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» Agencia Nova
Fecha: 04/07/2024 21:40
Los productores agropecuarios amarrocan la mayor parte de la producción en vez de venderla, y el Gobierno de Javier “Jamoncito” Milei pierde una importantísima fuente de recaudación. (Dibujo: NOVA) Bien sabido es que en Argentina ningún Gobierno tuvo el carácter o la intensión de cambiar la matriz agroexportadora y que en consecuencia, el Estado, al igual que gran parte de los sectores de la economía nacional, está atado a los vaivenes propios de la actividad agrícola y ganadera, siendo la liquidación de cosechas una de las pocas fuentes de recaudación de dólares frescos para las arcas estatales. El Gobierno de Javier “Jamoncito” Milei está viviendo en carne propia lo que significa la libertad irrestricta y sin controles del mercado, y mientras los productores del campo se sientan sobre los silos a esperar el mejor momento para vender sus cosechas, el “Presiduende” observa con la ñata contra el vidrio cómo al Estado se le escapan dos mil millones de dólares de reservas. Difundir! Los argentinos de bien no vamos permitir que el campo extorsione al presidente para que devalúe. Este viernes se convoca a la ciudadanía a marchar a la Sociedad Rural Argentina para exigir la liquidación de exportaciones! Hay que defender la libertad! Súmate! #Milei El análisis de Fabián Medina en la Argentina q viene "Dame otra ronda de hiper!! A la devaluación de Caputo en diciembre 2023, sin liquidación del campo, quemando reservas del BCRA, ya se viene nueva #Megadevaluacion con tarifazos al 100% y nafta a $2000" https://t.co/XkhY1WgV61 pic.twitter.com/wj2gFhVWwd “Jamoncito” es, por supuesto, uno de los mandatarios que ni a punta de pistola se atrevería a intentar cambiar el destino de argentina como productor primario de carne y cereal. Pero lo cierto es que al campo, como siempre, le importa tres pepinos quién se siente en el Sillón de Rivadavia: para el sector agropecuario, lo importante es facturar al mejor ratio posible; lo demás es un plus al que se le presta atención si queda tiempo y margen. Al igual que le pasó a Alberto Fernández, la especulación de los agroexportadores con las cosechas le está jugando una mala pasada al “Presiduende”. A los chacareros todavía les falta liquidar el 73 por ciento de la producción total de soja, lo que serían unos 35 millones de toneladas. A eso hay que sumarle también el maíz amarrocado, lo que totaliza unas 42,2 millones de toneladas de producto sin vender. Hay que resaltar, una vez más, que si el campo no vende, el Estado no recauda. Y Milei, por mucho que despotrique contra las medidas restrictivas y pondere al libre mercado, necesita recaudar si quiere levantar el cepo e imponer la “competencia de monedas” como política monetaria. Es por eso que la retención de cosechas hace que el “Peluca” se aleje de su objetivo. Tal como anticipó el Gobierno, el Banco Central (BCRA) sufrirá la pérdida de reservas por 2.000 millones en este segundo semestre. Eso, sumado a los malos números de acumulación de divisas en el mes de junio, encendieron las alarmas del mercado. Y, ahora, se sumó un nuevo dato oficial de los agroexportadores que fortalece la tesis de que la liquidación del agro no sólo fue tardía sino que los precios internacionales impactaron en la decisión de venta. "Los productores resguardan su soja como reserva de valor porque la demanda de la industria aceitera está activa todos los días del año, en cambio, los exportadores de soja poroto están activos compradores principalmente en los tres primeros meses de la cosecha", explicaron desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC). Para el caso del maíz, por su parte, los productores vendieron el mayor porcentaje con respecto al volumen de la producción y, llega al 39 por ciento, el menor de los últimos 5 años. Esto refleja la estrategia del productor de vender más disponible para hacerse de liquidez. En conclusión, entre soja y maíz hay 42,2 millones de toneladas sin vender y sin fijar precio. De ese total, el 83 por ciento corresponde a la soja, con un total de 35 millones de toneladas, de las cuales 26,4 millones están en manos de productores en silos de almacenaje propios o de terceros y 8,6 millones se han entregado a fijar y están pendientes de fijar precio. En el caso del maíz, quedan 7,2 millones de toneladas equivalentes al 17 por ciento del total de ambos productos, de los cuales 5,7 millones son físicas en manos de productores y 1,5 millones entregadas a fijar y pendientes de fijar precio. La importancia de la soja se refleja en el hecho de que el volumen sin vender, 34,9 millones de toneladas, equivalen al 83 por ciento del volumen total pendiente de liquidar de ambos productos. "En este cuadro se refleja claramente que el productor decidió tener liquidez, o hacer caja, vendiendo el maíz, mientras que decidió no vender la soja disponible o vender lo mínimo, y entregar la mayor cantidad de soja PAF (Precio A Fijar) a la espera de una mejora futura en los precios de la soja", afirmaron CIARA-CEC. Esto se ve reflejado en la disminución de la entrada de divisas, que cayó a 1.978 millones el último mes, versus 2.613 millones de mayo. Si se comparan períodos iguales con los años anteriores, el 2024 de Milei (9.044 millones) pierde incluso con el paupérrimo 2023 de “Alverso” (9.450 millones). "La baja en el ingreso de divisas durante el mes de junio es consecuencia de la menor oferta de soja disponible en el último mes de la cosecha. Esta menor oferta se vio reflejada en la fuerte caída del 56 por ciento en la cantidad de camiones de soja ingresados a los puertos. La entrada de divisas en junio fue el segundo más bajo de los últimos 5 años", agregaron.
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