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» Diariopinion
Fecha: 27/06/2024 18:08
En un nuevo capítulo de la intensa crisis política que sacude a la provincia, el intendente de Lomitas, Atilio Basualdo, ha vuelto a desafiar abiertamente a la conducción de Gildo Insfrán. Luego de ser acusado de "traidor" por reunirse en Buenos Aires con funcionarios del gobierno de Javier Milei, Basualdo ha redoblado la apuesta publicando una foto junto a la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Esta foto va a generar una revuelo aún mayor que su encuentro previo con los funcionarios nacionales o la foto con el senador Francisco Paoltroni y el intendente de Laguna Yema, Nilton Werning, con quienes también posó en fotografías que desataron una hecatombe política en el Partido Justicialista (PJ) y una cruenta persecución política, además de despidos arbitrarios y masivos en Lomitas. La reciente fotografía de Basualdo con Bullrich, sumada a los rumores sobre la próxima visita de la Vicepresidente Victoria Villaruel y de la propia Patricia Bullrich a Las Lomitas, ha encendido todas las alarmas en el Gildismo provincial. La llegada de máquinas viales a Yema, vista como un posible apoyo logístico y simbólico de la Nación, no hace más que agravar la percepción de una inminente ruptura y una crisis interna sin precedentes en el Gildismo provincial. La conducción de Insfrán se enfrenta ahora a un desafío crítico, con una creciente disidencia interna que amenaza con fragmentar al Gidismo y al partido que preside. Basualdo, con su reciente movimiento, parece decidido a no retroceder ya seguir tensando las cuerdas del ring en el cual ya se calzó los guantes. Reacciones y consecuencias El impacto de esta nueva fotografía no se va a hacer esperar. En círculos cercanos a Insfrán, la advertencia de Basualdo"no les tengo miedo" y foto con Bullrich fue interpretada como una provocación directa y una declaración de guerra política. Las voces de los alcahuetes dentro del PJ exigen una acción disciplinaria contundente contra el intendente de Lomitas, mientras que la militancia gildista manifiesta su preocupación por el rumbo incierto que toma la disputa interna que ya tiene a varios intedente y dirigentes de peso soñando con sumar a la Capital y a Clorinda en la disputa final con lo que queda del Gildismo. Por otro lado, sectores de la oposición ven en Basualdo una figura clave que podría capitalizar el descontento y reorganizar fuerzas en torno a una alternativa política viable frente al liderazgo histórico de Insfrán. La visita de Villaruel y/o de Bullrich, si se confirma, podría representar un respaldo significativo a esta corriente disidente. En este contexto de alta tensión, el panorama político de Formosa se presenta más incierto que nunca, con un PJ fracturado, con la espada de Damocles de la Corte Suprema pendiendo sobre la reelección indefinida, y con una oposición que busca aprovechar la oportunidad para ganar terreno y dar una vuelta de página en la decadente historia provincial. La continuidad de los eventos marcará un antes y un después en la política provincial, con consecuencias impredecibles para todos los actores involucrados, y fundamentalmente para Formosa y los formoseños.
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