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» Diariamente
Fecha: 30/06/2024 15:21
El presentismo docente, que aprobó por amplísima mayoría la Legislatura neuquina y que entrará en vigencia este lunes, tras su publicación (del viernes) en el Boletín Oficial, colocó en una supuestamente incómoda posición al sindicalista local Marcelo Guagliardo, secretario general del gremio docente (ATEN) y kirchnerista militante. Su problema es (o al menos debería ser) que va en contra de las ideas de su jefa política, Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidenta (y también ex vicepresidenta) ha ensayado, en reiteradas oportunidades, una mirada crítica hacia la propensión de los sindicalistas a dejar a los niños sin clases, ni bien visibilizan un conflicto, aunque ni siquiera corresponda a sus distritos. Le irrita el paro fácil. Y lo primero que hizo Guagliardo cuando supo que la ley de presentismo tenía amplio consenso entre los legisladores neuquinos, fue ordenar un paro y tomar a los estudiantes de rehenes, como tantas veces lo hizo en sus prácticas habituales. En fin, cuando era compañera de gestión de Alberto Fernández, Cristina volvió a la carga con un proyecto que no pudo convertir en ley durante sus dos mandatos (consecutivos) en la presidencia. El presentismo en las escuelas es para ella una intención frustrada. “Tal vez el tema del presentismo es algo que les produce urticaria”, dijo Cristina en su cuestionamiento a la casta sindical (cuando faltaban años para que el vocablo se pusiera de moda; cuando faltaban años para que Javier Milei irrumpiera en escena). Cuando su cuñada, Alicia Kirchner, era gobernadora de Santa Cruz les otorgó puntajes por asistencia a los docentes y, en paralelo, advirtió que descontaría los días no trabajados. El kirchnerismo no renunció a ello y sigue aferrado, ahora que no es gobierno. Sin ir más lejos, en abril de este año, Cristina volvió a referirse al tema. El kirchnerismo, menos Guagliardo quien atiende a ambos lados del mostrador. La ley contra la que Guagliardo protesta, acá en Neuquén, fue aprobada por 25 votos a favor y apenas tres en contra. Fue impulsada por el diputado del Movimiento Popular Neuquino (MPN), Claudio Domínguez, y hará que aquellos docentes que no superen las tres inasistencias justificadas por trimestre cobren un plus, que (según las estimaciones) representará 14 sueldos por año, incluido el aguinaldo. Beneficia a los propios afiliados de ATEN, pero Guagliardo quizá padezca esa “urticaria” a la que aludió Cristina, por la simple razón de que la conducción gremial acaba de perder una herramienta de presión sobre aquellos a los que debería representar. Tal era esa presión que, a principios de año, la secretaria general de ATEN Capital, Angélica Lagunas (del Frente de Izquierda) ordenó ponerles candados a las escuelas, para que no pudieran ingresar aquellos maestros que querían cumplir con su obligación de educar.
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