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» Rioja Virtual
Fecha: 30/06/2024 20:35
TODAVÍA NO. Por Mattias Meragelman La Rioja no logró firmar el primer convenio oficial con la gestión Milei, pero esta vez fue por un problema de agenda y en unos días saldría el acuerdo. El temor de funcionarios provinciales y el “clima de sospecha” social que el Gobierno no logra desentrañar. ¿Qué pasará con la construcción de viviendas? Detalles. Estaba todo listo, pero otra vez será. Las actividades previstas por el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el impedimento para poder firmar el acuerdo necesario para reactivar parte de la obra pública nacional en la Provincia. Sin embargo -a diferencia de lo ocurrido hace tres semanas- en la «Casa de las Tejas» están convencidos que no hubo ninguna maniobra política por parte de la «Libertad Avanza La Rioja» y que realmente existió un problema de tiempos en la agenda oficial. Solamente el paso de los días confirmará si fue así o si en realidad nuevamente los excluyeron. En el Gobierno creen que en esta semana previa al receso invernal se rubricará el documento. Sin embargo, el principal temor de los funcionarios provinciales pasa por otro lado: que sea solamente de un convenio marco. Por una cuestión legal y de actualización de los costos de los precios de construcción, cada obra demanda de convenios específicos para su posterior reactivación. “¿Qué pasa si este convenio queda en letra muerta y no se avanza en los acuerdos específicos, si solamente firmamos un acuerdo marco y después tenemos que ir por cada una en particular?”, comentaba esta semana un funcionario de primera línea y que sigue muy de cerca las gestiones. La preocupación es que se active una sola obra –la de la “Rotonda del Chacho”- y que el resto queden esperando la firma de nuevos acuerdos dilatados en el tiempo dentro de la burocracia estatal. El otro gran tema es qué pasará con las viviendas. El Estado nacional se comprometió por ahora a terminar con las grandes obras viales, aquellas que tienen más de un 80% de ejecución y que cuentan con el interés específico de importantes empresas nacionales (las mismas que también ejercieron su poder de lobby en la “Casa Rosada” para destrabar este conflicto). Las obras de viviendas sociales son las que principalmente realizan las empresas constructoras locales y además las que mayor cantidad de mano de obra implican al momento de su desarrollo. Esta semana el sitio «Economía Riojana» lo graficaba con un dato: cerraron el 30% de las empresas constructoras riojanas. Esa cifra se relaciona de manera directa con la paralización de las obras de viviendas y la recesión económica. En ese sentido, hay 1.700 casas pendientes de ser terminadas. ¿Serán financiadas con recursos provinciales como desea la Nación? En el Gobierno riojano son optimistas que podría darse una combinación de elementos. “En las próximas semanas habrá una reunión de autoridades de organismos de viviendas en Salta, creemos que algo puede activarse. Además, lo de PROCREAR sigue vigente con financiamiento nacional y a eso se suma que la Provincia podría realizar pequeños aportes para terminar las que estén más avanzadas”, indicaron. Todo esto ocurre mientras la presión sobre el padrón de anotados en la Administración de Viviendas crece. Hasta noviembre pasado había 19.000 inscriptos, pero la derogación de la ley de alquileres (que eliminó todas las regulaciones del sector) y la inflación llevaron los precios por las nubes y más gente demanda que el Estado otorgue viviendas con cuotas que tienen valores muy por debajo del precio de mercado de un alquiler, En este contexto, la semana pasada el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, grabó un video explicando que la obra de la “Rotonda del Chacho” no se terminó por la mala administración de recursos del Gobierno provincial. En redes sociales la pieza audiovisual fue viralizada y logró un alto impacto político. El referente de la “Libertad Avanza” puntualizó en un dato real: la obra no se terminó en los plazos establecidos, debía estar lista en octubre pasado y no fue así. Sin embargo, el mismo problema de demora en los plazos de obras se presenta en todo el país y entonces la paralización de la obra pública no es un tema que se limita a La Rioja y su “mala administración” de los recursos. En el mismo sentido, el Gobierno mostró la documentación de que le pagó a la empresa contratista todos los recursos que envió Nación hasta noviembre pasado. En este marco social y político, el oficialismo provincial no logra desentrañar lo que ellos mismos puertas adentro denominan “clima de sospecha”. Lo que el Justicialismo riojano no puede entender es por qué son ellos los sospechados y la comunidad no se enoja por la situación económica con los “Libertarios”. El malestar de una gran parte de la sociedad con el peronismo riojano provoca que cualquier intento de explicación sobre el momento económico choca con el desprestigio que hoy ostenta “la casta”. Es cierto que ese mensaje “anti política” fue inflado durante décadas desde los medios de comunicación y que se llega al absurdo político de que el discurso “anti casta” en La Rioja esté representado en las boletas de «La Libertad Avanza» por el apellido más tradicional y significativo de la historia política riojana del siglo XX. Pero también es real que “la casta” en nuestra provincia no es una abstracción. Son los viajes a la “Copa América” de jóvenes vinculados familiarmente con funcionarios, son los propietarios de camionetas de un valor equivalente a 100 salarios mínimos de un trabajador público o proveedores del Estado con niveles de vida altísimos y que además se creen empresarios privados autónomos de los recursos públicos. Quizás no es todo blanco o negro, y el tema tiene grises, matices. El Gobierno construye viviendas con recursos propios porque la Nación no manda los recursos, pero también existen funcionarios con niveles de vida llamativos; la Provincia aumenta los salarios estatales y subsidia la boleta de energía como ningún otro Estado provincial, pero tenemos los salarios más bajos del país y el Estado riojano no despide a nadie (como si lo hace la Nación), pero los estatales no quieren jubilarse porque con sus haberes previsionales caerían en la indigencia. Por ahora el peronismo choca con la sensación que tienen miles de riojanos de que si viven mal es por culpa de la corrupción y no del modelo económico nacional. ¿Eso cambiará en el corto plazo si se profundiza la pérdida de poder adquisitivo? ¿Es el costo de cuatro décadas de Gobiernos provinciales peronistas y el desgaste que eso provoca? ¿Hacen falta gestos concretos desde la política para mostrar que entendieron el mensaje de la sociedad? ¿Por qué Quintela ganó los comicios para Gobernador pero “Unión por la Patria” fue ampliamente derrotado en las presidenciales en La Rioja? Todavía no se firmó el convenio para reactivar la obra pública, todavía no terminamos de comprender el nuevo mapa político y social que existe en La Rioja y en el país. Ese clima de época que provocó la llegada de los seguidores de la escuela económica austríaca a la “Casa Rosada”. comentarios
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