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  • Confirmaron el procesamiento de Fernando Espinoza por abuso sexual

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    Fecha: 04/07/2024 02:56

    La Sala VII de la Cámara de Crimen confirmó hoy el procesamiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por presunto abuso sexual a su ex secretaria privada Melody Raskaukas, por lo que la causa quedó a un paso del juicio oral y público. Además, en el fallo se le dictó un embargo de 1.500.000 de pesos sobre sus bienes. Con esta decisión se ratificó la decisión de la jueza de primera instancia María Fabiana Galetti, quien había procesado a Espinoza por los delitos de abuso sexual y desobediencia a una orden judicial. Este último cargo se debe al hecho de que el intendente tenía prohibición de acercamiento a la víctima y sin embargo la abordó por teléfono para persuadirla de que retirara la denuncia en su contra. La posición de los jueces Juan Cicciaro y Rodolfo Pociello Argerich va en sintonía con la del fiscal Mauricio Viera, quien había dictaminado para que se ratificara el procesamiento. Esto no les gusta a los autoritarios El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad. Hoy más que nunca Suscribite Melody Rakauskas denunció a Fernando Espinoza De esta manera, el expediente retornará al juzgado de Galleti, quien deberá resolver si da por finalizada la instrucción en caso de que considere que ya está agotada la instancia de investigación. Si así lo fuera, la jueza le requerirá a las partes que se expidan sobre si el expediente debe ser enviado a juicio oral, en cuyo caso la causa se sorteará entre los tribunales orales para darle continuidad al proceso judicial. Los hechos por los que Espinoza quedó procesado datan del año 2021, poco después de que Melody Rakauskas empezara a trabajar en la secretaría privada del intendente matancero, por una recomendación del ex novio de ella. La mujer relató que el jefe comunal se apersonó en el domicilio privado de ella y allí se habría producido los “tocamientos impúdicos” sobre el cuerpo de la mujer sin consentimiento, según da cuenta la denuncia. La mujer que denunció a Fernando Espinoza repudió la foto junto a Kicillof y contó: "Tengo miedo de que me maten" La historia no terminaría ahí ya que luego de que Rakauskas estableciera la denuncia, la mujer habría sido presionada personalmente por Espinoza para que la retirase, a cambio de un emprendimiento inmobiliario y otras cuestiones materiales a modo de soborno, en conversaciones que quedaron grabadas. A raíz de los hechos, el juzgado 31 dictó el procesamiento de Espinoza y le impuso un embargo por 1.500.000 de pesos, sumado a la prohibición de acercamiento y cualquier contacto con la víctima. Por qué se imputó a Fernando Espinoza La exsecretaria denunció que, a menos de una semana de haber sido contratada, Espinoza estableció que cenaría en su casa. Ella le dijo que no entendía y el intendente le preguntó “qué cosa no entendía”, por lo que sintió presión. Su pareja, amigo de Espinoza, le indicó que era algo “normal”, ya que por su investidura no podía salir a comer a cualquier lugar. La joven aclaró que se sintió muy incómoda durante la cena y que, a los pocos días, el funcionario volvió a invitarse a su hogar "para conversar cuestiones de trabajo". "Nunca vamos a encubrir abusos sexuales": la respuesta de las mujeres de La Cámpora a la foto de Kicillof con Espinoza En su descargo, la mujer incluso menciona que creía que su jefe le ponía “algo” en la bebida, pero que en esa segunda visita no hubo abuso sexual, sino una conversación incisiva sobre su vida personal, por lo que ella recordó que estaba en pareja desde hacía años. En la tercera cena, ocurrida el 10 de mayo, el hombre habría atacado a su secretaria. Aduciendo dolores cervicales, Espinoza le habría pedido masajes. La joven se negó y le ofreció un analgésico, pero el hombre se desabotonó la camisa e intentó convencerla diciendo: “No tengas miedo” y “no seas boluda, las mujeres de mis amigos tienen bigotes”. “Fernando, no sé qué vas a hacer pero te pido que no, te pido que te vayas de mi casa” y “que estaba todo bien, pero no se sentía cómoda “, le dijo la joven, según su denuncia. Sin embargo, el hombre ingresó a su habitación, “se quitó el pantalón, la camisa que previamente se había desabotonado y quedó en ropa interior”. Ella reiteró su invitación a que se retire de su departamento, pero “el imputado la sujetó fuertemente, indicando la víctima que no recordaba exactamente cómo pasó, pero que él logró terminar encima de ella en la cama”, indica el texto. "¿Me vas a hacer masajes sí o no?", la increpó, sosteniéndola de las muñecas. “Quedate tranquila. Siempre te tuve ganas, va a estar todo bien”, le decía el imputado, mientras la besaba, manoseaba y le pedía sexo oral. El hombre habría forcejeado para terminar de desnudarse y quitarle la ropa a la joven, por lo que le rompió la camisa. Ante la resistencia de su empleada —contratada en negro— el intendente se habría frustrado y dicho: “Bueno, listo. Ya está, se terminó todo. Me voy, no te preocupes”. “Me lo dijo de una manera amenazante, como un tono de poder que él sabía que es mi jefe”, recordó la denunciante. “Me sentí ultrajada. Me quitó las ganas de todo”, sumó. Fernando Espinoza y la causa judicial que impulsó Carrió que podría reabrirse Mientras se iba de su casa, “enojado, con mirada agresiva y tono amenazante, él me dijo: ‘Sos una boluda, no sabés de lo que te perdés. Pero bueno, allá vos’”, detalló. Al día siguiente, según el relato de la víctima, Espinoza concurrió a la oficina “como si nada” y contó que la postura de su pareja fue “minimizar todo” y aconsejarle que lo “dejara pasar”. Un par de días después, Espinoza le escribió por Telegram: "¿Cuándo me vas a volver a invitar a cenar?". La mujer manifestó haber sentido miedo y tener pensamientos suicidas. La situación laboral se tornó hostil y le advirtieron que “tenía los días contados”, lo que interpretó como “una amenaza de muerte”. En este contexto, radicó su denuncia por abuso sexual. Luego, la denuncia por “desobediencia” fue presentada cuando, a pesar de que ya había una orden de restricción, el intendente la habría vuelto a contactar el 1º de julio. “En los delitos contra la integridad sexual, el testimonio de la víctima resulta naturalmente una prueba dirimente, toda vez que son hechos que, por su propia naturaleza, suelen tener lugar en ámbitos de intimidad y confianza, exento de las miradas de terceros”, explicó la jueza. Asimismo, Galletti desestimó la versión presentada por Espinoza, por contradecirse. “La hipótesis defensista se basó en negar que la víctima cumplió tareas en el municipio, pero luego se reconoció que sí trabajó”, informó. “También se intentó negar la concurrencia del imputado al departamento de la víctima alegando que todo lo denunciado era falso, pero luego Espinoza reconoció que sí concurrió a su domicilio pero sólo para dialogar por ‘cuestiones de trabajo’ (habiendo comenzado a trabajar desde hacía pocos días en su municipio), y que se trató solo de una oportunidad no recordando cuándo (y no 3, como aseguró la víctima)”, continuó la magistrada. Aunque la denunciante transitó contradicciones en sus declaraciones judiciales, que fueron cruzadas con las de un testigo, un hombre que tuvo una relación extramatrimonial con ella y que fue quien la recomendó para el trabajo, la jueza no le dio espacio al relato que fue parte del descargo de Espinoza. "No resulta suficiente para desligarlo de la responsabilidad", apuntó en el fallo. La Justicia logró comprobar que Espinoza efectivamente estuvo al menos en las inmediaciones del domicilio de la denunciante durante la noche del 10 de mayo gracias a los registros de las antenas de telefonía celular. Según la jueza, “luce más acertado y natural pensar que la damnificada padeció inesperadamente los tocamientos impúdicos sobre su cuerpo sin su consentimiento por parte de quien se trataba su jefe en ese entonces y de una persona pública, y de la manera que pudo denunció lo ocurrido, con angustia y perturbada producto del accionar sorpresivo y deliberado del imputado de avasallar su libertad sexual aprovechando su autoridad, que la coloca naturalmente por su rol en una situación de desventaja”. RM / Gi

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