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» El Ancasti
Fecha: 03/07/2024 11:26
José Varela y su familia se plantaron en la mañana del martes frente a Casa de Gobierno, en un acto de reclamo por la falta de respuesta ante su pedido de una vivienda digna que les permita salir del frío y la incertidumbre en la que se encuentran viviendo desde principio de año cuando se instalaron en el Camping Municipal de la Quebrada. A pesar de haber solicitado ayuda al IPV y haber recibido una visita de una asistente social, las promesas de una pronta resolución parecen desvanecerse en el aire, dejando a la familia en una situación desesperada. Mencionó los empleados en la legislatura Muia pide al Estado provincial que también ajuste sus gastos En ese sentido, José señala que desde el IPV los visitaron en el mes de marzo, “pero nunca más volvieron”. Después él mismo concurrió al organismo estatal para agilizar los trámites pero siempre obtuvo las mismas respuestas: “cualquier cosa te llamamos” y “ya te vamos a solucionar la vivienda”. “Pero mire ese frío que se viene ahora, lo que está la humedad para pasar la noche allá”, expresa visiblemente angustiado a las cámaras de El Ancasti. La familia, compuesta por José Varela, Ana Barros, una hija adolescente con discapacidad de 19 años y dos hijos mellizos de 3 años, continúa viviendo en el Camping Municipal de La Quebrada mientras aguardan desesperadamente una solución habitacional. A pesar de estar inscriptos en el Instituto Provincial de la Vivienda desde hace más de 4 años, la asignación de una vivienda digna parece ser un objetivo lejano. Dolor de una madre Acerca de cómo viven esta situación, Ana Barros aseguró sentirse devastada por la falta de respuestas, “se vienen los días fríos y gracias a Dios hoy no se nos han enfermado los chicos, pero la nena más grande está teniendo convulsiones muy seguidas. Hace dos días que le agarró convulsiones, hacía bastante que no le daba, así que queremos que nos ayuden”. “Ojalá se ponga la mano en el corazón el gobernador, nos dé una mano y nos ayude”, indicó la madre de la familia y finalizó resaltando la buena voluntad de los vecinos, “damos gracias a la gente que nos están colaborando, nos donan muchas cosas”. En cuanto a la posibilidad de acceder a una vivienda, José, el padre de la familia, afirmó que “no quiero que me regalen la vivienda”, por lo que cuentan con los medios para hacer frente a las cuotas y salir de esta situación precaria en la que se encuentran desde hace casi medio año. Además, expresó su frustración ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, señalando que, a pesar de tener un empleo y un garante, no han sido considerados para recibir una vivienda, incluso cuando otras han sido retiradas por falta de pago. “El otro día el ministro Sáenz dijo que iba a entregar cinco casas a familias en situación de calle. Y yo hasta ahora solo tuve conocimiento que la única familia en situación de calle somos nosotros. No sé entonces a quién le dan esas viviendas, a los que ellos quieren”, espetó. Para cerrar, manifestaron que no se moverán de la puerta de Casa de Gobierno hasta obtener una respuesta, “voy a acampar acá hasta que tenga solución, porque yo no pienso pasar más frío, junto con mis hijos. Yo de acá ya no me muevo, porque ya fui para todos lados y no tengo respuesta de nadie. Seis meses En un principio, residían con un pariente en el Barrio Mil Viviendas, pero ante la imposibilidad de mantenerse allí y con recursos limitados que no les permiten costear un alquiler, especialmente dada la elevada tarifa actual en el mercado, la familia tomó la angustiante decisión de trasladarse al camping municipal. La falta de opciones se agravó en marzo, cuando la Justicia emitió una orden de desalojo a requerimiento de los encargados del predio. Lo que llevó a José Varela a realizar numerosas gestiones en el IPV en un intento por agilizar una solución y poder asegurar un techo para sus hijos. Según su testimonio, la asistente social del Instituto le manifestó que debía esperar a ser contactado, pero lamentablemente, desde entonces no ha recibido ninguna comunicación.n
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