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» Diariamente
Fecha: 30/06/2024 15:21
En un contexto complicado no sólo por los recortes de Nación a las provincias, sino también por el devenir de las cuestiones políticas y sus correlatos en ambas Cámaras del Congreso de la Nación, Neuquén tuvo un primer semestre de crecimiento y de consolidación del rumbo trazado. Tal es así, que el árbol ya dio sus frutos. Todavía falta, es cierto. Pero varios de los cambios que había prometido Figueroa están a la vista y son palpables. El reciente anuncio de la compra de 401 vehículos (entre móviles para Seguridad, ambulancias para Salud y combis para Educación) es sólo uno de los resultados de un modelo de austeridad, al que combinó con créditos de organismos internacionales que, como el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), confían en la seguridad jurídica neuquina, como así también en su estabilidad política y en la palabra empeñada. En Neuquén se habla de frente y eso es un plus. En estos tiempos de agravios innecesarios (potenciados por las redes sociales) y de descréditos generalizados, el gobernador ha hecho de la frontalidad una de las herramientas con las que sostiene las reglas de juego claras. No vaciló cuando salió a plantarse frente a un intento de avance de Nación sobre el derecho provincial a los hidrocarburos; ni titubeó al reconocer que -después de ello- el gobierno de Javier Milei enmendó su error y le dio participación a la provincia en la redacción del proyecto sobre petróleo y gas. También habló de frente puertas adentro, cuando les señaló a las constructoras que si intentan sobrefacturar las rutas habrá consecuencias; y cuando les advirtió a los emprendedores que no pueden levantar edificaciones suntuosas y negarse a pagarles el cordón cuneta a los municipios. Los tiempos cambiaron. Neuquén avanza y los especuladores están bajo la lupa. No hay tregua. Y prueba de ello es la reciente sanción a una empresa que esquivó al Compre Neuquino. La prioridad de trabajo es para los neuquinos, dijo el gobernador y llamó a preparse, formarse y capacitarse. Las herramientas están. Estas y otras acciones concebidas para recuperar algo tan simple como la lógica son la continuidad del plan con el que desembarcó Figueroa, para revertir aquella dolorosa realidad de la provincia rica con varios de sus habitantes pobres o sin servicios básicos. Para muestra sobra un botón: recién ahora se puso en marcha la extensión de la red gas natural a la meseta de Añelo, pese a que la revolución de los no convencionales comenzó hace más de una década y que esa localidad es nada menos que la capital de Vaca Muerta. Ni bien se acomodó en el sillón de Roca y Rioja, Figueroa desplegó su plan de austeridad y de eliminación de gastos innecesarios del Estado, para reforzar las partidas de las áreas esenciales. La inflación estaba por las nubes, la actividad turística (segunda fuente de ingresos provinciales) por el piso y reinaba la incertidumbre respecto de la economía nacional. Figueroa cortó los vicios que en verdad estaban arraigados y los sigue cortando. Habló de frente. Contó que había ex funcionarios que seguían usando celulares pagados por el Estado, que hubo otros que cuando fueron autoridades usaron las camionetas oficiales para cuestiones personales, que había agentes que cobraban planes sociales pese a percibir sueldos de la provincia y que abundaban los ñoquis. Las respuestas no se hicieron esperar. Redujo la planta política, canceló los celulares, ordenó devolver las camionetas que se alquilaban a montones, e instaló mecanismos de control en los ingresos a los edificios, para dar con quienes, durante años, estuvieron cobrando sueldos y aguinaldos sin haber cumplido con la básica obligación de presentarse a trabajar. También corrió del medio a los intermediarios que lucraban y hacían campaña política con los planes sociales que distribuía la provincia. Erradicó una serie de ilegalidades y de mañas perniciosas (incluido el festival de vales de combustibles para cuestiones que nada tenían que ver con la gestión) que estuvieron vigentes hasta 2023; y que decantaron en una pesada herencia, a la que se puede resumir en la ausencia de mantenimiento de rutas, la falta de stock de medicamentos e insumos en los hospitales y la expansión del delito ante la falta de inversiones y de estrategias para enfrentarlo como corresponde. Durante el último gobierno faltaron inversiones en edificios escolares y sobraron (literal) canchitas de fútbol cinco. Hoy la realidad es otra. Salud salió de terapia (en gran parte, gracias a la Ley de Emergencia Sanitaria); Educación tiene un programa de becas que garantiza el acceso a las aulas a lo largo y ancho de la provincia; y la Policía acredita presencia en las calles para asegurar la prevención y represión del delito. “Se trata de políticas de Estado que hemos podido financiar gracias a la eliminación de gastos innecesarios”, resumió Figueroa respecto de la compra de esos 401 vehículos, 240 de los cuales (71 camionetas 4x4 doble cabina, 82 automóviles y 87 motocicletas) recibirá Seguridad; y 60 Salud (entre camionetas, utilitarios y ambulancias). Otros (28 camionetas 4x4 y 28 minibuses), serán destinados a las 21 comisiones de fomento y a los 7 municipios no incluidos en el régimen de coparticipación municipal, en cumplimiento de la palabra empeñada, esa que se ha revalorizado en Neuquén y con buenos resultados.
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