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  • El atraso del dólar ahora impacta en la industria pesquera y reclaman suspender las retenciones

    » Diario Jujuy

    Fecha: 30/06/2024 14:35

    El pedido formal ya fue presentado ante el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella y el subsecretario de Recursos Acuáticos y Pesca, Juan Antonio López Cazorla, y solicita en concreto “suspender temporalmente los derechos de exportación de todos los productos pesqueros hasta el 31 de octubre”. El pedido fue impulsado por la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), que entre ambas representan a casi toda la flota tangonera activa en el país, unas 40 empresas dedicadas a la captura y exportación de langostinos congelados. El pedido busca mejorar el tipo de cambio efectivo que perciben los exportadores, en momentos en que el dólar mayorista “blend”, al que liquidan los dólares se mueve a un ritmo del 2% mensual, de acuerdo al esquema de crawling peg (deslizamiento controlado y gradual del tipo de cambio) frente a costos de producción que o bien están enganchados al dólar “blend”, como una parte importante de los salarios, o han subido desmesuradamente en pesos, como el combustible, costos de estiba o de operación en puertos, etc. Un reciente informe encargado por CAPeCA señala que mientras el metro cúbico de gasoil registró un aumento del 1.109,8% entre septiembre de 2021 y mayo pasado, el tipo de cambio nominal (TCN) en el mismo período avanzó 802,3%. Otros insumos como el aceite subieron 1.173,4% (variedad DISOLA M 4015 T205) o 986,1% (EXTRAVIDA XV300 T206), en tanto que el salario básico del marinero creció en ese período 995,4%, los estuches 954,8% y el nylon un 808,0%. ¿Barcos en tierra? Al incremento relativo de costos versus el ingreso (dólar de exportación) se suma que en la presente temporada hay una baja importante de la demanda de algunos mercados europeos, pero fundamentalmente de China y que los precios internacionales sufrieron caídas promedio en los principales productos pesqueros de entre 15% y 20%, en dólares en los últimos años. “Teniendo un tipo de cambio casi fijo, la variación de todos nuestros costos más la carga impositiva hacen que hoy la industria pesquera esté viviendo un momento muy difícil. Hoy más del 50% de la facturación de un buque se va en costos laborales”, explicó Eduardo Boiero, presidente de CAPeCA. Hay que recordar que se denomina dólar “blend” al tipo de cambio fijado por el gobierno anterior y mantenido por el actual, que permite liquidar las divisas de exportación 80% al tipo de cambio oficial mayorista y el 20% restante en el mercado Contado con Liquidación (CCL). A este dólar de exportación se le deben descontar los derechos de exportación o retenciones, que en el caso del sector pesquero tiene porcentajes que oscilan entre el 6 y 7%, según las posiciones arancelarias. La fecha del 31 de octubre, planteada por las dos cámaras del sector pesquero, no es antojadiza, sino que coincide con el fin de la campaña anual captura de langostino, una de las tres especies emblemáticas del Mar Argentino -las otras dos son el calamar Illex y la merluza negra y Hubbsi- que representa casi el 60% de las exportaciones de un sector que destina a los mercados del exterior hasta el 95% de lo que se pesca. “Algunos empresarios están pensando en parar y no sacar los barcos como en 2020”, advirtió Boiero, y aclaró que cayeron los embarques a España porque tienen un problema con la inflación y “China no está comprando tanto, y si desaparece China del mercado, sonaste”, dramatizó. En la actualidad sólo se demanda la categoría L1 de langostino, que es el entero grande, el más caro, pero no los enteros L2, L3 y L4. “Nosotros estamos en el peor de los mundos, cuando sube el dólar nos suben los costos (salarios y otros) y cuando hay inflación alta nos suben insumos, servicios y la parte de viáticos de la tripulación que están en pesos”, remarcó Boiero. “El sector pesquero está ante el dilema de hacer caja o tener rentabilidad, porque hoy, incluso a pérdida muchas empresas necesitan hacer caja”, sostuvo Claudio Guida, gerente de la División Pesca de Newsan, y gerente General de Pesantar, con foco en merluza negra. La industria pesquera generó en 2023 unos US$ 1776 millones en exportaciones, con foco en seis especies, que “son los que mueven la aguja”, indican, langostino, calamar, merluza Hubbsi, merluza negra, centolla y vieira. Para esta campaña “las proyecciones dicen que las exportaciones llegarían a US$ 1800/1900 millones”, anticipa Guida. Esto se debe a que la campaña de calamar del verano fue muy buena, ayudada porque había recurso en cantidad y por la mejora cambiaria de la devaluación de diciembre. Pero el escenario cambió a partir de marzo/abril, cuando empezó a hacerse más claro el atraso cambiario. Y advirtió que “desde 2021 para acá los precios internacionales están muy bajos, algunos ya cayeron en promedio un 20%”. Con este escenario la zafra de langostino que va de mayo a fin de septiembre, principios de octubre, está comprometida y es la parte central del negocio pesquero. Se estima que del total de exportaciones previstas unos US$ 1.200 debería aportarlo el langostino. Gustavo Casanova, director General de Arbumasa, considera que “al langostino la devaluación de diciembre no lo ayudó nada, porque ya en marzo se encendieron las luces amarillas por el atraso cambiario”. Arbumasa es una empresa del Grupo Dalian Huafeng Aquatic Productos Co, Ltd. de capitales chinos. “No somos formadores de precios, por lo que no tenemos forma de llevar la suba de costos a precios”, dijo en relación a la caída de los precios internacionales y las posibilidades de la industria pesquera local. Y explicó además que, a diferencia de sectores industriales que, ante una baja de demanda, pueden cerrar un turno o apelar a suspensiones, la lógica de la pesca es distinta. “La pesca no es una máquina que puedo desenchufarla, acá estás obligado a pescar cuando es la temporada autorizada de pesca de la especie y está el recurso. La disyuntiva es 'o trabajo o no trabajo'”, indicó. Una lógica de hierro en momentos en que varias empresas ya están pensando en si conviene más dejar los barcos en los puertos, en lugar de salir a alta mar. Fuente: Forbes

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