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  • El PRO en un punto bisagra, Macri en la ofensiva, Bullrich hace su juego y Milei aprovecha

    » El dia La Plata

    Fecha: 30/06/2024 11:42

    Aprobada la Ley Bases y el paquete fiscal, el PRO asiste a un punto bisagra de su existencia: se define como oposición racional pero en los hechos ha sido el gran facilitador para que el presidente Javier Milei consiga sus normas fundacionales. ¿Dónde pararse ahora? La pregunta interpela directamente a Mauricio Macri, que viene encabezando una ofensiva para quedarse con todos los resortes del partido que él mismo fundó, con la esperanza de redefinir su identidad luego de la última fallida experiencia electoral aliancista, lo que se conoció como Juntos por el Cambio. Está claro para todo el mundo que justamente la idea de cambio, de algo diferente en la vida política argentina, se la ha apropiado Milei, un “outsider” de formas raras que llegó al poder con nada más que la verbalización -comprada por el electorado- de que ofrecía algo nuevo respecto de lo visto hasta ahora. En su obsesión por combatir al kirchnerismo, que había sido su verdugo en 2019, Macri no dudó en aportarle a Milei el músculo político-electoral que le faltaba de cara al balotaje del año pasado, aportando todo un “know how” en materia de fiscalización y consiguiendo fondos para que el libertario pudiera enfrentar al entonces oficialismo casi en condiciones igualitarias el día del comicio consagratorio. Es por eso que en estos seis meses de gobierno de La Libertad Avanza, Macri siente que en parte Milei le debe la presidencia de la Nación a su partido, explican fuentes cercanas al expresidente. También por eso, cree que el jefe de Estado debería ser más receptivo a sus consejos. En la intimidad, Macri critica la calidad de la gestión mileista, condicionada por una de las debilidades de origen de LLA: llegó al poder con un gran desconocimiento del manejo de la cosa pública, pero además como una fuerza casi sin cuadros, un dato que le imposibilitó llenar los miles de casilleros que implica armar un gobierno. En efecto, Milei prácticamente no tiene cuadros medios propios en la gestión, lo que hace que persistan en lugares clave de la burocracia estatal funcionarios de segundo y tercer orden que todavía responden al kirchnerismo/peronismo. “Y tienen capacidad de daño”, explican en el macrismo. En la sede partidaria del PRO de la calle Balcarce, esto se analiza como un gran problema del gobierno de Milei. Y tienta a sectores ligados a Macri a hablar de la necesidad presidencial de una alianza de co-gobierno. No es lo que quiere la mesa chica de la Casa Rosada (el asesor Santiago Caputo, Karina Milei, no mucho más), que recela de una entrada formal del macrismo a la administración. Los prefieren como aliados políticos y eventuales proveedores de cuadros individuales. Supuestamente tampoco es lo que quiere Macri. En este último caso, ¿es tan así? La reunión de la mesa ejecutiva del partido Asumido como titular del PRO hace un par de semanas, el miércoles último Macri reunió a la mesa ejecutiva del partido. Nombres: el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri; el gobernador de Chubut, Ignacio Torres; los intendentes Soledad Martínez (Vicente López) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón); los diputados nacionales Cristian Ritondo, Diego Santilli y María Eugenia Vidal, entre otros. Fue antes de la aprobación de la Ley Bases que, se reitera, el macrismo apoyó sin fisuras porque conceptualmente está de acuerdo con ella y porque así lo ordenó el propio ex presidente. Según dejaron trascender a los medios, se habló allí de sostener el apoyo a Milei en proyectos legislativos o medidas del Ejecutivo que sirvan a la economía del país. Pero insistieron con la idea de no hablar de co-gobierno. Puro relato: en verdad, nadie les ofreció eso. Pero, ¿realmente tiene el PRO margen para pararse en una posición equidistante de Milei de cara a la opinión pública? ¿Eso quieren sus gobernadores, que necesitan tener una relación fluida con la Casa Rosada y esperan alguna retribución presidencial por el reciente apoyo en el Congreso? ¿Eso esperan sus votantes? En este sentido, será clave la primera aparición que haga Macri ya en su rol de presidente de PRO, que sería en los próximos días. ¿Antes o después del acto del 9 de Julio para rubricar la llamada acta de Mayo, evento al que según su entorno asistirá con el espíritu de adherir al pacto de los diez puntos? La politóloga Florencia Filadoro cree que, luego de la gran colaboración prestada para la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal, el PRO quedó objetivamente en una situación complicada en términos identitarios. “El PRO está siendo subsumido por La Libertad Avanza” Aseguró en diálogo con este cronista: “En los hechos, el PRO está siendo subsumido por La Libertad Avanza ya desde la época de la campaña electoral. Milei se apropió de su principal contenido, que es la idea de cambio. Eso le ha sacado sustancia al mensaje político del PRO y encima el Presidente se apropia de a poco de figuras del espacio. El caso más paradigmático es el de Patricia Bullrich”. Macri entiende esto y acaso por eso encabeza una cruzada contra su ex protegida, quien pretendería una fusión de los dos espacios políticos presentándola como una etapa superadora de lo que se conoce como PRO. Hay que recordar que, por respaldar a Bullrich el año pasado, el ex presidente rompió con su “pollo” histórico, el ex alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. Ahora, ya como mandamás oficial de PRO nacional, Macri expulsó a la ministra de Seguridad y a su gente del estamento bonaerense del partido amarillo, donde recalará Ritondo. El costo: ruptura de bloques en la Legislatura y la consiguiente debilidad en ese ámbito, algo que evidentemente no le importa a Mauricio. Javier Milei prácticamente no tiene cuadros medios propios en la gestión Pero ahora va por más: es casi seguro que Bullrich jamás asumirá en la Asamblea nacional del PRO, el organismo que fija la política de alianzas electorales, el puesto que supuestamente le iban a dar para que no estalle una guerra abierta. El argumento es que Patricia y su gente, para los macristas, ya son cuadros mileistas, no de la fuerza amarilla. ¿Bullrich dará batalla? Aunque recién iniciado en la política, Milei se manejó con astucia. La incorporación estelar de Bullrich al gabinete facilitó la percepción popular de que PRO ya es parte del Gobierno, aunque orgánicamente no sea así. Y su todavía respetable apoyo popular, adhesiones que según casi todas las encuestas rondan el 50%, actúa como elemento limitante para los ímpetus macristas de influir en su gobierno y para dilatar la eventual incorporación de cuadros mauricistas a su gestión. Dicho de otro modo, si en mesas macristas creen que Milei necesita la “expertise” de ese espacio para no naufragar, en el mileismo piensan que el apoyo de la gente al Presidente actúa como una barrera para eso y por ahora sirve, además, para aplicar cierta lógica de sumisión sobre los amarillos.

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