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  • El manejo forrajero es el eslabón estratégico entre la agricultura y la ganadería

    » Clarin

    Fecha: 29/06/2024 11:22

    En el proceso de intensificación de la ganadería y en su vital integración con la agricultura hay un eslabón estratégico que es el manejo forrajero. La planificación de oferta y demanda alimenticia a lo largo de los meses, la eficiencia en la producción de materia seca de calidad y la administración en el tiempo de ese recurso son variables centrales en el éxito de toda empresa ganadera. Sin forraje no hay ni carne ni leche. Además el forraje es un bien que se puede producir en cada establecimiento y que puede ser la clave para fijar costos de producción. Según datos de la Cámara de Contratistas Forrajeros (CACF), en Argentina en la campaña 2022/23 se ensilaron 2,6 millones de hectáreas. De ellas el 63 por ciento fueron de maíz, el 10 por ciento de sorgo y el 25 por ciento de verdeos y pasturas. Respecto a los destinos, prácticamente la mitad fue para lechería y la otra mitad para planteos de producción de carne. Desde Córdoba, donde se realiza el 35 por ciento de todo ese silaje, el consultor en conservación y uso de forrajes conservados Pablo Cattani habló con Clarín Rural para esbozar una radiografía general de la especialidad e identificar tendencias. Para empezar, el experto remarca que en las últimas dos campañas, la sequía y luego la expansión de la chicharrita plantearon un escenario particularmente desafiante para el maíz, cuyo picado terminó hace más o menos un mes. “Se hizo muchas hectáreas con poco forraje en las últimas dos campañas. En algunos casos no había rendimiento en volumen, en otros casos no había rendimiento en grano y en otros casos no había rendimiento ni en volumen ni en grano”, explicó el especialista, y detalló: “Hay zonas donde la chicharra arrasó y hay zonas donde agarró rodales y rodales. No puedo decir exactamente a qué obedece, pero sí hemos visto zonas con cero afectación y una gran cantidad de zonas totalmente explotadas. Calculo que se debe haber cosechado el 60 por ciento de lo que tendrían que haber cosechado. Debe haber una merma por lo menos del 40 al 50 por ciento”. Más allá de este escenario puntual, Cattani aclara que los rendimientos del picado varían según el potencial productivo de cada zona. “No tenemos un promedio nacional, pero un maíz de 30.000-35.000 kilos por hectárea con buen rendimiento de grano es sumamente interesante en cualquier zona y empieza a ser muy tentador para el picado”. El consultor en conservación y uso de forrajes conservados Pablo Cattani. Respecto al porcentaje de humedad, el experto repasó algunos aspectos a considerar. Según su experiencia, el ideal para trabajar con ganadería de leche es un 38-40 por ciento de materia seca, mientras que para planteos de carne es preferible un 40-43 por ciento de materia seca, dependiendo de si se hará silos aéreos -que pueden funcionar con 38-40%- o si se guardará en silos bolsa -se puede llegar al 50% de materia seca-, siempre y cuando haya una buena relación grano planta en la que el grano represente por lo menos la mitad de la materia ensilada. La chicharrita provocó una importante caída en el volumen picado. “En un ensayo que hicimos en el INTA Manfredi, cuando pasamos de 30 a 40% de materia seca, aumentamos 15 puntos el almidón del grano. Entonces, teniendo en cuenta que lo que estás buscando es energía metabólica a través del grano, es muy ventajoso picar más seco. Sumado a que es siempre un ganar ganar en cuanto a tipología aplicada, Si vas a tener un partidor de grano, evidentemente te interesa tener grano para partir. Ni hablar de, por ejemplo, una tecnología como inoculantes. Yo prefiero aplicar inoculantes con 50% de materia seca para lograr una buena fermentación y no con 25% de materia seca para tratar de que ese silo no se me pudra. Entonces, cuando implementás materia seca, la tecnología tiende a ser más pagable”, explica. Buen horizonte para el sorgo De cara a la próxima campaña, y con el mal sabor que dejó el maíz en los últimos años, el sorgo se perfila como una interesante alternativa. Según Cattani, los semilleros tienen prácticamente agotada la semilla de sorgo para la próxima siembra porque muchos productores salieron a comprar anticipadamente. “El sorgo calculo que va a ser la próxima vedette en el picado de la gruesa. Tiene excelentes aptitudes forrajeras y nutricionales. Si lo manejás bien, la fibra del sorgo podría ser hasta mejor que la del maíz, y además por su morfología, eligiendo variedades doble propósito, graníferos o forrajeros puros, podés obtener muchísima biomasa o muchísima energía”, dice. Luego, para matizar, menciona algunos desafíos pendientes. Uno de ellos es que aun no se logró una alta eficiencia en el partido de granos de sorgo. “Independientemente de lo que digan los folletos técnicos, vos te ponés a picar sorgo y no vas a poder partir más del 65-70% del grano, entonces hay un desperdicio energético interesante”, asegura, y recomienda buscar híbridos muy rendidores en grano, con mayor relación grano/planta, y tratar de ser lo más prolijos en picar ese tipo de calibre de grano. El sorgo puede ser la "vedette" de la próxima campaña. Otra falencia que observa Cattani es que se está sembrando semillas de más, por lo cual se obtiene mucho volumen de plantas pero muy poco volumen de grano. “Eso dificulta todavía más lo que es el partido del grano dentro de una picadora. Creo que habría que bajar un 20% por lo menos la densidad de siembra de sorgo, sobre todo los doble propósito y graníferos, para que expresen su mayor potencial en grano y sea más fácil partir o procesar ese grano”, dice. La alfalfa viene creciendo Un informe del INTA Manfredi indica que la Argentina es el segundo país en siembra de alfalfa, con una superficie sembrada de 3,4 millones de hectáreas y una renovación de casi 850.000 hectáreas por año. “Tuve el orgullo de ser parte de ese crecimiento incorporando mil hectáreas de alfalfa en un campo de Formosa, lo cual es loquísimo pensarlo”, comenta Cattani, y agrega que buena parte de esa alfalfa se transforma en forraje conservado. “Hay una gran evolución en lo que yo llamo el detalle. ¿Qué grupo específico se siembra? ¿Qué morfología específica? ¿Qué altura de corte? ¿Cómo trabajar la alfalfa en la primavera y cómo trabajarla en el verano? Cuando empezás a trabajar en variedades, en grupo, en mejoramiento genético, en densidad de siembra, en profundidad de siembra, en fertilización, el crecimiento que tenés es tremendo”, dice. Luego destaca que hoy en el mercado local está disponible la alfalfa con un gen resistente a glifosato, que además tiene baja lignina. “Además ya se está trabajando en alfalfa anti empaste… Y en la morfología en particular ni hablar… ¿Elegimos grupos para pastoreo o para conservación de forraje? Estamos hablando de morfologías radicalmente diferentes. Está muy bien especificado el tema de forraje conservado y creo que no tenemos mucho que envidiarle al resto del mundo”, asegura. Más conocimiento y mejores insumos A pesar del enorme avance que se viene observando en materia de conocimiento forrajero y del interés que muestran tanto los productores como las instituciones públicas y privadas, Cattani advierte que falta decisión política para que la especialidad se consolide con programas y departamentos de dedicación exclusiva. De todos modos, destaca la profesionalización, el conocimiento que existe y se comparte entre quienes trabajan en el rubro. “Es un excelente nicho de investigación, un excelente nicho laboral. Es una especialización más que se va abriendo en la agronomía”, dice.

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