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  • PUNTO Y SEGUIDO. El nuevo acuerdo de julio, los problemas de la gestión provincial y las incógnitas del PJ entrerriano

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 23/06/2024 07:38

    El presidente Milei convocó para el mes próximo a la firma del postergado Pacto de mayo, mientras el gobernador Frigerio apuesta a la restitución de Ganancias y del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) frente el ahogo financiero y el estancamiento de la gestión provincial. Sin brújula, el peronismo busca una nueva conducción. La aprobación con modificaciones, en el Senado de la nación, de las leyes “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” y “Medidas Fiscales, Paliativas y Relevantes”, dieron el primer triunfo legislativo en la hoja de ruta del gobierno de La Libertad Avanza. Sin embargo, ambas iniciativas fueron reenviadas a Diputados, ya que es la Cámara de origen, para la ratificación o el rechazo de los cambios producidos en distintos capítulos vinculados a las jubilaciones, las privatizaciones, el régimen para inversiones extranjeras, la reforma laboral, Bienes Personales y el Impuesto a las Ganancias. La Casa Rosada, sectores empresarios nacionales e internacionales, los gobernadores e incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI), presionan para que los cambios producidos en el Senado, respecto al paquete fiscal, sean retrotraidos al texto original de la media sanción. La intención del Ejecutivo nacional es que la sesión en Diputados se efectúe el próximo jueves 27 de junio, con un debate en particular sobre cada articulado para la confirmación de las modificaciones realizadas en el Senado o la retractación hacia los enunciados iniciales. Aunque la aprobación definitiva parece inevitable, ya que el acompañamiento parlamentario a los proyectos del presidente Javier Milei es más significativo en la Cámara Baja, con un poroteo más abultado de votos, la pretensión del oficialismo de una corrección sobre las reformas en privatizaciones, especialmente Aerolíneas Argentinas, y respecto al RIGI, pueden complejizar el escenario, como ocurrió en la discusión fallida de febrero pasado. Como describió Punto y Seguido, la columna política de los domingos en LA CALLE, el plan del Gobierno nacional tiene como prioridad la aprobación de sus dos leyes estelares, como condición fundamental para la rúbrica de los ¿10? ejes programáticos del demorado consenso de mayo en Córdoba, con una nueva cita para el 9 de julio en Tucumán, en conmemoración a la declaración de independencia de 1816. La diferencia sustancial con la primera convocatoria, cancelada por la dilatada validación de los proyectos legislativos del oficialismo, es la invitación a expresidentes, jueces de la Corte Suprema de Justicia, empresarios y referentes sindicales, para el encuentro en la provincia gobernada por el pragmático Osvaldo Jaldo. El llamamiento fue lanzado en el discurso de Javier Milei por el Día de la Bandera en Rosario, donde paradójicamente evitó cruzarse con el mandatario de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como sucedió a principios de mes, cuando participó de AgroActiva y esquivó juntarse con el gobernador anfitrión y sus pares de la Región Centro, Rogelio Frigerio de Entre Ríos y Martín Llaryora de Córdoba. “Señor Presidente, mire a este país, mire al interior productivo, nos faltan obras de infraestructura para desarrollarnos y poder desplegar todo el potencial que tiene nuestro país”, afirmó el dirigente radical, sin reunión bilateral, durante la ceremonia oficial en el Monumento a la Bandera. “También necesitamos que nuestros jóvenes estén en las universidades para unir el conocimiento con el sistema productivo”, destacó. En contraposición a su estilo, no hubo contestaciones confrontativas en el discurso presidencial, aunque respondió con una fotografía sacada unas horas después, cuando recibió al mencionado Jaldo de Tucumán, Gustavo Sáenz de Salta, Carlos Sadir de Jujuy y Raúl Jalil de Catamarca, que anunciaron el apoyo a las iniciativas legislativas del Ejecutivo nacional. El dato no es menor, ya que el oficialismo apuesta a que la diferencia de votos sea más abultada en Diputados, por la adhesión de mandatarios peronistas que necesitan la restitución de la cuarta categoría de Ganancias ante la asfixia financiera de la Casa Rosada. La hoja de ruta de La Libertad Avanza, después de la firma del Pacto de julio, tiene estaciones troncales en el programa económico de Javier Milei. La eliminación de las restricciones para la compra de divisas (cepo), la puesta en vigencia de una tasa de interés positiva, la flexibilización del tipo de cambio, la supresión del Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS), y el fortalecimiento de la economía bimonetaria mediante una competencia de monedas, son algunos de los ejes relevantes del itinerario del segundo semestre del Gobierno nacional. La negativa del FMI a un desembolso extra para el robustecimiento de reservas del Banco Central y para esos objetivos trazados, como también de modificaciones sustanciales en el acuerdo firmado con el organismo internacional, se vincula con la falta de concesiones en esas demandas, especialmente sobre la política monetaria. El último informe técnico remarcó esas necesidades y cuestionó un atraso cambiario del 40%, pese a la devaluación del 118% efectuada tres días después de la asunción de la gestión libertaria. La definición del Fondo reivindicó los cuestionamientos sobre la composición del superávit fiscal de los primeros cinco meses del Gobierno nacional, como también respecto a la decisión de una ralentización o aplazamiento de la eliminación total de los subsidios en las tarifas de los servicios públicos. Sin liquidación de los exportadores ni ayuda financiera del FMI, la apuesta del gabinete económico es una asistencia del Banco de Inversión Europeo o de la corporación internacional de Basilea, aunque parece difícil sin el guiño del organismo dirigido por Kristalina Georgieva. Atravesado por la paralización de la gestión, la recesión económica, la caída de las actividades productivas y la desinversión de obras, programas y políticas claves, el Ejecutivo apuesta a la sanción definitiva de las leyes, la fotografía del Pacto de julio en Tucumán y el apoyo financiero internacional. En esa búsqueda de inversiones, Milei comenzó este viernes su octava gira por España, Alemania y República Checa, siendo el Presidente argentino con más viajes al exterior, desde 1983, durante el primer semestre de su mandato, aunque la agenda planificada solo incluye dos cónclaves significativos en materia institucional, junto al canciller alemán Olaf Scholz y el mandatario checo Petr Pavel. A su vuelta, posee una tarea indispensable, que refiere a la llegada de Federico Sturzenegger al gabinete nacional y a la convivencia del exfuncionario de Fernando De la Rúa y Mauricio Macri con las prioridades del actual ministro de Economía, Luis Caputo. El ideólogo del megacanje del 2001 y del vigente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 fue confirmado por el Mandatario nacional como nuevo ministro de una cartera asociada a la desregulación de la economía, aunque demanda diferentes herramientas y recursos, que actualmente se encuentran bajo la órbita del superministro. Aunque en entrevistas radiales defendió el trabajo de ambos, en su última conversación televisiva avisó que «nadie le va a tocar el culo a Caputo». El sinuoso equilibrio de Frigerio Como se describió en reiteradas columnas de Punto y Seguido, el Gobernador de Entre Ríos transita por un sinuoso equilibrio entre el respaldo incondicional al gobierno de Milei; las consecuencias del ahogo financiero; la volatilidad de la recaudación; el rol protagónico dentro de los 10 mandatarios provinciales que ganaron bajo el sello de Juntos por el Cambio; las gestiones cotidianas y estructurales de la provincia; y la capacidad de conducción y revalorización de una etapa nueva para el tablero político entrerriano, después de cinco mandatos justicialistas. Durante una visita a Concordia, gobernada por su socio radical, Francisco Azcué, donde el peronismo perdió por primera vez desde 1983, Frigerio realizó un pequeño balance sobre el primer semestre de su mandato en Casa Gris. “Estamos atravesando la peor crisis en estos 40 años de democracia. Todos los indicadores sociales y económicos así lo testifican”, expresó. Resaltó la austeridad de su administración; el proceso de modernización del Estado provincial; el envío de propuestas legislativas que ponen en valor la transparencia y la institucionalidad gubernamental, como las normas sobre la transición del gobierno, la ética pública, el acceso a la información y la eliminación de las pensiones vitalicias de gobernadores y exgobernadores; y la reactivación de un puñado de obras públicas que fueron paralizadas desde diciembre pasado. Además, resaltó las presentaciones judiciales por las regalías y excedentes de Salto Grande, y por los recursos nacionales para la Caja de Jubilaciones. En ese último punto, destacó la convocatoria a los distintos partidos políticos para el debate sobre diversas modificaciones del sistema previsional y respecto a una reforma electoral que promueva la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP). Sin embargo, la situación financiera estructural de la provincia, agudizada por la disminución de los fondos coparticipables y la eliminación de las partidas para el transporte público urbano de pasajeros, la asistencia a hospitales, el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), la caja de jubilaciones y las obras públicas licitadas o en ejecución, exhiben la otra cara de la reseña del oficialismo provincial sobre los primeros seis meses en Casa Gris. Además de la carencia de recursos para las acciones más urgentes, una definición que el gobernador expone en cada reunión conjunta con gabinetes municipales de diferentes departamentos de la provincia, tampoco avanzaron los proyectos más simbólicos para los electorados que llevaron al ex Ministro del Interior al sillón de Urquiza. Pese al acompañamiento parlamentario inicial del peronismo en las declaraciones de emergencia educativa, alimentaria y de infraestructura vial, que permitió cierta discrecionalidad en las decisiones ejecutivas, especialmente respecto a contrataciones y partidas presupuestarias, y que fue ratificada esta semana en la sesión de la Cámara de Diputados con la votación unánime al proyecto que modifica la Ley de Economía del Conocimiento, el tablero sufrió mutaciones por las demandas de las bases electorales del justicialismo sobre el rol del frente opositor. A ello se suman las consecuencias del modelo recesivo nacional, que desprende suspensiones y despidos en rubros privados, caída del poder adquisitivo y deterioro del nivel de vida de franjas mayoritarias de la sociedad. El aumento exponencial de la asistencia en comedores comunitarios, la pérdida de 5.000 puestos de trabajo en la construcción, y el pedido de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) para que el Gobierno de Entre Ríos convoque nuevamente a la paritaria docente, ejemplifican la precaria situación del tejido social. Durante la recorrida por Concordia, también se refirió a la convocatoria local de Azcué hacia un pacto de julio, que fue acordada políticamente con su antecesor, Enrique Cresto, e institucionalizada durante un encuentro con los tres bloques del Honorable Concejo Deliberante (HCD) de la ciudad del citrus. “Lo hemos hablado y va en línea con el llamado que ha hecho el Presidente a nivel nacional”, expresó Frigerio. “Necesitamos que algunas cuestiones no sean permanentemente cuestiones de debate o de pelea. Necesitamos ponernos de acuerdo los argentinos, los entrerrianos y los vecinos de Concordia en algunas cuestiones fundamentales”, argumentó. “Dedicamos tiempo a resolver problemas. Y muchos de estos problemas requieren de acuerdos que a veces trascienden a la política. Tienen que ver con las organizaciones no gubernamentales, las iglesias y las universidades”, finalizó. Aunque incómodo por la participación de Cresto, el mandatario de Entre Ríos no podía dar una definición distinta a lo que predica públicamente sobre la importancia del pacto de mayo, ahora reconvertido en consenso de julio, lanzado por el presidente de la Nación, como tampoco a las necesidades propias para los cambios troncales sobre los proyectos legislativos en marcha, la reforma a la caja de jubilaciones y las modificaciones al sistema electoral. Más aún luego del acuerdo con el senador nacional y ex concejal de Concordia, Edgardo Kueider, que favoreció la firma de los dictámenes de la Casa Rosada y la sanción de la Ley Bases y del paquete fiscal. Un pacto que también llega hasta Salto Grande, en la distribución de los tres lugares para la provincia en la Delegación Argentina ante la Comisión Técnica Mixta, que aportó mayor profundidad a la confusión y fragmentación que atraviesa al peronismo entrerriano. El Gobernador deposita su confianza en un horizonte hipotético de rebote de la economía, acompañado de la llegada de recursos e inversiones nacionales e internacionales a la provincia, tras la aprobación de la agenda legislativa de la Casa Rosada y la firma del pacto de julio en Tucumán. No obstante, finalizado el primer semestre y excedido el tiempo de gracia para el diagnóstico y la organización de la nueva administración, emerge la necesidad de exhibición de logros de gestión en materia sanitaria, educativa, infraestructura vial, social y de viviendas, que marquen los ejes fundamentales del Ejecutivo provincial para el segundo semestre. El anuncio de la puesta en valor de 50 escuelas de la provincia, enmarcado en la normativa sancionada sobre la emergencia educativa, apunta a ese propósito, aunque surge como una excepción a la espera de auxilio financiero y de triunfos en la hoja de ruta libertaria. En simultáneo, Frigerio apuesta al fortalecimiento del capital político y simbólico, con un itinerario que incluyó la recorrida junto a Azcué en Concordia; la reunión bilateral en Casa Gris con el intendente de Pronunciamiento, Ricardo Sandoval; la continuidad de los encuentros con partidos políticos por la reforma electoral, donde fue el turno de las nuevas autoridades del Frente Entrerriano Federal (FEF); y la visita de la legisladora nacional, María Vidal, que participó de un panel con la ministra de Desarrollo Humano, Verónica Berisso, el rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), Luciano Filipuzzi, y el secretario de Modernización, Emanuel Gainza, donde dejó mensajes a favor de la restitución de Ganancias y de la reversión de los cambios del Senado sobre el RIGI. Fragmentación del peronismo Como analizó Punto y Seguido en LA CALLE, la salida del poder del peronismo trajo sinsabores de otros contextos políticos, como la derrota nacional de 2015 y la reorganización como principal alianza opositora durante los años de administración de Mauricio Macri. El comportamiento de Jaldo de Tucumán y Jalil de Catamarca trajeron recuerdos del apoyo de mandatarios provinciales a distintas iniciativas del gobierno de Cambiemos, como aconteció con Domingo Peppo de Chaco, Gustavo Bordet de Entre Ríos, Juan Manzur de Tucumán, Juan Urtubey de Salta y Sergio Uñac de San Juan. La misma sensación proporcionó el posicionamiento de Edgardo Kueider y Carlos Espínola en la Cámara Alta, y el posible cambio de postura de otros diputados de Unión por la Patria en la votación final de la Ley Bases y del paquete fiscal. Un déjà vu respecto a lo sucedido en 2016 con el portazo prematuro de 12 diputados del bloque peronista, donde se destacaba el bonaerense Diego Bossio, el salteño Pablo Kosiner y el jujeño Guillermo Snopek, que tuvo su correlato en el Senado con nombres como Sigrid Kunath y Pedro Guastavino, profundizado por la partida de los legisladores del Movimiento Evita, y por la creación en 2017 del bloque Justicialista, con legisladores de gobernadores opositores aliados, incluidos Juan Bahillo y Mayda Cresto. La diferencia sustancial con la derrota nacional frente a Mauricio Macri es que el peronismo entrerriano también perdió la conducción de la Casa Gris luego de cinco gestiones ininterrumpidas del Partido Justicialista (PJ). La confusión inicial tras la derrota electoral, agudizada por la falta de autocrítica, discusión interna y resignificación de los liderazgos y las referencialidades, arrojó un nuevo capítulo por la adhesión de Kueider a la agenda parlamentaria de Milei. Sin capacidad de reacción, el microclima dirigencial discute el posicionamiento orgánico como partido opositor respecto al comportamiento del ex funcionario municipal y provincial de los mandatos de Gustavo Bordet. Los consejos departamentales justicialistas de Paraná, Concordia y Gualeguaychú exigieron formalmente la expulsión del dirigente de Concordia del partido, en tanto que el titular del PJ provincial, José Cáceres, dejó abierta la puerta para la evaluación de la conducta doctrinaria. Sin un pedido explícito, pero con críticas sustanciales, se ubicaron su jefe político y último gobernador del peronismo; el vicepresidente de la Liga de intendentes y actual mandatario de San José, Gustavo Bastián; y las diputadas nacionales Carolina Gaillard y Blanca Osuna. Sin embargo, tres caudillos históricos del peronismo expresaron en distintas reuniones políticas su desacuerdo con el destierro al Senador nacional, ya que entienden que un posicionamiento en una votación no es representativo de una traición al partido. Con matices, en esa postura se encuentran Rosario Romero de Paraná, Adrián Fuertes de Villaguay y José Lauritto de Concepción del Uruguay. Los dos primeros casos no sorprenden porque sufrieron en carne propia el rigor de la inorganicidad en otros escenarios políticos. La Intendenta de Paraná lo vivenció luego del portazo de Jorge Busti tras el conflicto con las patronales agropecuarias, que culminó en la expulsión partidaria del histórico caudillo y la construcción del Frente Entrerriano Federal, donde el ex mandatario compitió en 2011 por un cuarto mandato en la Casa Gris. La ex ministra de Gobierno de Bordet fue la espada legislativa estelar de ese bloque en la Cámara Baja, junto al empresario de medios, Rubén Almará; el exintendente de Basavilbaso, Fabián Flores; el dirigente sindical de Victoria, Juan Almada; el ex dirigente del Suoyem, Hugo Vásquez; y el ex jefe municipal de María Grande, Diego Lara. No es la primera vez que la presidenta municipal de la capital entrerriana deja un mensaje diferente a la opinión general del peronismo, ya que fue una de las pocas voces opositoras, junto a Bordet, a favor de la reforma electoral promovida por Frigerio. El segundo caso, del actual referente de Villaguay, se dio cuatro años después, cuando amagó en la conformación de una lista junto al radical Atilio Benedetti, pero terminó encabezando una fórmula junto a Busti dentro del Frente Renovador, el sello electoral de Sergio Massa y José de la Sota para las presidenciales de 2015. El posicionamiento de Lauritto refiere al estilo personal de construcción política, compartido en ciertas valoraciones con el método de la Presidenta de la Liga de Intendentes, que dejó fotografías en el último tiempo con la vicegobernadora, Alicia Aluani, reuniones semanales con funcionarios del gabinete provincial y cónclaves con sectores opositores locales, como el encuentro bilateral con la edil radical Karina Percara. El ex vicegobernador, que ya no piensa en el futuro electoral, se concentra en el complejo escenario local, en un contexto similar a su primer mandato municipal, cuando en la provincia gobernaba Sergio Montiel y en la Nación administraba Fernando De la Rúa. Casi como una paradoja trágica, en 2015 también le tocó gestionar con un presidente de distinto color político, aunque la diferencia sustancial fue la convivencia con un ejecutivo provincial del mismo partido político. Las opiniones distintas de Lauritto y Bastián sobre el rol del peronismo entrerriano en esta nueva etapa, pero también respecto a lo sucedido con Kueider, presupone visiones diferentes del futuro del peronismo, que desprende un correlato en los posicionamientos internos en el departamento Uruguay, una de las trincheras claves de resistencia para el peronismo entrerriano, más aún con las derrotas del año pasado en las cabeceras de los distritos Gualeguaychú y Concordia. El ex vicegobernador es una referencia política de los últimos 25 años y siempre fue una pieza clave de los distintos armados electorados de Casa Gris, mientras que el Intendente de San José representa un espacio de líderes locales que emergen como una renovación generacional. Ese grupo incluye a los presidentes municipales del interior de los departamentos Colón, Concordia y Uruguay. Fernando Viganoni de San Justo, Juan Amavet de Santa Anita, Hernán Niz de Villa Mantero y Ricardo Sandoval de Pronunciamiento, forman parte de ese sector, que además representa al interior del distrito, que tiene sus propias internas con la dirigencia de la cabecera, fundamentalmente en la distribución de recursos y en la conformación de las boletas electorales. Ese espacio generó el 1° Encuentro para Construir Presente y Futuro, que además contó con la organización de Ricardo Bravo, de Federación; Damián Arévalo, de Feliciano; Daniel Benítez, de Puerto Yeruá; Ariel Stuker, de La Criolla; Julio Pintos de Pueblo Liebig y Mauro Chávez de Aldea San Antonio. Un rompecabezas que se encuentra atravesado por la fragmentación política y que persigue la urgencia de reinventarse en su rol opositor, como alternativa de gobierno y como opción legislativa hacia los comicios de medio término de 2025. El segundo semestre de Milei y Frigerio, pero también de las coaliciones opositoras, están en marcha. 1 de 6

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