beso!” Daniela y Mauro intercambiaron los “pin” de sus BlackBerry, chatearon durante algunos meses e incluso hablaban por la computadora e iban compartiendo las canciones que les gustaban. Fue Mauro quien tomó la iniciativa: la llamó al teléfono y la invitó a un bar en Palermo el 30 de abril de 2013. “¿Querés que te pase a buscar?”, le ofreció. “No hace falta, nos encontramos ahí”, le respondió. Conversaron toda la noche, ¿cómo se resumen 40 años en una sola noche? Hablaron de todo, y Daniela, sin muchos preámbulos le fue sincera: le contó que venía de una separación difícil y que tenía un camino muy complicado para cumplir su deseo de ser mamá. Mauro también decidió ser sincero y le contó que estaba pensando en adoptar un niño, ¿coincidencia? “Dimos mil vueltas por la ciudad para tomar un helado y como un caballero me dejó en mi casa. ¡No me dio ni un beso cuando me bajé del auto! Cuando entré a mi casa me di cuenta de que estaba sonriendo, hacía meses que no lo hacía, el corazón me latía fuerte y aunque él ya se había ido le mandé un mensaje para saber si estaba lejos”, cuenta Daniela. Lo que sigue a continuación bien podría ser la escena de una novela romántica: Mauro volvió, Daniela le abrió la puerta, se dieron un primer beso inolvidable y él, con cierta timidez, le dijo que lo había pasado muy bien. Mauro y Daniela Como dos adolescentes felices se despidieron en la puerta y cada uno se fue a su casa a dormir. De un fin de semana en Mar del Plata a un viaje a Europa Empezó un nuevo capítulo en sus vidas: se veían dos o tres veces por semana, él de Ituzaingó, ella de Saavedra y ese mismo mes Mauro la invitó unos días a Mar del Plata. Durante ese primer fin de semana junto al mar soñaron con vivir allí algún día. Mauro y Daniela se conocieron por una cita a ciegas La relación fluyó con la naturalidad de dos amados que estaban destinados a estar juntos. A los pocos meses Mauro le regaló un pasaje a España para que Daniela pudiera visitar a su mamá en España. Ella viajó primero, él se sumó después y vivieron una luna de miel sin haber estado conviviendo, pero al regresar a Buenos Aires él dejó sus valijas en la casa de Daniela. “Mis gatos eran sus gatos, nada fue planeado, todo en nuestro camino fue amoroso, de mucho compañerismo. Mauro es la persona que soñé como compañero, siempre dispuesto y presente”, dice Daniela. “Dani siempre me resultó una mujer increíble, interesante, recuerdo que cuando entré a su casa por primera vez quedé encantado con el lugar, su energía siempre me resultó arrolladora, ¡encantadora! Siempre es una sorpresa vivir con ella, ¡imposible aburrirte! Ella es la que habla, la extrovertida. Yo soy tímido, reservado. El famoso “agua y aceite”. Los polos se atraen”, abre su corazón Mauro. “Lo ví volar 10 metros en el aire” Ya pasaron 11 años de que comezó esta historia de amor, en el medio adoptaron a su galga, vivieron mudanzas, cambios de trabajo, un despido, perdida de seres queridos, intentaron convertirse en papás por medio de tratamientos de fertilidad y recorrieron el proceso de adopción. “Si bien finalmente no nos convertimos en padres hemos formado una manada hermosa que nos completa a la perfección. Esto somos”, afirma orgullosa Daniela por seguir eligiéndose cada mañana. Su manada El sábado 17 de marzo de 2017 a las ocho de la mañana Mauro y Daniela fueron a buscar a una amiga que se iba de viaje. El día anterior habían vuelto de sus vacaciones y conversado sobre la posibilidad de ir algún día a vivir al lado del mar. Mauro estacionó en Av. Del Libertador, se bajó primero del auto y antes de cerrar la puerta se escuchó un ruido, un golpe abrumador y Daniela lo vio volar a Mauro 10 metros en el aire. “Lo cuento y se me hiela la sangre. Fue como en las películas, en casi cámara lenta pasó toda mi vida por mi mente hasta que me pudo salir un grito ahogado y corrí a verlo al asfalto. Un conductor ebrio lo había embestido y por un milagro estaba vivo, ensangrentado en la calle, ¡pero vivo!”, exclama Daniela. Mauro en el hospital, la recuperación le llevó varios meses El proceso de recuperación fue largo, de muchos meses con andador, trabajo para recuperar la totalidad de la movilidad de su pierna y operarse la rodilla. Daniela recuerda estar en la ambulancia con las zapatillas de Mauro repitiéndole como un mantra cuánto lo amaba y que sí, que se iban a ir a vivir al mar. Fue una etapa difícil pero que siempre agradecen en que no haya sido peor. En diciembre pasado a Mauro lo despidieron de su trabajo luego de 30 años, pero fue ese hecho el que los llevó a cumplir el sueño de aquel primer fin de semana y se fueron a vivir a Mar del Plata. Una nueva etapa comienza: Mauro trabaja con su camioneta, Daniela restaura y renueva muebles en su marca Ojalá. Juntos le dan un nuevo rumbo a sus vidas, no saben como les irá en la nueva ciudad pero tienen la certeza de que si están juntos pueden con todo. Si querés contarle tu historia a la Señorita Heart, escribile a corazones@lanacion.com.ar

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