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  • Evitta Luna: su dura historia de vida, el humor como escape y su objetivo en las redes

    » Infobae

    Fecha: 04/07/2024 04:42

    Evangelina Luna, conocida artísticamente como EvittaLuna, es una actriz y creadora de contenido oriunda de Uruguay. Saltó a la fama con sus videos de humor en TikToke Instagram y hoy cuenta con 2,5 millones de seguidores. Estudió teatro y en 2019 decidió comenzar a subir contenido humorístico a las redes. Al principio no lograba el impacto que buscaba, pero pronto surgió el personaje por el que se hizo más conocida: Shanina, la depiladora. Su creatividad y talento no pasaron desapercibidas en la pandemia, en donde comenzó a hacer viral y el contador de seguidores comenzó a subir rápidamente. Actualmente, se la puede ver en Dinero y Amor, en Blender, donde comparte elenco con su novio, el también actor y creador de contenido Tomás Quintín Palma. Además, se presentará el próximo sábado 27 de julio con su unipersonal #Pará Desquiciada en el Teatro Picadilly. Se trata de una historia conmovedora y graciosa que deja al descubierto como ha sido su vida y de dónde nacen sus personajes que son furor en las redes. Evitta: “Las redes democratizan, pero también fomentan un mundo de superficialidad que a mí me da mucho terror” Mai: — ¿Qué opinas del mundo de las redes sociales como creadora de contenido? Evitta: — Las redes sociales no tienen un valor en sí. Lo que tiene un valor es lo que yo quiero generar con eso. Para mí es como muy frívolo. Yo estoy en ese código, pero porque yo quiero que el día de mañana la gente vaya al teatro. Ese es mi objetivo. Después sí hay otros videos que tienen otra profundidad que sí tienen un valor por sí mismos, pero la mayoría de las cosas son cosas de que quiero que entre el humor en un minuto y es difícil. Mai: — ¿Podés hacer arte en un minuto? Evitta: — Sí, yo creo que sí. Creo que se cuela. Mai: — ¿Cómo te metiste en el mundo de las redes? Evitta: — Los de las redes para mí fue algo planeado, no fue azaroso. En 2019, empecé con videos en Instagram, que no me seguía ni mi vieja. Después en el 2020 explotó todo con la pandemia, con TikTok. Mai: — ¿Cómo tomó tu familia que te dedicaras a hacer humor en redes? Evitta: — Todos mis hermanos son muy graciosos, somos 9 hermanos y una mamá soltera, una vida muy jodida. El humor de alguna manera fue como una herramienta para sobrevivir, para pasarla un poco mejor, naturalmente el niño siempre busca defensas para un contexto muy fuerte como es la pobreza. De esos contextos es muy difícil salir. A mi madre su abuela le enseñó a leer y fue muy presente en su infancia, que le estimulaba la lectura y la creatividad. Y algo que yo tengo de mi infancia es que mi vieja nos leía mucho. No teníamos tele y mi vieja nos leía libros a todos y lo dejaba como en un momento de suspenso, como un capítulo de Netflix. Mai: — ¿Por qué decís que fue planeado lo de las redes? Evitta: — Yo sentía que tenía que hacer videos. La cuestión era tener un celular. Tenía uno muy medio pelo que no tenía ni memoria y aprendí a editaba, todo sobre la marcha. Me fui de vacaciones con mi hermana y el novio, me sumaron, y no me había atendido la depiladora y yo le decía a mi hermana: “No me puedo poner la malla, me da cosa”. Ella es muy graciosa y me dice: “¿Sabés por qué no te atendió? Porque tenés vagina XL”. Y empezamos a cargarnos con esto de vaginas premium. Una pirámide de chistes. Ella decía algo y yo otro cosa; y así. Ella es la más graciosa de toda mi familia. Hacía tiempo que no hacía videos y digo: “Tengo que hacer un video con eso”. Lo hice, lo subí a Instagram y había gente que me empezó a comentar y ya no eran mis amigas, eran otras personas. Lo metí en TikTok que casi no tenía seguidores, pero sin ningún ánimo. A las horas veo que tengo explotada la casilla. Tuve 20 mil seguidores en cuestión de horas y dije: “A este caballo me subo”. Esta es la mía. Y ahí surgieron los videos de Shanina, la depiladora. Pero no quería encasillarme en eso. Así que después surgió la vividora, la tarotista... Algunos de los personajes más conocidos de Evitta en las redes. Mai: — ¿Y antes de eso sentías que la podías llegar a pegar el algo que tuviera que ver con lo artístico? Evitta: — Sí, cuando era chica le decía a mi hermana Caro: “Yo voy a ser famosa”. Lo sentía. Siempre hubo algo en infancia que yo decía: “Hay algo mal en la matrix”. Yo no tengo que estar acá pasando hambre. Realmente, yo sentía eso y después la vida me llevó. Mai: — ¿Pasabas hambre? Evitta: — Sí, la verdad que sí. Mai: — ¿Les costaba comprar comida? Evitta: — Sí, mi madre limpiadora. Éramos nueve hermanos. Era muy difícil prestarnos atención a todos y me acuerdo un momento de ternura, en donde la vi en un lugar materno de cuidado. Una vez me leyó un libro grueso en tres horas, pero porque yo decía: “No lo termines”. Fue un momento como muy poético si lo veo de afuera. Las dos sentadas en la cocina de mi casa, en una casa muy precaria y ella leyéndome. Ese recuerdo es un gran tesoro en vida. Mai: — ¿Te gusta leer? Evitta: — A mí me ha salvado la lectura. Me gustaría leer más de lo que leo, también. Mai: — Era el único recurso que tenías a tu alrededor para entretenerte. Evitta: — Sí, me fomentaba la imaginación. Yo recién tuve un celular a los 19 años, pero en un contexto de pobreza.Ahora estamos en una época en la que todos dicen: “Si no me gusta no lo hago, si no me gusta no leo” y no es así. Lo tenés que hacer igual. Yo a veces cuando veo que hace días que no leo, me pongo a leer para nutrirme. Yo no puedo estar desconectada de la realidad, necesito nutrir la imaginación, tener momentos de aburrimiento, son lugares que me tengo que dar. A veces no me gustan porque es más fácil ponerte Gran Hermano. No lo juzgo, yo lo hago. Pero el tema es equilibrar todas esas cosas. A veces el celular te usa a vos en vez de vos usar el celular. ¿Por qué voy a seguir scroleando? ¿En qué me nutre? En nada. "Hay una cultura de que uno es lo que tiene y no me genera rechazo sino preocupación", explicó la actriz. El efecto de las redes Mai: — Todos sabemos que las redes sociales y el uso excesivo del celular es nocivo en nuestras vidas. Se sabe la dopamina que nos genera, etc. Pero también soscreadora de contenido y formas parte de eso. ¿Cómo lo vivís? Evitta: — Sí, es adictivo. Es una droga. A veces estoy un poco peleada con eso. Lo laburé mucho en la terapia porque cuando empecé con todo esto hubo particularmente un mes que me dio mucha ansiedad. Vivimos en una sociedad muy ansiosa y todos lo tenemos, pero también laburo mucho para eso, hago ejercicio, etc, pero me acuerdo que decía: “No quiero ser una estúpida” porque yo tenía miedo de convertirme en una estúpida, una persona que ve a la gente por sus seguidores. Es Black Mirror, realmente. A veces veo las lógicas esas, por ejemplo, en el VIP del boliche ¿quién está? Mai: — Los que más seguidores tienen. Evitta: — Es como que a veces yo me encuentro en ese lugar y digo… Mai: — No quiero ser parte Evitta: — Pero a veces también estoy bailando y tomándome un daikiri. Uno es muy complejo como ser humano. Pero realmente es algo con lo que yo converso todo el tiempo. Las redes sociales fomentan todo un mundo des superficialidad que a mí me da mucho terror. Como si el valor de una persona pasara por lo que tiene puesto. Mai: — Hace poco subiste un video en el que cuestionabas a las creadoras de contenido que están todo el tiempo mostrando lo que tienen. Evitta: — Yo siento que la cosa alevosa de lo que uno tiene realmente lo siento, en un principio, muy vulgar, si uno quiere ser fino. Tini no muestra las cosas que se compra, para poner un ejemplo. Hay una cultura de “uno es lo que tiene”. Uno es todo el maquillaje que tiene, el ácido hialurónico, uno es lo que aparenta, la piel estirada, y no es así. Confío más en la gente que lee y recomienda libros que en la gente que muestra lo que se compró en Sephora. Ni siquiera es rechazo lo que me genera, me genera preocupación porque también hay un montón de gente que se está formando su personalidad y consume muchas horas de TikTok. “En las redes prefiero la gente que lee y recomienda libros que los que muestran lo que se compraron”, admitió Evitta. El uso del celular El uso del celular entre los jóvenes ha alcanzado niveles sin precedentes, configurando gran parte de sus interacciones sociales, actividades de ocio y hasta su desarrollo educativo. Las notificaciones constantes, las redes sociales y la accesibilidad a una infinita cantidad de contenido han hecho que los dispositivos móviles se conviertan en una extensión de ellos mismos. Sin embargo, este uso intensivo no está exento de consecuencias negativas en la salud mental, como ansiedad, depresión y la falta de atención, entre otras problemáticas descubiertas en los últimos años. ¿Qué pasa del otro lado de la pantalla? ¿Cómo lo viven los creadores de contenidos? Mai: — ¿Cómo te manejas vos con el uso de tu celular? Evitta: — Las notificaciones las tengo todas desactivadas. Entro cuando yo quiero, yo lo voy a decidir no el teléfono. Mai: — ¿Qué recomendación le das a esos chicos que se criaron con estas tocologías y ya no son ni conscientes del tiempo que pasan frente a las pantallas? Evitta: — Que se aburran, que no hagan nada. Si quieren hacer algo agarren un papel y dibujen. Yo me pongo mucho música clásica, a veces estoy ahí con mis gatitos, los observo, veo pasar la vida. Estudié teatro y ahí aprendí que la creatividad reside en la observación, los personajes que ves en los bondis… a veces nos perdemos mucho por estar en la pantalla y hay un mundo mucho más interesante y rico a nuestro alrededor. Mai: — ¿Y qué son las redes para vos? Evitta: — Es una excusa para que la gente venga al teatro. Siento que uno le puede dar mucho con un palo, pero es verdad que también acercan a la gente. Da posibilidades. Democratizaron mucho el arte, la música, antes tenías que conocer a alguien para si quiera pensar en hacerte conocido. Lo cierto es que el celular no es ni bueno ni malo, es un aparto. Uno tiene que tener cuidado del uso que le da. Pero es aplicable a todo porque también si leer mucho y estás encerrado, te perdes también la realidad. Es el uso que uno le da a las cosas. Uno debería poner controlar más y ser más autónomo.

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