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» El Norte
Fecha: 01/07/2024 09:24
Durante la jornada, que se realizará desde las 14:00 en el auditorio de la Unnoba, se podrán escuchar las declaraciones testimoniales correspondientes a los hechos de las siguientes víctimas: Alberto Golberg, Mabel Lita Mercado, Agustín Couretot y Ana María Mones, quienes se desempeñaban en el INTA y en el gremio Apinta. De la redacción de EL NORTE [email protected] El próximo miércoles, a las 14:00, en el auditorio de la Unnoba, tendrá lugar la tercera audiencia testimonial en el marco de la megacausa por delitos de lesa humanidad Saint Amant IV. Durante la jornada se podrán escuchar las declaraciones testimoniales correspondientes a los hechos vinculados a la activa militancia de las víctimas dentro del Instituto Nacional Tecnológico Argentino de Pergamino (INTA), más precisamente en la asociación sindical que representaba a los trabajadores de esa entidad, de nombre Apinta. En la próxima audiencia se escucharán los testimonios relacionados con cuatro casos: Alberto Golberg, Mabel Lita Mercado, Agustín Couretot y Ana María Mones. Alberto Golberg La privación ilegítima de la libertad de Alberto Daniel Golberg, que fue detenido por personal del Ejército a fines de marzo de 1976 en su domicilio de calle Italia 1427 de la ciudad de Pergamino, en horas de la madrugada. Luego de revisar toda la vivienda -sin orden judicial alguna- y secuestrar algunos libros y fotos, lo subieron a un camión del Ejército y lo condujeron hacia la Comisaría de Pergamino, donde fue alojado en un calabozo. Luego de transcurridas unas horas, sus captores lo obligaron a subir a un colectivo del Ejército en el cual fue trasladado a la ciudad de San Nicolás. Fue interrogado bajo torturas, en especial, mediante el pasaje de corriente eléctrica en su cuerpo. Los mencionados interrogatorios versaban, primordialmente, sobre las actividades y los trabajadores del INTA. Mientras permaneció detenido allí, en una oportunidad lo llevaron a una oficina donde le hicieron firmar un documento donde constaba que se encontraba a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Asimismo, en otra oportunidad, le hicieron firmar una notificación de su cesantía en el INTA por aplicación de la Ley 20.840. En el mes de junio de 1976 fue trasladado al penal de Sierra Chica, sin habérsele informado, hasta ese momento, las causas de su detención. Fue sometido por la Justicia Federal a una causa por infracción a la Ley 20.840. Recuperó su libertad a fines de octubre de 1977. *Privación ilegítima de la libertad y tormentos sufridos por Mabel Lita Mercado, que fue privada ilegítimamente de su libertad en fecha 29 de marzo de 1976 por parte de personal policial de la Comisaría de Pergamino en el domicilio de Alberto Kipen, horas después que su marido, Alberto Daniel Golberg. Mabel Mercado Mabel Lita Mercado fue trasladada esposada a la comisaría, donde la alojaron sola en una habitación sin informarle los motivos de su detención. Luego de una hora aproximadamente, fue obligada a subir a una camioneta, donde le taparon la cabeza con una frazada y la acostaron en el piso, para luego llevarla hasta el centro clandestino de detención en que se encontraba su esposo -el cual no pudo identificar-, sito en San Nicolás. En ese lugar fue tabicada, esposada y en esas condiciones fue manoseada por personal policial, a la par que era sometida a interrogatorio sobre sus actividades y las de su marido. Esa misma noche fue llevada junto su esposo y Alberto Kippen a la Unidad Penal Nº 3 de San Nicolás, donde fue alojada en un calabozo, aislada e incomunicada y sin poder salir durante nueve días de la celda. Recuperó su libertad el día 30 de junio de 1976. Agustín Couretot La privación ilegítima de la libertad y torturas de Alejandro Agustín Couretot, que se desempeñó en el INTA Pergamino desde 1971 hasta 1975 y fue detenido en su domicilio sito en calle 3 de Febrero 1422 de la ciudad de Pergamino, el día 2 de abril de 1976 por parte de un grupo de personas armadas, algunas uniformadas con vestimenta del Ejército y otras de civil, quienes luego de revisar toda la vivienda -sin orden judicial alguna-, lo trasladaron encapuchado en un colectivo del Ejército hasta un lugar que no pudo identificar, que Couretot dedujo que se ubicaría en la ciudad de San Nicolás porque desde allí fue trasladado a la Unidad Penal Nº 3, siendo un trayecto muy corto. Se lo bajó encapuchado y esposado al mencionado centro clandestino de detención, donde fue interrogado bajo torturas sobre cuestiones relacionadas con el INTA, las que incluyeron pasajes de corriente eléctrica. Fue alojado en el pabellón de los presos políticos, no habiéndose informado los motivos de su detención. Posteriormente fue trasladado al penal de Sierra Chica. Allí, el juez federal de San Nicolás, doctor Milesi, le recibió declaración y le informó que se había iniciado en su contra una causa por infracción a la Ley 20.840. En el año 1977 fue trasladado a la Unidad Penal Nº 9 de La Plata, donde permaneció alojado hasta el día 21 de agosto de ese año, fecha en que recuperó su libertad. Ana María Mones La privación ilegítima de la libertad y tormentos sufridos por Ana Maria Mones, que hasta 1973 militaba en la Juventud Peronista y en la época en que acontecieron los hechos se encontraba estudiando la carrera de Derecho en la ciudad de Rosario. Ana María Mones fue privada ilegítimamente de su libertad por primera vez en la madrugada del día 18 de marzo de 1976 en su casa de calle Moreno Nº 749 de la ciudad de Pergamino, por parte de un grupo de militares uniformados y fuertemente armados, quienes se presentaron en su domicilio y luego de revisar toda la casa sin orden judicial alguna, le informaron que se encontraba detenida a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Fue subida a una camioneta del Ejército, en la que había otras personas en su misma condición. Luego del operativo en su casa, los agentes ejecutaron más operativos en otros domicilios, con los mencionados detenidos arriba de la camioneta. Posteriormente fueron todos trasladados hasta la Comisaría de Pergamino y a las pocas horas fueron llevados a la Unidad Penal Nº 3. Allí fue alojada en una celda en el pabellón de presas políticas junto a Laura Lasalvia, María Angélica de la Cruz y Elvira Jaccoud, permaneciendo incomunicadas alrededor de 40 días y sin que les permitieran salir de la celda. Tampoco le informaron los motivos de su detención. Mientras se encontraba detenida en la UP3, fue interrogada por el entonces juez federal, suboficial del Ejército (RE) Milesi. Una noche del mes de julio de 1976, Ana María Mones fue trasladada al despacho del teniente coronel Manuel Femando Saint Amant, en el Batallón de San Nicolás, quien luego de interrogarla le informó que le concedían la libertad.
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