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» LM Neuquen
Fecha: 04/07/2024 04:59
Los isleños comparten sus experiencias tras el impacto del huracán Beryl, que dejó a la isla Unión en ruinas. Katrina Coy sobrevivió a la noche en que el huracán Beryl devastó su casa en la idílica isla Unión con una fuerza feroz. Aún está desconcertada por la magnitud de la devastación. "Prácticamente, todos los edificios de la isla, frente a San Vicente y las Granadinas, fueron arrasados o gravemente dañados", afirmó Coy en un mensaje de video. "Casi todos en la isla están sin hogar. Apenas quedan algunos edificios en pie. Las casas están derribadas, las carreteras bloqueadas, los postes de electricidad caídos en las calles", describió. El pescador y guía de pesca Sebastien Sailly coincide con esta evaluación. "Todo está perdido. No tengo dónde vivir", relató Sebastien, quien reside en la isla Unión desde 1985 y vivió el huracán Iván en 2004. Sin embargo, asegura que Beryl fue de otro nivel. huracan.jpg El huracán arrasó con casi toda la isla "Es como si hubiera pasado un tornado por aquí. El 90% de la isla fue borrada", lamentó Sebastien, cuya voz aún refleja el impacto y el miedo. Su prima, Alizee, quien administra un hotel con su familia, compartió una experiencia angustiante durante el paso de Beryl. "Debimos empujar muebles contra puertas y ventanas para evitar que los vientos sostenidos y las fuertes ráfagas las abrieran", relató Alizee. "La presión era tan intensa que la sentías en los oídos. Podíamos escuchar el techo desmoronándose y estrellándose contra otro edificio, ventanas destrozadas, casas inundadas", detalló. "Nadie esperaba que el paso del huracán fuera tan terrible. Todo el mundo está traumatizado", añadió Alizee. Sebastien, además de pescador, es agricultor ecológico y apicultor. Lamentablemente, perdió sus dos granjas y colmenas, que quedaron totalmente destruidas. huracan2.jpg A pesar de las pérdidas materiales, Sebastien afirmó que la prioridad inmediata de la comunidad es construir refugios temporales. "La gente intenta reunir madera y láminas de plástico para construir algún tipo de alojamiento temporal para sus familias. Y obviamente, encontrar agua y comida va a ser difícil", agregó. Otros testimonios sobre el huracán Alizee Sailly subrayó la urgencia de otros suministros esenciales en la isla Unión, desde alimentos enlatados y leche en polvo hasta productos sanitarios, botiquines de primeros auxilios y tiendas de campaña, además de generadores. Con la electricidad y las comunicaciones aún cortadas, Alizee solo pudo enviar mensajes conectándose a la red de satélites Starlink lanzada por la compañía SpaceX de Elon Musk. El gobierno de San Vicente y las Granadinas reconoció la magnitud del problema. En un discurso, el Primer Ministro Ralph Gonsalves resumió la sensación de conmoción en toda la nación caribeña. "El huracán Beryl, este peligroso y devastador huracán, vino y se fue y dejó a su paso una inmensa destrucción. Dolor y sufrimiento en toda nuestra nación", expresó Gonsalves. La respuesta de la política huracan3.jpg El Primer Ministro prometió reaccionar lo más rápido posible para abordar la larga lista de prioridades tras el huracán. Sin embargo, en la isla Unión existe cierto escepticismo sobre la capacidad del gobierno para enfrentar la situación. "Espero que puedan enviarnos militares y guardacostas para ayudarnos. No tengo idea de si serán capaces de reconstruir la isla, pero no lo creo", manifestó Sebastien. "Esto requerirá miles de millones de dólares, un año o más y se necesitará ayuda internacional", añadió. Katrina Coy, directora de la Alianza Ambiental de la Isla Unión, hizo un llamado urgente a los miembros de la diáspora caribeña para que ayuden en todo lo posible. "Necesitamos ayuda con urgencia. Kits de emergencia, comida, gente que debe ser evacuada, todo eso es necesario en este momento", subrayó. Embed Durante años, la Sra. Coy realizó un trabajo crucial por la seguridad del acceso al agua en la isla Unión, un recurso vital para las pequeñas comunidades insulares del Caribe. Es desgarrador, según sus colegas internacionales, que debido al paso del huracán todo ese trabajo se haya perdido. Beryl tocó tierra el lunes como huracán de categoría cuatro, con vientos sostenidos de 240 km/h. Miles de personas siguen sin electricidad y muchas se encuentran en refugios temporales en San Vicente y las Granadinas, Granada y Santa Lucía. A pesar del caos y la falta de vivienda en cada rincón de la isla, Sebastien Sailly se siente agradecido de que las cosas no hayan sido aún peores. "Lo más importante es que seguimos vivos, no las pérdidas materiales", concluyó Sebastien.
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