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» El Ancasti
Fecha: 02/07/2024 10:43
A la decisión de no asistir a la Cumbre del Mercosur programada para el lunes que viene para no cruzarse con Lula Da Silva, Javier Milei le sumará su participación el sábado en la Conferencia Política de Acción Conservadora que se realizará en Camboriú con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro como estrella principal. Milei reincide en una malversación del rol presidencial que subordina los intereses argentinos a preferencias facciosas, simpatías personales y ansias de figuración inducidas por su megalomanía. El cargo está vacante desde noviembre El abogado Jorge Bracamonte será propuesto para la Corte de Justicia El enfrentamiento con Lula es de vieja data, pero recrudeció después de que el mandatario brasileño consideró que su par argentino debería pedir “disculpas” por las “tonterías” que le había dispensado. Como era de esperarse, Milei no solo evitó disculparse, sino que redobló los agravios y tildó a Lula de “corrupto”, “zurdito con el ego inflamado” y “comunista”. "¿Cuáles son los problemas, que le dije corrupto? ¿Acaso no fue preso por corrupto? ¿Qué le dije comunista? ¿Acaso no es comunista? ¿Desde cuándo hay que pedir perdón por decir la verdad? ¿O estamos tan enfermos de corrección política que a la izquierda no se le puede decir nada aún cuando sea verdad?", disparó Milei. Luego se bajó de la Cumbre del Mercosur y confirmó su presencia en el acto de los Bolsonaro, que son enemigos de Lula y objeto de investigación judicial por su participación en el asalto a la Plaza de Poderes de Brasilia, el golpe de estado frustrado en enero de 2023, tras la victoria electoral de Lula sobre Jair. Uno de los elementos que se sumó a la controversia con Lula fue justamente el ingreso a la Argentina de decenas de bolsonaristas prófugos de la Justicia brasileña. El motivo del viaje relámpago de Milei a Camboriú es el mismo que lo llevó en febrero a los Estados Unidos para recibir el abrazo y los elogios de Donald Trump: la Conferencia Política de Acción Conservadora, que en versión brasileña Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair, calificó como “la reunión de conservadores más grande en toda la historia de América Latina”. Esta propensión de Milei a inmiscuirse en litigios políticos ajenos se manifestó también en la pelea con el presidente de España, Pedro Sánchez, que alcanzó ribetes grotescos después de que Milei participó de un acto electoral del partido ultraderechista Vox. Es evidente el servicio que Milei presta a los dirigentes extranjeros antisistema. En su condición de celebridad global, se ha convertido en insumo proselitista significativo para esos sectores, aunque convendría tener en cuenta lo que dijo la periodista que lo entrevistó para la revista Time: “Ser tapa de Time no es lo mismo que respeto internacional”. En el caso de Brasil, los perjuicios que podrían acarrear para el país los dislates “for export” del libertario son todavía más inquietantes. Es el principal mercado del Mercosur, organización regional que tiene proyecciones importantísimas en términos de integración cultural, social y económica. En el primer cuatrimestre de este año, las exportaciones argentinas a Brasil sumaron 1.225 millones de dólares, contra 1.099 millones de importaciones de ese país. Además es el principal destino de los productos argentinos. Concentra el 17,1% de las exportaciones nacionales, contra el 8,3% de la Unión Europea –menos de la mitad-, el 7,9% de Chile y el 7,8% de los Estados Unidos. Las importaciones de Brasil también son las más voluminosas. 22,9% contra 17,9% de China, 16,1% de la Unión Europea 10,6% de los Estados Unidos. Estos detalles carecen de importancia para Milei frente a sus antipatías. De tal modo, se impone la pregunta sobre el rol que pretende ejercer Milei: ¿Representa a la Argentina ante el mundo o a las facciones antisistemas, incluso antidemocráticas, en la Argentina? Como si los incidentes con Brasil no fueran suficientes, Milei abrió un frente de conflicto con Bolivia al desconocer el intento de golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. El interrogante empieza a contestarse solo. n
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