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» Diario textual
Fecha: 02/07/2024 12:03
Andrés Gil Domínguez, defensor del juez federal Pablo Díaz Lacava, aseguró que, después de una serie de declaraciones testimoniales, surgió que su defendido “no es corrupto, ni abusador, ni maltratador o acosador” y reclamó que las diferencias podrían haberse solucionado en una mediación. El juez del Tribunal Oral Federal de Santa Rosa atraviesa también una segunda causa, de índole penal, donde se lo sindica de maltrato laboral e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Por esto último se le dictó una cautelar, luego modificada por la Justicia Federal, que le impedía ejercer como juez. Tal facultad puede ser dispuesta por el Consejo de la Magistratura. El reconocido constitucionalista pampeano defiende a Díaz Lacava en una causa que le sigue precisamente el Consejo de la Magistratura por presuntas irregularidades que, de establecerse, podrían destituirlo del cargo. “Mi defendido es una persona que tiene algunos problemas con parte del personal del organismo por su nivel de exigencia laboral”, reconoció el abogado, en contacto con Diario Textual desde a ciudad de Buenos Aires. “Esa exigencia le generó inconvenientes con un grupo de cinco empleados, además de una exempleada de una gestión anterior”, dijo. Hace unos días, Miguel Piedecasas, presidente de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, tomó declaraciones en Santa Rosa a una serie de testigos, entre ellos algunos jueces. “En esos testimonios quedó claro que Díaz Lacava no es un funcionario corrupto”, insistió. De acuerdo a Gil Domínguez, todo esto debía resolverse en una instancia de mediación institucional dentro del propio TOF y luego, eventualmente, ante Magistratura. “Hay que encontrar posiciones más amigables”, dijo. Denunció que el proceso penal tiene “irregularidades” porque no convocaron a otras personas por fuera de las supuestas víctimas. Aseguró que la fiscal Iara Silvestre cometió “abuso de poder” al solicitarle al juez que declare la violación de la medida cautelar que pesa sobre el acusado. A su juicio, la funcionaria “no constató en el lugar” la violación de restricción. “De ninguna manera el doctor violó tal restricción porque sólo ejerció su derecho a defensa”, aseguró el defensor, para quien los denunciantes “pudieron declarar libremente” en la Justicia. “De todos modos, por pedido de las personas que eran testigos y denunciantes, se retiró a su despacho cuando prestaron declaración y siguió el trámite vía Zoom”, añadió, en alusión a una jornada del proceso declaratorio. “Tiene una medida cautelar de protección sobre eventuales víctimas que ha cumplido. Todo esto le causa problemas para ejercer como juez. Sólo cuenta con una persona que le colabora con trámites administrativos, aunque no fue designada por él y no es de su confianza”, lamentó el defensor. “Escapa a mi si hay algo personal contra Díaz Lacava”, dijo. “Sí, en cambio, es muy exigente laboralmente y eso a algunas personas les afectó. En las declaraciones testimoniales quedó claro que mi defendido no es corrupto ni abusador”, concluyó.
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