Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • El triunfo de la ultraderecha francesa sacude la campaña británica

    Parana » Inventario22

    Fecha: 02/07/2024 08:42

    Desde Londres La victoria de la extrema derecha en Francia sacudió el último trecho de campaña de las elecciones británicas. A tres días de los comicios, el lider laborista Sir Keir Starmer alertó sobre el peligro que representa “el crecimiento de la derecha populista” y la necesidad de políticas de gobierno que cambien la vida de la gente y le devuelvan la confianza en la política. “La lección de lo sucedido en Francia es clara. Tenemos que solucionar los problemas cotidianos del pueblo que hoy está decepcionado con la política. Tenemos que demostrar al Reino Unido, a Europa y el mundo que solo los progresistas pueden ofrecer una solución genuina a estos problemas. El pueblo tiene que volver a confiar en la política y esto solo se puede conseguir con hechos concretos, no con meras palabras”, dijo Starmer a la cadena televisiva ITV. En las encuestas los laboristas le llevan 20 puntos a los conservadores en los últimos dos años (40 a 20), pero el Reform UK de Nigel Farage, alma mater del Brexit, trepó vertiginosamente al tercer puesto (17), seguido por los liberal-demócratas (13) y los verdes (6 puntos). No hay peligro de que las huestes de Farage den un salto sin precedentes a un primer puesto. La reacción del líder laborista sonó más bien a una advertencia de que se necesitarán intervenciones mucho más drásticas en el resquebrajado tejido económico-social británico que las prometidas en campaña para evitar que una fuerza de ultraderecha termine siendo una alternativa política por pura decepción y hartazgo del electorado. "Hay gente que no se encuentra representada por el sistema democrático, que siente que el país está deshecho y no hay manera de arreglarlo y que no pueden confiar en los políticos después de lo que hicieron en los últimos 14 años. La única manera de cambiar esto es demostrando que la política es una fuerza para arreglar los problemas populares", dijo Starmer. Reacción conservadora Los conservadores también repudiaron la victoria de Marine Le Pen en Francia, pero no como el partido laborista casi predestinado a formar nuevo gobierno este viernes sino con la necesidad de cortarle las alas a Farage que puede provocarles la peor derrota electoral conservadora de los últimos 100 años. En el complejo sistema parlamentario británico se eligen los diputados que representan a las 650 zonas electorales en que está dividida el Reino Unido. En muchas de estas zonas del sur de Inglaterra, otrora dominio cuasi-absoluto de los conservadores, hoy la disputa es entre los tres o cuatro primeros partidos para quedarse con el escaño. Reform UK divide el voto conservador entre los que quieren una solución ultra y los que prefieren un partido de derecha o centro derecha tradicional. Debido a esta división los conservadores podrían perder a manos de los liberal-demócratas en murallas conservadores que representaron los últimos cinco ex primeros ministros del Reino Unido: David Cameron (2010-2016), Theresa May (2016-2019), Boris Johnson (2029-2022), Liz Truss (49 días de 2002) y Rishi Sunak. Varios ministros están también al borde de perder su escaño y ver el final de su carrera política como el actual ministro de finanzas, Jeremy Hunt. El problema con los Tories es que al mismo tiempo que libran esta batalla, están guerreando entre ellos para ver quién va a sustituir a Sunak quien a su vez no acierta con un mensaje que le permita unificar por un simple instinto de supervivencia a su propia tropa. En una entrevista con la BBC el domingo Sunak reivindicó los 14 años de gobiernos conservadores, algo que debería conformar a las distintas tribus. “Este país es mucho mejor hoy que en 2010”, dijo Sunak. En el Reino Unido las entrevistas no son una simple sobremesa a un partido de fútbol, tenis o una cena rociada de manjares. La editora política de la BBC, Laura Kuenssberg, acorraló a Sunak con datos que lo obligaron a admitir las dificultades que estaba atravesando la población, aunque se refugió en “la pandemia y la guerra en Ucrania que aumentó los gastos de todos los británicos” para explicar las falencias gubernamentales. Sunak, que votó a favor del Brexit, dijo que “la gente estaba haciendo cola para hacer negocios con el Reino Unido”. Los datos no lo ayudaron. Tanto la autárquica Oficina de Responsabilidad Fiscal o la OCDE a nivel internacional estiman una caída del intercambio comercial del 15% desde que se implementó la salida de la Unión Europea. Al Brexit se le suma la mancha de Boris Johnson y sus fiestas durante el confinamiento (Sunak mismo fue multado por participar en una), y el desastroso gobierno de su reemplazante, Liz “la breve” Tuss que en 49 días casi desbarranca la economía nacional. Los conservadores comenzaron esta semana jugados a la carta que les queda: el factor miedo. Sunak advirtió este lunes que el laborismo usaría una mayoría absoluta parlamentaria para mover el amperímetro político a la izquierda y permanecer en el poder por décadas. El ministro del interior James Cleverly lo acompañó añadiendo peligros de su propia cosecha. Según Cleverly si el laborismo obtenía una super-mayoría en el parlamento se eternizaría en el poder manipulando el sistema electoral, otorgándole el voto a extranjeros y criminales y extendiéndolo a chicos de 16 años. Estos desesperados intentos de galvanizar las tropas chocan contra las internas desatadas en el Partido con los diferentes grupos que buscan reemplazar a Sunak después de lo que anticipan que será una derrota apabullante. En un audio filtrado de una reciente reunión de un aristocrático diputado ultrabrexit, Jacob Ress Mogg, dueño de un caricaturesco acento de clase alta, reconocía “que no hicimos nada con la inmensa mayoría que ganamos en las elecciones de 2019. Merecemos esta derrota” Laborismo real o ultraderecha Más allá de las internas conservadores las fundaciones y organismos independientes – que existen en el Reino Unido por más que tengan su ideología – coinciden en que la situación actual será muy complicada para el gobierno entrante. Según el Instituto de Estudios Fiscales, la economía no recuperó los niveles de crecimiento que había antes del estallido financiero de 2008. Los salarios están estancados desde 2010, la inflación ha aumentado, en especial desde la guerra en Ucrania, y la inversión está por debajo del nivel que existía hace 14 años. Si a esto se le agrega el enorme deterioro de los servicios públicos por desfinanciamiento, el brutal encarecimiento de la vivienda para alquilar y comprar y las tasas de interés, el panorama es sombrío para los conservadores en la elección del jueves, pero también para el nuevo gobierno a partir del viernes. La amenaza de Nigel Farrage, que está empezando a fagocitarse a la ultraderecha conservadora, puede convertirse en un peligro para un laborismo que no mejore de manera tangible la situación y rescate a la población del escepticismo reinante, siempre a un paso de soluciones nihilistas. Si uno toma sus últimas declaraciones Starmer parecería consciente del peligro y de su solución: una política progresista que de solución a los problemas de la gente. Hay que ver qué sentido le da a esas palabras, como las traduce en los “actos” que él mismo dice que se necesitan para que no crezca el desencanto político y qué nivel de audacia tiene para enfrentar a los poderes constituidos. En el mundo actual no hay muchas razones para el optimismo. Al mismo tiempo, contra viento y marea, este corresponsal no deja de entonar con el mendigo de Pedro Navaja, la última estrofa de la canción de Rubén Blades: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por