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» El Esquiu
Fecha: 02/07/2024 09:51
martes, 2 de julio de 2024 00:05 La delegación local estuvo representada por la Coordinadora Apícola Provincial, Ing. Agr. Alejandra Villalba y representantes de los emprendimientos: “Finca La Tusca” del departamento Santa Rosa y Capayán; “Miel Maná” de Paclín; Los Amarillos “Miel de Yungas” del departamento El Alto y la Cooperativa Agroindustrial de Tinogasta. Marcelo Pérez, coordinador Apícola Nacional del CFI, encabezó la sesión junto al director Apícola de la Secretaría de Bioeconomía de Nación Alexis Rodríguez. Consultada por “Catamarca Rural”, Alejandra Villalba, explicó que volvieron de Rio Negro con inquietudes para avanzar en el diseño de un plan sanitario provincial. Por otro lado, expresó que desean poner mayor énfasis en la producción, formando nuevos apicultores a través de las capacitaciones. En ese sentido mencionó que, “actualmente estamos realizando charlas en distintos municipios, apuntando a la organización, dicho de otra manera, intentamos fortalecer a las cooperativas que ya están trabajando y formar a las nuevas. Apuntamos a que produzcan miel multifloral de excelente calidad y subproductos como pólen, propóleos o cera”. Para la extracción de la miel la Coordinadora Apícola provincial destalló que existen cuatro salas de extracción fijas habilitadas ubicadas en: San Antonio de la Paz; El Alto, (Agro Catamarca S.A); en el departamento Paclín, en la Escuela Agroganadera de la Merced; y otra en Chumbicha (Capayán). Con respecto a las salas móviles se encuentran ubicadas en Escuela Aerotécnica de Alijilán en Santa Rosa; en la Escuela Aerotécnica de Nueva Coneta en Capayán y en el Centro de Educación Agrícola de Huillapima. “La idea es aumentar la cantidad de salas fijas en las escuelas agrotécnicas”. concluyó. Otro de los integrantes de la delegación catamarqueña, Pablo Callieri participó de las rondas de negocios haciendo nuevos contactos comerciales. Junto a su hermano Sebastián, produce miel orgánica, “Yunga Andina”, única por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Empezaron en el año 2002 comprando un campo en El Alto que se caracteriza por la existencia de un bioma denominado yunga, se trata de un cordón de selva montañosa que inicia en Venezuela y termina en la provincia de Catamarca. “Obtuvimos la certificación orgánica para la Argentina, Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, dado que todas las colmenas están en medio de una zona absolutamente virgen y natural, sin plaguicidas ni químicos”. A la vez recordó, que con ese pergamino concurrieron a tres ferias internacionales: Apimondia en Canadá (2019), en Biofach en Alemania (2020) y Gulfood en Dubai (2020). En mayo de este año enviaron a Estados Unidos un primer pallet con miel fraccionada. Recientemente realizaron un estudio de mercado de exportación a través del PROCAL (Proyecto de Asistencia Integral para el Agregado de Valor en Agroalimentos) de la Secretaría de Bioeconomía. “El informe destaca a Estados Unidos como el destino más importante ya que importa el 70 % de la miel que consume”, precisó. Por su parte, el profesor José Muñoz, ligado desde hace décadas a la educación agrotécnica, y que recientemente fuera reconocido como uno de los “Líderes de la Ruralidad” de las Américas por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), asistió en representación de la “Cooperativa Agroindustrial Tinogasta”. “Con la cooperativa venimos trabajando hace más de un año con matrícula propia y dando un empuje a los productores apícolas de la zona”. Una de las experiencias que observó en el encuentro, a parte de la ronda de negocios y el contacto con proveedores y comercializadores, es, “que el país mira con atención las mieles catamarqueñas, son únicas y se diferencian de las producidas en otras provincias, el tema es que tenemos que aumentar la producción, con difusión y promoción, motivando a otros, ayudando a que se multipliquen la cantidad de colmenas que tenemos por productor”. En otro orden, reconoció que desde el Ministerio de Educación en conjunto con la dirección apícola provincial se está evaluando la instalación de más salas de extracción fija, “la escuela tiene una ventaja importante además de los alumnos que dan el empuje, la motivación y las ganas de seguir avanzando en la producción, ofreciendo el espacio físico y el equipamiento adecuado”. En ese sentido, explicó que eso constituye una doble ventaja que hay que aprovechar. Por un lado, las salas al servicio de los pequeños apicultores que pueden estar vinculados a la escuela. Por el otro, que estén disponibles para los que producen miel en lugares de difícil acceso. Carlos Arauz -Editor de la sección rural catamarcarural@gmail.com / @carlosarauz01
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