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  • Alimentos que ralentizan el metabolismo

    » Derf

    Fecha: 25/06/2024 11:52

    La mejor forma de asegurar un metabolismo que funcione adecuadamente con una alimentación completa y equilibrada, rica en vegetales, proteínas de calidad y grasas saludables y que excluya o reduzca al máximo los ultraprocesados. Partiendo de esa base, se debe tener en cuenta que, además, hay ciertos tipos o grupos de alimentos que pueden ir en contra del correcto desarrollo de las funciones metabólicas por su impacto en alguna de las hormonas, sustancias y órganos involucrados en este proceso, como el páncreas, estómago, intestino, grasa corporal, insulina, etc. Además, es un proceso en el que las circunstancias individuales (dieta, estilo de vida, estado de salud) son determinantes. En el caso de los alimentos que pueden favorecer que no funcione correctamente o lo haga de forma más lenta, se pueden citar los siguientes: Aceites y otras fuentes de omega 6 Un consumo excesivo de alimentos ricos en ácidos grasos omega 6 se asoció a un potencial efecto ralentizador en el metabolismo, especialmente si existe un desequilibrio con la ingesta de otro tipo de ácidos: los omega 3. Ambos son ácidos grasos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo, por lo que su aporte debe a través de la alimentación. Tienen muchos beneficios para el correcto mantenimiento de la salud, pero siempre que se incluyan en la proporción adecuada. Entre las principales fuentes de omega 6 están los maníes, aceites vegetales (girasol, maíz, sésamo y, muy especialmente, el de soja), leche, carne y huevos. La causa de este efecto ralentizador, que tiene que ver con el metabolismo de estos ácidos grasos, se debe a que ambos necesitan una misma enzima para metabolizarse, por lo que compiten entre sí para hacerlo, dando lugar a que, si en este caso se consume más omega 6, éste será el que más se metabolice, en detrimento del 3. Refrescos, repostería y demás opciones con azúcares El azúcar, en todas sus versiones, se considera uno de los principales enemigos de un metabolismo en plena forma, ya puede hacer variar los niveles circulantes en sangre de algunas hormonas, como la insulina y el glucagón, involucradas en los procesos de regulación de la biosíntesis de la glucosa. E interfiere en la producción de hormonas que se secretan en el intestino y que, a su vez, tienen acción en el metabolismo de otras, como la insulina, modificando la actividad metabólica. Sal no yodada Ésta y los alimentos habitualmente más salados (con los snacks) pueden ralentizar las funciones metabólicas, generar cansancio y/o desánimo, entre otros. La recomendación es consumir un promedio diario de 150 microgramos de yodo para un correcto mantenimiento del estado de salud, y nunca autopautar cantidades inferiores o superiores para buscar efectos metabólicos. Carne roja Investigaciones recientes apuntan a que la carne roja o procesada puede ser responsable de modificaciones a nivel del metabolismo que afectan sobre todo al proceso de metabolización de los lípidos, proteínas y sodio presentes en el alimento, lo que podría tener consecuencias a nivel del sistema cardiovascular. Además contiene cantidades considerables de ácidos grasos saturados, que contribuyen a un aumento del colesterol malo y generar acciones inflamatorias relacionadas con la arterioesclerosis, que a su vez puede producir isquemia y trombosis. Asimismo, tiene L-carnitina, una sustancia con capacidad de ser metabolizada por la flora bacteriana del estómago, alterando la composición de esta microbiota. Esta sustancia se oxida en el hígado, formando un producto asociado a la arterioesclerosis y otros mecanismos patológicos de riesgo cardiovascular. Cereales refinados Hay una relación entre una dieta rica cereales o granos refinados (pasta, arroz y plan blancos, principalmente) y el aumento de peso, este nexo se encuentra la composición de estos cereales respecto a los enteros o integrales: en los refinados se eliminaron el germen y el salvado, dos sustancias que están presentes en los integrales que aportan nutrientes importantes, “obligan” al organismo a trabajar más para descomponerlos, quemando por tanto más calorías y, también, activando el metabolismo, efectos que no se producen en el caso de los refinados. También se asoció el consumo abundante de los cereales blancos con un aumento de los picos de glucosa e insulina, similar al que se produce con la ingesta de azúcares. Investigaciones recientes apuntan al potencial efecto sobre el metabolismo de una de las sustancias presentes en estos cereales, el almidón, asociando las propiedades estructurales que aporta a estos alimentos con el apetito, una peor digestibilidad y la alteración de las respuestas metabólicas que se producen tras su ingesta. Otro estudio indicó que quienes siguieron una dieta rica en granos integrales presentaban una mayor presencia en su microbiota de la bacteria Roseburia, perteneciente al grupo de los microorganismos beneficiosos, con una capacidad fermentadora de la fibra y relacionada con la función metabólica, la pérdida de peso y la intolerancia a la lactosa. También hay que destacar su índice glucémico, que es de una absorción lenta o moderada y que favorece una mejor asimilación de la energía que proporciona el alimento en el organismo, haciendo que diferentes órganos, como el páncreas, trabajen de manera más controlada y cómoda en el proceso de digestión.

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