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» Clarin
Fecha: 04/07/2024 05:05
Con la llegada del invierno, también emergen una serie de creencias arraigadas sobre cómo protegernos del frío y evitar enfermedades. Desde el temor a las corrientes de aire hasta la idea de que los mocos pueden ser causados por andar descalzo, estos mitos perduran en la conciencia colectiva. Sin embargo, ¿cuánto hay de verdad en estas afirmaciones? María Varas, médica pediatra y exjefa del departamento materno infantil del Hospital Álvarez, desarma creencias populares sobre los días de frío a la luz de la evidencia científica. “Transmitidas de generación en generación, existen creencias fuertemente arraigadas en la población que influyen -y muchas veces condicionan- poderosamente la manera con que cuidamos nuestra salud y la de nuestros hijos”, dice a Clarín la médica y miembro titular de la Sociedad Argentina de Pediatría. “Con el comienzo de las clases todos los años asistimos a un aumento de los contagios, particularmente de virus respiratorios en los más pequeños. Este año no es la excepción y, en forma más precoz que en años anteriores, asistimos a picos de infección en pediatría que saturan las guardias y las camas de internación”, advierte. Con las enfermedades propias de la estación, reaparecen muchos mitos en el intento de preservar y cuidar la salud de los más pequeños: “Todos hemos escuchado -incluso insistentemente- alguna de estas frases. Personalmente, ¡tengo tantas de mis abuelos, mi madre y mi padre! Muchas otras las traen a la consulta pediátrica las madres y padres de los niños y niñas que atiendo, y no pocos comentan: ‘¡Tendría que traer a la abuela para que te escuche!’. Es que, cuando de mitos se trata, los abuelos y abuelas son verdaderos ‘influencers’”, lanza Varas, también docente de la UBA. Con las enfermedades propias de la estación, reaparecen muchos mitos en el intento de preservar y cuidar la salud de los más pequeños. Foto: ilustración Shutterstock. 10 mitos de invierno que hay que desterrar A continuación, la médica pediatra María Varas (en Instagram, @pediatriaymas.ar) destierra mitos populares relacionados con las épocas de frío: 1 - “Abrigalo mucho, especialmente el pecho que va a tomar frío y se va agarrar una neumonía”. FALSO. La neumonía es una infección por virus o bacterias, pero no entran por el pecho. Se contagia de persona a persona. 2 - "Cerrá todo, que no haya corriente de aire, eso es lo que enferma". FALSO. En todas las estaciones, lo más saludable es ventilar bien los ambientes. 3 - “Cómo no va a tener moco si anda siempre descalzo”. FALSO. Los virus que provocan mocos no ingresan por los pies ni enferman más por estar descalzos. 4 - “Otra vez está enferma, la tuve toda la semana adentro, hoy la llevé hasta la esquina y volvió chorreando la nariz”. FALSO. El aire y el viento frío pueden irritar la nariz y aumentar los mocos nasales, pero eso no se considera una enfermedad. 5 - “No le dimos las vacunas porque me dijeron que con mocos y tos no se podía”. FALSO. Vacunarse con tos y mocos no empeora el cuadro ni disminuye el efecto de ninguna vacuna. Al aire libre tienen menos riesgo de contagiarse que en un ambiente cerrado. Foto: ilustración Shutterstock. 6 - “Llevar a los chicos a la plaza en invierno, ¡ni loca! Mejor adentro y bien calentitos para que no se enfermen”. FALSO. Al aire libre tienen menos riesgo de contagiarse que en un ambiente cerrado. La exposición a la luz solar mejora la absorción de vitamina D que aumenta las defensas. 7 - “Haceme un certificado para que falte a natación estas semanas de frío, así no se contagia ningún virus por el agua de la pileta”. FALSO. Los virus respiratorios no se contagian a través del agua de la pileta. 8 - “Después que le dí la vacuna de la gripe se agarró un cuadro de mocos y tos terrible”. FALSO. La vacuna de gripe no enferma, pero protege sólo de virus influenza, no de otros virus respiratorios. La fruta, el pan integral, los cereales o la leche, aunque fría, brindan al cuerpo más calorías y nutrientes que infusiones calientes. Foto: ilustración Shutterstock. 9 - “En invierno quiero que tome un té antes de salir a la mañana para que le dé calor al cuerpo”. FALSO. Es bueno que desayunen, pero la fruta, el pan integral, los cereales o la leche, aunque fría, brindan al cuerpo más calorías y nutrientes que infusiones calientes. 10 - “Con el frío es mejor no bañarlo todos los días”. FALSO. Un baño tibio es reconfortante, no tiene riesgo de enfermar y hasta permite descontaminar la piel. 11 - “Nos dijeron que posterguemos la vacuna de la gripe para no dar todas juntas con las del calendario”. FALSO. Todas las vacunas de calendario pueden aplicarse con la de gripe. No hacerlo es una oportunidad perdida de inmunización. 12 - “Dar un antibiótico en cuanto comienza el cuadro puede evitar que se complique”. FALSO. Los antibióticos se dan en infecciones bacterianas y la mayoría de las infecciones respiratorias son virales y autolimitadas. Dar antibiótico en estos casos no evita las complicaciones y genera resistencia a los antibióticos. La exposición a la luz solar mejora la absorción de vitamina D que aumenta las defensas. Foto: ilustración Shutterstock. Reflexiona Varas: “Las madres y los padres se ven interpelados con frecuencia por personas con alguna experiencia, generalmente mayores que ellos. Suelen no sentirse solo cuestionados en la manera de prevenir o tratar enfermedades, sino también en relación al amantamiento, a la forma que dan de comer, que abrigan, que generan hábitos de sueño, que establecen límites y tantos otros temas”. “Estar informados y contar con pediatra que acompañe permite a la familia afianzarse, sentirse segura, consensuar lo que considera bueno y saludable para su hijo o hija”, dice, y sugiere: “A los abuelos les corresponde un rol muy valioso, pero tienen que aceptar respetuosamente las decisiones de sus hijos cuando de la crianza de sus nietos se trata”. Por último, y con el fin de sobrellevar lo más airosamente posible el invierno y las infecciones respiratorios en la infancia, la médica pediatra invita a tener en cuenta premisas demostradamente eficaces para reducir la frecuencia y el impacto de las mismas: Lactancia materna Lavado de manos Alimentación natural y saludable Calendario de vacunas actualizado Ambientes ventilados y libres de humo Conocer signos de empeoramiento Consulta precoz en casos moderados o severos No automedicar No concurrir a jardín o escuela estando enfermos
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