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» Diario Cordoba
Fecha: 05/07/2024 01:08
El hospital universitario Reina Sofía de Córdoba ha logrado diagnosticar una enfermedad rara, de la que solo se han descrito por el momento unos 70 casos en el mundo, a una cordobesa de 75 años, que fue derivada a este centro debido a los dolores y negativa evolución de unas profundas úlceras que presenta en ambas piernas y que le habían surgido como consecuencia de la patología que padece, pero que ella entonces desconocía. Gracias a una gran labor multidisciplinar para certificar el diagnóstico por parte de varias especialidades médicas del Reina Sofía, la enferma, que lleva ingresada en la unidad de Medicina Interna del Hospital Provincial desde hace algo más de tres meses, pudo saber que lo que tiene es una calcifilaxis no urémica central. Blanca, nieta de la paciente, ha querido agradecer el trato que recibe su abuela en el hospital Reina Sofía, con un dibujo. / VÍCTOR CASTRO Colaboración entre varias especialidades médicas En la detección y abordaje de la dolencia de esta mujer han participado Medicina Interna, Anatomía Patológica, Cirugía Plástica, Dermatología, Anestesia, Hematología y Endocrinología, junto al equipo de enfermería especializado en úlceras vasculares del hospital, coordinado por Lorenzo Pérez, equipo que dedica una hora diaria a las curas, con medicación previa para contrarrestar el dolor. El especialista en Medicina Interna del Reina Sofía Antonio Espino Montoro, responsable de haber diagnosticado la dolencia, gracias a la citada colaboración de varias especialidades médicas del hospital, entre las que destaca Anatomía Patológica, detalla que la paciente ingresó en el Reina Sofía por unas úlceras profundas múltiples por debajo de la cintura. Espino explica que a la paciente se le practicó una biopsia de la lesión de la piel y Anatomía Patológica confirmó la calcifilaxis no urémica central en esta paciente, una patología rara que produce una calcificación que ocluye los microvasos del tejido celular subcutáneo de la piel, ocasionando dolores muy intensos de la piel porque afecta a los nervios, y cuyo pronóstico no es nada positivo. El especialista en Medicina Interna del hospital Reina Sofía Antonio Espino. / VÍCTOR CASTRO Tratamiento experimental Este especialista precisa que para esta enfermedad no existe tratamiento, solamente curas para evitar que se produzca una sobreinfección que entre en el organismo, ocasionando una sepsis y mayor riesgo de morbilidad. Sin embargo, Antonio Espino aclara que actualmente existen dos fármacos a nivel experimental que están haciendo posible una mejora en la evolución de las heridas. Espino hace hincapié que esta enfermedad es distinta a la calcifilaxis urémica que afecta a pacientes renales, que sí registra una mayor incidencia, y añade que se desconoce cuál es la causa etiológica de la misma, aunque puede influir en la calcifilaxis no urémica central la obesidad, la diabetes o haber tomado anticoagulantes. El caso que existe en el Reina Sofía se distingue sobre los aproximadamente 70 descritos en el mundo en que la paciente presenta a su vez un tumor suprarenal. El tratamiento experimental, el antídoto del cianuro, está cerrando las heridas porque mejora la oxigenación de la piel, de forma que dichas lesiones son menos profundas que cuando llegó la paciente al hospital Reina Sofía. Dibujo realizado por la nieta de la paciente en agradecimiento. / CÓRDOBA Agradecimiento de la familia Diego Luna Díaz, hijo de esta paciente, vecina de Fernán Núñez, destaca que «mi madre está ingresada desde el Miércoles Santo. Desde entonces, hemos podido comprobar que, a pesar del mucho trabajo que tienen los profesionales, nunca les falta en el hospital ni a mi madre ni a otros pacientes una caricia, una muestra de cariño, que tan bien recibida es cuando una persona está hospitalizada. Queremos agradecer especialmente la labor del doctor Espino Montoro, así como la de todas las enfermeras, auxiliares, celadores, personal de cocina, de limpieza, de todos los trabajadores que, de una u otra forma, prestan a mi madre el mejor trato posible, involucrándose profesional y emocionalmente con todos los pacientes». La nieta de la paciente, con el doctor Espino y otra profesional de la planta. / CÓRDOBA También ayuda mucho anímicamente a la paciente contar con el respaldo continuo de su familia, que no se separa de ella, y el cariño, en especial, que le dedican sus dos nietos, Blanca y Juan Diego, que aunque no es medicina, fortalece el alma. En concreto, Blanca Luna Fernández ha querido agradecer el «buen trato» que está recibiendo su abuela en la octava planta del Hospital Provincial, con un dibujo en el que da las gracias en nombre de su abuela y en el de toda su familia a todos los profesionales que velan por ella. El bonito dibujo se puede contemplar en el Provincial. Suscríbete para seguir leyendo
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