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» La voz
Fecha: 04/07/2024 05:05
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En las últimas horas, dos efectivos de la Policía de Córdoba quedaron detenidos por atacar a mujeres. En un caso, se trata de un sargento en actividad acusado de haber abusado sexualmente mediante amenazas de una mujer en una comisaría en la Capital. En otro caso, un joven agente, que estaba en tareas no operativas, quedó preso por haber agredido a una mujer en Córdoba. En el primer caso, el sargento quedó imputado por abuso sexual agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de funcionario público, por orden del fiscal Juan Ávila Echenique. Será enviado a la cárcel. No se descarta que puedan surgir otras víctimas. En el otro caso se indicó que es un hecho de instancia privada y se aguarda la imputación de la fiscalía de distrito 1 a cargo. Ambos quedaron en situación pasiva, según informó la Policía. “Nos preocupa el hecho”, dijo el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros en la mañana del miércoles, tras conocerse la primera detención. El funcionario, quien está por cumplir siete meses al frente de esa cartera, añadió: “Tenemos más de 20 mil policías en actividad y tenemos algunos que se desvían del camino”. “Nos preocupa y nos preocupa mucho la capacitación. Acá no hay buenos y malos policías. Acá están los policías y los delincuentes que se disfrazan de policías”, añadió. Poco después, ya al anochecer, se conoció la detención del otro policía por un delito de instancia privada. Estas detenciones conforman los dos últimos escándalos que sacuden a la fuerza de seguridad. La preocupación se extiende aún más si se tiene en cuenta que, ante la falta de uniformados en las calles, se está apurando la salida de cadetes en formación para que hagan tareas preventivas en la ciudad. En los últimos meses, y pese a las promesas por intensificar y mejorar los controles y la preparación y capacitación de uniformados, no dejan de producirse serios escándalos con efectivos de azul tanto en la Capital como en el interior. Así las cosas vienen cayendo presos policías (sobre todo varones) acusados por violación, violencia familiar, por participar de bandas delictivas o ayudarlas, por venta de drogas, además de graves excesos. Quinteros expresó su preocupación. Insistió que la fuerza no oculta nada y brinda todo a la Justicia. (Pedro Castillo / La Voz) Violación en la alcaidía Precisamente, mientras se espera las indagatorias a estos dos policías, en la fiscalía de Javier Di Santo, en Río Cuarto, avanza la investigación contra otro uniformado preso por violar a una detenida en la Alcaidía de la Departamental. Otras cinco detenidas también lo denunciaron. Preso en la cárcel, se espera su indagatoria ante el fiscal. Mientras tanto, y entre tantos puntos por averiguar, se trata de determinar cómo fue que un uniformado tenía acceso a mujeres en una dependencia tan importante como una alcaidía y en una ciudad como la de Río Cuarto. A todo esto, no es la primera vez que se registran casos de policías involucrados en delitos de instancia privada. Ya pasó en la Caminera, sucedió en la Departamental Punilla (y con altos mandos incluso) y en varias dependencias en la Capital. Alcaidía de Río Cuarto. Narcos y ladrones “Estas cosas dan mucha bronca, porque estos h.. de p..., además de cometer lo que cometen, tiran abajo el buen trabajo que se hace en la Policía. Manchan todo”, le dijo a La Voz una alta fuente policial, quien remarcó: “Da mucha bronca estos hechos y claramente que hay preocupación. Mucha preocupación”. Días atrás, una agente que trabajaba en la sensible área del 911 (Emergencias) quedó detenida acusada de colaborar con una importante banda de delincuentes en Córdoba. ¿Qué hacía? Al tener acceso a las filmaciones de las cámaras de los domos, según el fiscal Rubén Caro, les proporcionaba datos vitales a los cabecillas de una organización dedicada a robar autos en las calles. Según la causa, informaba por WhatsApp (¿nadie la veía?) dónde apuntaban las cámaras, en qué sitios no había domos y dónde había controles o móviles cerca. En la fiscalía de José Bringas avanza otra causa similar: un policía que era chofer de un jefe y que le proporcionaba datos clave a una banda de ladrones de autos en villa La Tela. A todo esto, días atrás, un policía que no estaba en funciones fue atrapado por haber asaltado a un taxista también en la Capital. Le robó una riñonera Tres hombres, entre ellos un policía (de lentes), fueron condenados por el brutal asesinato de un jubilado en la ciudad de Río Cuarto. (Tomy Fragueiro) “Datero” de homicidas Si hablamos de “colaboraciones” con la delincuencia, en las últimas horas fue condenado a 16 años de prisión un policía de Río Cuarto (otra vez, Río Cuarto) en el marco de un juicio por el crimen de un jubilado. La víctima había sido golpeada y amenazada por delincuentes que habían entrado a robarle a su casa en 2021. Buscaban dólares. Según la causa, el policía Franco Gastón Miranda les proporcionó datos clave sobre la existencia de ese supuesto dinero. El uniformado trabajaba en un área clave como lo es investigaciones. El jurado popular lo halló culpable como partícipe de homicidio en ocasión de robo. Sus cómplices, los dos autores materiales del crimen, recibieron 18 años de cárcel. Presos por drogas A todo esto, varios uniformados han caído en los últimos tiempos por vínculos con la venta de droga. El caso más escandaloso sucedió en junio cuando dos efectivos de Investigaciones de Córdoba fueron sorprendidos con 21 bolsitas de marihuana en un auto oficial (de civil) ya dentro de la Cárcel de Bouwer. Los efectivos habían ido al penal a cumplimentar una diligencia. En el marco de una requisa de rutina con un perro adiestrado, personal penitenciario descubrió la droga escondida en una guantera. Detalle: el personal de Investigaciones Criminales no investiga narcotráfico y mucho menos puede secuestrar drogas. Esos policías siguen presos como un expolicía que cayó en Marcos Juárez en junio por integrar una banda mixta dedicada a la venta de drogas en aquella región. Al mismo tiempo, avanza la causa contra otro policía de la Caminera que cayó, meses atrás, en Salsacate por manejar una banda minorista de venta de drogas. “Varios de los detenidos no estaban trabajando de policías… Pero nos preocupa de igual modo. Son policías en el fondo, no tendrían que ser delincuentes”, dijo otra autoridad.
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