Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Promesas incumplidas y oídos sordos para los ruralistas

    » Diario Republica

    Fecha: 30/06/2024 13:58

    Los caminos rurales siguen en mal estado, los robos continúan, el agua para riego no es suficiente, no hay créditos, muchos productores sufren una alta presión impositiva. Y a pesar de que hubo muchas reuniones previas a la asunción del gobierno provincial, y una gran cantidad a posterior, las promesas que les hicieron a los presidentes de las rurales de San Luis siguen sin cumplirse. Tampoco hay medidas concretas, planes o programas que favorezcan la actividad rural. Los productores, que no pertenecen al plantel del Ministerio de Desarrollo Productivo, están solos. Después del “reunionismo” que consumió al menos 6 meses, no hay señales de políticas claras, planes y proyectos que estimulen al sector agropecuario. La lista de problemáticas continúa con la ausencia de un plan para afrontar los factores climáticos que golpea a los productores con episodios extremos, como la seca, las heladas inesperadas y la última granizada en Candelaria que destruyó el algodón y la papa. Todos fueron pedidos urgentes para el ministro de Desarrollo Productivo, Federico Trombotto, que atendió a cada representante del campo. Los gremialistas tenían la esperanza de que los escucharan y elaboraran un plan estratégico de acción para resolver cada punto. A seis meses del arranque de la actual gestión, hasta la idea de la creación Consejo Provincial Productivo se evaporó. Al menos es lo que sienten los productores ganaderos y agrícolas de San Luis. Aseguran que están cansados de la falta de medidas concretas, de la abundancia de diagnósticos que terminan en palabras bonitas y del “reunionismo”. “Creo que lo que hace falta es una política agropecuaria en serio, que perdure en el tiempo y trascienda los gobiernos, con incentivos para reflotar la ganadería en todos sus eslabones, desde la cría hasta el mostrador. Trabajar el tema financiero, tanto en tasas y plazos acordes a la actividad. Fortalecer la familia rural para afianzar a los empleados en la zona”, opinó Ariel Ayello, presidente de la Sociedad Rural Río Quinto de Villa Mercedes. Oídos sordos. En mayo cayó piedra en la zona de Candelaria y destruyó la producción de papa y algodón. El gobierno provincial estuvo ausente. En la actividad ganadera los números están más cerca de resultados negativos por el incesante aumento de los costos de producción, como las vacunas para los animales y el combustible. A su vez la agricultura en la provincia tiene cada vez más acotada su rentabilidad, acosada por las retenciones, las distancias a los puertos, el costo del flete y los insumos, la falta de crédito, la escasez de energía para seguir creciendo y ahora las temibles plagas, como “la chicharrita” que acecha al maíz. “La situación actual es muy dispar, porque las lluvias fueron así. Hay muy buenos rindes, pero a la vez perdimos cantidades importantes de producción en los mismos campos. Las zonas de cría bovina siguen muy castigadas entrando al quinto año de seca. Es una terrible situación para quienes se dedican a la cría, ya que la mortandad, la baja preñez y por lo tanto el bajo destete, plantean un panorama desolador”, advirtió Sandro Blangero, presidente de la Asociación Agrícola Ganadera de Justo Daract. Lo que les llama la atención es que la falta de acompañamiento del Gobierno se siente fuerte en el sector, advierte que no hubo anuncios, ni referencias al campo, ni a la agroindustria, después de los numerosos encuentros zonales convocados para escuchar a los distintos sectores. Malestar. Sandro Blangero criticó al ministro Trombotto por cuestionar la representatividad de las rurales. “Para aprovechar el potencial que tiene San Luis se necesitan créditos, financiación, que haya una baja en el costo de los insumos. En otras provincias esto sí se da, acá no. No hay políticas orientadas a la producción y tampoco para favorecerlas. Todo lo contrario, hubo un aumento descomunal de los impuestos”, aseguró Blangero, y consternado agregó que “la provincia recauda mucho con el Do.Pro, que es la documentación que acredita la propiedad del producto transportado. Y lo mismo con diferentes impuestos en el interior, pero no vuelve nada al sector y a los pueblos tampoco. Se han convertido en una extractora sin devolver al menos algo a los departamentos que más producimos y más impuestos pagamos. Es una vergüenza, llevamos 40 años sin resolver los problemas de la producción y seis meses que tampoco expresan una intención”. "Además -dijo Ayello- la Provincia hoy debería reflotar el Consejo Consultivo para que desde ahí surjan las líneas políticas productivas. Falta ejecución. Los diagnósticos están porque el ministro se reunió con productores de todos los rincones de San Luis. Podrían crear planes de desgravación impositiva para fomentar la ganadería. Trabajar en la simplificación y la claridad de los destinos que se da a lo que ingresa en impuestos y tributos”. En algunas zonas de San Luis, especialmente en el norte, el gobierno provincial parece acompañar el prejuicio de que el productor y el inversor “son demonios que vienen a llevarse todo”. En este caso parece haber un doble discurso, especialmente porque el actual ministro antes de asumir a la cartera en la que hoy se desempeña, trabajó como jefe de la delegación puntana de Agricultura Familiar. El explosivo desarrollo agropecuario del norte está detenido en su crecimiento por falta de potencia eléctrica, que además de ser cara, es escasa para la demanda de grandes empresas. Vieja demanda. Ariel Ayello reclamó un plan agropecuario completo y que sobreviva a todos los gobiernos. La falta de mantenimiento de los caminos rurales es notoria, el mal estado castiga a la ganadería de cría que cada vez más tiene los márgenes encogidos y angustia al productor. “En una oportunidad el ministro Trombotto nos cuestionó la representatividad, siendo que las rurales tenemos representación porque alguien nos votó, en este caso un grupo de productores. Él nos dijo que no representamos a nadie. Pero parece que él no sabe que nosotros fuimos votados, en cambio a él no lo votó nadie. Así que, en vez de ningunear nuestra representatividad, se tendría que cuestionar la suya, ya que en seis meses, o más, no resolvió ningún problema”, expresó Blangero. Las puertas para el sector están cerradas en el Ministerio de Desarrollo Productivo. Los ganaderos, los paperos y los algodoneros no tienen quién los escuche en el Gobierno. En el ambiente de la agroindustria local merodea similar decepción, domina la percepción de que el Gobierno desconoce el rol de las instituciones y las políticas públicas para el desarrollo del sector agroalimentario. Un ejemplo claro es el de la Agrozal que, a seis meses de la actual gestión, no despega porque no logra salir del conventillo generado en el espacio de Todos Unidos, que preside Adolfo Rodríguez Saá, que obligó a cambiar funcionarios con nula experiencia en el negocio de la alfalfa para exportar a Emiratos Árabes. “La producción de San Luis necesita de un Estado al servicio, porque somos una provincia pobre que para dejar de serlo debe trabajar con eficiencia”, indicó una fuente cercana al actual gobierno. Otro punto importante que mencionó Ayello es la necesidad de “tener más escuelas rurales y una mayor capacitación para que los jóvenes que quieran sumarse al trabajo rural tengan los conocimientos y la experiencia”. Uno de los ejemplos más claros de que la gestión actual quiere romper hasta lo que funcionaba bien es la crisis que vive actualmente Sol Puntano, que supo ser una importante fuente de conocimiento para quienes quisieran emprender o ampliar su producción. En la chacra experimental falta transparencia, no hay claridad en las cuentas, ni datos públicos de lo que allí se produce y comercializa. Hubo vendimia, hubo cosecha de aceitunas y permanente recolección de frutas y verduras. El valor agregado era uno de los fuertes de la colonia agrícola que hoy sí, en manos de Pablo Cangiano, y tal como expresó al asumir, “es un desastre, un predio saqueado y corrompido”. Una parte muy escueta se comercializa en los puntos de venta directa, una de las valiosas iniciativas que desarrolló la gestión anterior, y que afortunadamente sigue vigente, pero sin rumbo claro. Las políticas agropecuarias en el gobierno de Poggi están ausentes, como lo estuvieron en su anterior gestión. El excesivo celo fiscalista del gobierno provincial no le deja ver que el aumento de la producción agropecuaria local merece un mejor acompañamiento del Estado, como, por ejemplo, en la generación de estadísticas serias y confiables que permitan imaginar un horizonte más previsible. Tampoco parece saber que las casi cinco mil hectáreas del algodón producido en el corredor Quines-Candelaria ya certificaron calidad y denominación de origen, una conquista nacional que dejó la mesa servida para la llegada de hilanderías y su consecuente impacto laboral. No hay aún decisión política del gobierno de establecer un esquema basado en fuentes seguras para saber, por ejemplo, cuánto grano y hacienda se produce en la provincia, y mucho menos sobre a cuánto de ello se le agrega. Un capítulo aparte merecen los paralizados frigoríficos provinciales, creados para faenar novillos nacidos y engordados en San Luis y su consecuente impacto en el precio de la carne al consumidor local.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por