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  • ¿Aceptará Brasil quedarse con todo el mercado chino de soja?

    » Infobae

    Fecha: 02/07/2024 16:41

    China es el mayor importador de soja del planeta, y Brasil domina este mercado (Revista Chacra) Un informe de AgResource despertó la polémica de una punta a la otra del planeta. El reporte, publicado en el portal del CME Group, especula con que China dejaría de comprar soja estadounidense en no mucho tiempo más y podría recurrir casi por completo al poroto brasileño. Basa su sospecha en las paupérrimas ventas de soja estadounidense 2024/25 con destino al gigante asiático. A esta altura de la temporada Beijing debería haber asegurado al menos 1 millón de toneladas de poroto norteamericano, y hasta ahora ha anotado poco y nada. La consultora cree que todo dependerá de la magnitud de la próxima cosecha brasileña, es decir si logra abrochar un volumen capaz de abastecer la demanda china hasta el punto en que el gigante decida prescindir de la soja estadounidense. Parece poco probable, al menos por ahora. Lo que sí es cierto es que China difícilmente vaya a importar una sola tonelada extra desde Estados Unidos por encima de lo que no pueda llevar de Brasil. La inminencia del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca seguramente colaborará con este escenario, ya que el republicano avisó que habrá nuevas tarifas de castigo para los productos chinos, y la soja es generalmente objeto de las represalias de Beijing. ¿Tiene visos de realidad la hipótesis de AgResource? Fuentes del vecino país indican que el informe fue recibido con escepticismo en Brasil, donde muchos señalan el riesgo que implica una dependencia de China aún mayor, a contramano del consejo de diversificar destinos. Un exfuncionario que en el pasado estuvo ligado a la Compañía Nacional de Abastecimiento advierte que la proyección efectuada por la consultora norteamericana es inviable, ya que entiende que China tampoco querrá depender tanto de Brasil. El especialista recuerda que cuando Lula intentó recientemente aumentar los impuestos al agro, Beijing escaló de inmediato sus compras en Estados Unidos, escenario que volvió a enfriar una vez que el Parlamento brasileño echó por tierra la propuesta del Ejecutivo. Los chinos están enojados con el país de las barras y las estrellas, pero son pragmáticos. Otros destacan los desafíos logísticos de aumentar las exportaciones de soja a China más allá de los elevados volúmenes que ya se están despachando. La mayoría cree que un escenario con Brasil como único vendedor de soja a China solo podría darse en caso de un enfrentamiento importante entre este país y Estados Unidos. Ahí puede ser otra historia. Se considera que la actual producción de soja en Brasil no permitiría ir por un objetivo más ambicioso en China(Revista Chacra) Si bien parece utópico en el caso de la soja, cabe recordar además que recientemente ha entrado en vigor la primera ley de seguridad alimentaria de China destinada a lograr la “autosuficiencia absoluta” en granos básicos, coherente con la pretensión de reducir fuertemente su dependencia de las compras extranjeras. Mientras todos estos debates se suceden, compradores chinos dejaron entrever que su país importará una cantidad récord de soja en julio. Tienen reservadas entre 12 y 13 millones de toneladas, la mayoría procedentes de Brasil. Confirma que por ahora China no tiene ningún apuro por anotar poroto norteamericano de la nueva cosecha, lo cual desespera a los inversores en Chicago. “Tarde o temprano tendrá que venir por nuestra soja”, asegura una conocida analista estadounidense, aunque su afirmación por ahora no tiene sustento. Trump tiene muchas chances de regresar a la Casa Blanca. Puede ser el certificado de defunción para la soja estadounidense (Revista Chacra) Otras manifestaciones confirman que en Brasil la idea del proveedor único no entusiasma demasiado, porque para asumir tal rol y reemplazar a la menguada exportación estadounidense debería concentrar todas sus ventas externas en China, al menos hasta logre incrementar sustancialmente su oferta. Hoy por hoy no es posible, sobre todo con una demanda interna creciente de soja, así como para la producción de biodiesel, que requiere casi 20 millones de toneladas del poroto y no para de crecer. Sin embargo, la sospecha de un Brasil como único proveedor del gran cliente se fortalece cuando se toma conocimiento de que considerando el período de enero a mayo, los envíos al gigante asiático fueron 2,5 veces superiores a los de los norteamericanos. Es más, una consultora uruguaya indica que en junio Brasil habría vendido 8,8 millones de toneladas de soja, casi el 90% de las importaciones totales de China, es decir siete veces más soja al gigante asiático en comparación con Estados Unidos. No cabe ninguna duda de que China es la responsable de que las exportaciones de soja de la campaña 2024/25 hayan tenido el peor comienzo para el país de las barras y las estrellas en los últimos 20 años. Se cree que esta tendencia tiene un rumbo inexorable, incluso por los precios, más allá de las desaveniencias políticas. Las exportaciones de soja estadounidense de la nueva campaña muestran un muy pobre desempeño (Revista Chacra) Para cerrar el círculo hay que decir que Brasil va camino de importar volúmenes récord de soja en 2024, lo cual refuerza la idea de que por ahora no está en condiciones de asumir un compromiso total con China. Entre enero y mayo de este año, el país compró más de 500 mil toneladas de la oleaginosa, según un informe de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex). En el mismo período de 2023, fueron sólo 84 mil toneladas, es decir, el volumen actual es seis veces mayor. La proyección indica que se traerán de afuera más de 1 millón de toneladas de soja, lo que confirma que Brasil está teniendo una cosecha menor a la esperada, del orden de los 146 millones de toneladas según la Conab. Antes de esto, las importaciones más abultadas de soja se habían dado en 2021, con 117 mil toneladas. El temor es que la posible estrechez de oferta de soja generada por una cosecha inferior a lo previsto pueda comprometer contratos y reducir las exportaciones. ¿Cuánto nos interesa realmente esta comedia de enredos? En principio, Chicago es nuestra referencia. Si la idea planteada progresa, irá marcando un deterioro creciente en los precios de la oleaginosa, que será difícil eludir. Estados Unidos parece ser el que sobra en esta historia, pero no resultará sencillo que vaya a reducir sustancialmente su producción de soja, aun con dificultades para colocarla en el mercado global. Otra historia que tendrá nuevos capítulos, sin duda.

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