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  • Laissez faire

    » Hoy Dia

    Fecha: 30/06/2024 04:37

    Es obvio que todos los Estados son fundamentales para controlar el cumplimiento de las leyes y normativas en los diferentes ámbitos de la sociedad, para así hacer posible una vida más o menos ordenada de los ciudadanos. En el terreno laboral, uno de los históricos grandes problemas en nuestro país ha sido y es el trabajo informal o «en negro». Por eso los inspectores de los ministerios o secretarías de Trabajo cumplen un rol fundamental para que los empleadores actúen de acuerdo a lo legalmente establecido, y los empleados se vean protegidos con los aportes y beneficios correspondientes. El problema surge cuando los controles no se hacen, o quienes deben llevarlos a cabo tienen otras prioridades, como por ejemplo, cobrar coimas. Casi por unanimidad la Cámara Décima del Crimen, y con jurados populares, acaba de condenar por exacciones ilegales a Fernando Fabián Peralta, a dos años y seis meses de cárcel condicional, más trabajo comunitario, una multa de $ 52.000 y la inhabilitación especial para trabajar como inspector del área laboral. La pena es por haber intentado cobrar «una cometa» para ocultar una sanción a la dueña de un local de comidas que tenía empleados informales. La condena fue tal cual había sido solicitada por la acusación del fiscal Gustavo Arocena. El hecho ocurrió hace ya varios años y fue cuando Peralta pidió un monto de dinero a esta supuesta infractora para paralizar y eliminar el trámite de una sanción. Sin embargo, Peralta faltó a una de las audiencias y la infractora le preguntó a la inspectora «honesta» que lo reemplazaba si cobraba lo mismo que Peralta. Esta empleada advirtió la «irregularidad» y fue en esta instancia casi casual cuando se inició la investigación administrativa, que luego se transformó en una causa penal con sentencia condenatoria. Claro que podríamos preguntarnos cuántos estatales como Peralta habrá, o cuántas veces este empleado se habrá salido con la suya. Pero en estos tiempos de tanta mala fama para el Estado, podemos considerar lo ocurrido para afirmar que, sin atención ni controles suficientes, ya sea hacia adentro o hacia afuera, nos acercaríamos peligrosamente a una situación de «sea lo que sea», dicho en francés, a un estado de “laissez faire”.

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