Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • REPELIÓ UN INTENTO DE ASALTO. Un tiroteo a ciegas y un cadáver al amanecer

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 23/06/2024 07:37

    Amparados por la noche, y con el dato equivocado de que un productor guardaba una importante suma de dinero en su propiedad, dos atracadores planearon un robo que resultó fallido y luctuoso. El 22 de enero de 2017, aproximadamente a las 23:45Hs., el descanso de Roberto Víctor Charrier, un pequeño productor de Colonia 3 de Febrero, en 1° de Mayo, departamento Uruguay, se vio interrumpido por una luz de linterna dirigida a su ventana. Preguntó quién era y le respondieron: “la Policía”. Como se trataba de la policía, el hombre no tuvo reparos, por eso se vistió y salió. Estaba muy oscuro ya que no tenía luz fuera de la vivienda, pero no llegó hasta donde supuestamente estaban los auxiliares de la ley, sino que se quedó cerca de la casa, a resguardo del cerco perimetral. Preguntó qué deseaban y una voz comenzó a interrogarlo acerca de si le faltaba hacienda o si había vendido hacienda en esos días. Él contestó negativamente a ambas opciones, entonces se sumó la voz de otro sujeto que le advirtió: “Esto es un asalto”. Charrier reaccionó velozmente y corrió hacia la puerta. En eso sonó la primera detonación, quedando la bala incrustada en el marco de la puerta, muy cerca de dónde él había pasado. Cerró la puerta y tomó su escopeta ya cargada, se asomó y disparó hasta que la vació en respuesta a las balas dirigidas hacia su casa. Volvió a cerrar la puerta y a cargar. Afuera los disparos habían cesado y cuando se asomó nuevamente, vio las luces de un auto que se alejaba por el camino, en dirección a Villa Elisa. Charrier llamó a su hermano que llegó poco después y también la Policía, cuyos efectivos recorrieron el lugar sin encontrar rastros de los fallidos asaltantes. Por eso, asegurándose de que nadie rondaba por el lugar, luego de haber recorrido con luces todo el perímetro cercano a la vivienda, se retiraron para retornar con la luz del día a realizar más pericias. Tétrico hallazgo Al otro día, temprano, el hermano de Charrier volvió a la casa para acompañarlo a formular la denuncia, pero en el camino de entrada, se encontró con un cadáver. El sujeto, una persona joven, tenía una herida en el pecho, un arma cerca de su mano y una linterna con picana, sobre las piernas. También se encontró un par de chinelas que habría perdido el cómplice en la huida para subir al auto en el que habrían llegado. Que las chinelas le pertenecían, era obvio pues el cuerpo tenía puesto el calzado. Tras introducirse en el auto, el otro hombre se había ido, dejando a su cómplice librado a su suerte. El joven abatido habría sido herido por los disparos que realizaba Charrier hacia el lugar de donde provenían las voces, pero no se lo encontró en la búsqueda nocturna que realizaron los uniformados, pues debía haberse escondido en las espesas malezas de los alrededores. Presuntamente, una vez que se retiraron los efectivos, habría retornado al camino de entrada, donde le sobrevino la muerte. Iniciada la investigación del caso, llamó la atención que en Villa Elisa faltaba desde el día anterior Misael Gallay, alias “Michel”. Rastreado su automóvil, éste fue encontrado en la terminal de ómnibus. Siguiendo el hilo de los datos colectados, se pudo determinar que el fallecido en la propiedad de Charrier, era el citado Gallay. Una familiar reconoció el cuerpo. Además, manifestó que la tarde anterior había estado en compañía de un conocido de Villaguay, de nombre Alejandro Schmidt. Localizado a su vez Schmidt, explicó que efectivamente había estado la tarde anterior en casa de Gallay, en la ciudad de Villa Elisa, que había ido al balneario con él y que luego él había dormido en la casa de un amigo. Sin embargo, otro testigo dijo que sabía que Gallay y Schmidt “iban a hacer algo esa noche”. De acuerdo a su testimonio, él se ofreció para acompañarlos, pero le dijeron que no, que “era peligroso”. De la investigación surgió que Schmidt dejó a abandonado el auto de Gallay en la terminal y que allí tomó un remís para volver a Villaguay. Lo descubrieron por las chinelas A todo esto, se practicó una recolección de ADN sobre las chinelas secuestradas en el lugar del hecho y se realizó un estudio comparativo con Schmidt, cuyo resultado fue positivo. El calzado de verano había sido usado indudablemente por Schmidt y si se había encontrado en el lugar del hecho, él había estado, en el patio de la vivienda de Charrier esa noche. Y había sido la suya una de las voces que interactuaron con el productor, con el propósito de engañarlo y que saliera sin recelos al exterior o que les franqueara la entrada, para así revelar luego sus verdaderas intenciones. El objetivo era sustraerle a la víctima el dinero que tenía tras una supuesta operación con ganado de su propiedad. Sin embargo, el sorpresivo e inesperado accionar del hombre, les complicó el plan. La Justicia tomó cartas en el asunto desde la denuncia y así fue llevando el hilo conductor que determinó la prisión preventiva y la llegada a juicio de Schmidt, ya que Charrier solo ejerció su legítima defensa, resguardando su propiedad y su propia persona de los sujetos que tenían un ama de fuego con la que dispararon “sin asco”, contra él. Al menos, un arma de fuego fue encontrada junto al cadáver o en manos del cadáver de Gallay y las pericias determinaron que había sido utilizada en el ataque. La condena al sobreviviente El 18 de noviembre de 2018 se conoció la condena a Alejandro Schmidt: 7 años y medio de prisión de cumplimiento efectivo por “Tentativa de robo agravado”. Tras la sentencia, quedó en libertad hasta que el fallo quedó firme. La trasquila y la lana La sabiduría popular afirma que a veces “vas por lana y terminás trasquilado”. Esto es lo que desgraciadamente sucede cuando uno yerra, se equivoca el camino, o le fallan los planes… Así ocurrió con este par de amigos que fueron por la “lana” del ganadero y terminaron con un resultado totalmente adverso, que se llevó la vida de uno de ellos y al otro lo puso tras las rejas. Deduzco que estos dos hombres jóvenes (ninguno llegaba a los 30 años), y con un arma, habrán hecho su plan pensando en su superioridad numérica y material: dos contra uno, sumado a la edad del productor, un hombre mayor, les daba a priori una considerable ventaja. Las posibilidades de alzarse con una buena suma de dinero, pensaron, sería un mero trámite. No contaron, sin embargo, con que Charrier era un hombre decidido, con todas sus facultades mentales alertas y una férrea decisión de defender su propiedad, conseguida con el duro trabajo del campo. Pero, por sobre todo, la víctima resultó ser un hombre decidido a defender su vida, a la que puso en la frontera imprecisa entre la vida y la muerte, cuando decidió no entregarse, sino defenderse y se escabuyó hacia el interior de la vivienda mientras las balas zumbaban a su alrededor.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por