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» Diario Republica
Fecha: 22/06/2024 07:38
Arrestado otra vez. Mayco Stiven Peñaloza ya estuvo en la Penitenciaría por balear la vivienda de una mujer. Foto: Gentileza. Mayco Stiven Peñaloza pasó de dormir en las calles a tener casa propia totalmente amoblada, con PlayStation incluida. De moverse a pie, a tener dos motos. De un teléfono viejo, a un celular último modelo. De vestir casi siempre lo mismo, a lucir ropa y zapatillas nuevas. Al juez de Garantías de Villa Mercedes, Santiago Ortiz, le aseguró que al menos la vivienda la pagó con el dinero de "las changas" que hace. Pero la fiscal instructora Daniela Torres tiene otras pruebas que demuestran lo contrario y que todas esas compras millonarias que hizo de la noche a la mañana las pagó con los 13 millones de pesos que él y otro cómplice le robaron a un camionero de Sampacho la semana pasada. El joven de 24 años está detenido desde el miércoles. Los policías del Departamento de Investigaciones, a cargo del comisario Germán Gómez, los efectivos del grupo táctico COAR y el Comando Radioeléctrico lo arrestaron en su flamante domicilio del barrio Eva Perón 3. Los procedimientos que terminaron con la aprehensión de Peñaloza comenzaron durante la mañana y se extendieron hasta el mediodía. Los efectivos allanaron, además de la casa del sospechoso, otras dos viviendas en los barrios Ciudad Jardín y Villa Celestina, refirió una fuente. Pero solo en la del Eva Perón los investigadores ubicaron al joven y encontraron dos elementos que lo conectarían con el asalto que sufrió el chofer del transporte El Sampachense: una pistola marca Rossi, calibre 32, con municiones y 295 mil pesos en efectivo. La prueba. En lo del sospechoso encontraron 295 mil pesos en efectivo. Ayer, en la audiencia en la que la fiscal le formuló cargos por el delito de "Robo calificado por el uso de arma de fuego", Peñaloza pidió declarar ante el juez. El sospechoso no se refirió al asalto al camionero en sí, solo trató de explicarse sobre la procedencia de la casa y de la pistola. Afirmó que la vivienda la pagó "con la plata de las changas y de la asignación", y que el arma fue un regalo de su abuelo. Sobre los muebles, las dos motocicletas, las zapatillas y la ropa nueva no habló. Dijo eso y no respondió preguntas de la fiscalía. No obstante, una de las pruebas que lo compromete es el testimonio de la persona que le vendió la vivienda. Ese testigo afirmó que el muchacho le pagó todo en efectivo. Al final de la audiencia, el defensor Diego González pidió una prórroga del arresto que vencerá el viernes. Seguramente el abogado usará ese tiempo para presentar pruebas que respalden la versión de su cliente. El imputado y la fiscal instructora no necesitan presentación entre ellos. El joven recuerda muy bien a Torres porque hace tan solo un año y medio lo imputó por “Amenazas calificadas por el uso de arma de fuego” y tal acusación le valió una estadía en la Penitenciaría de San Luis. No fue enviado a la cárcel solo, sino que partió con su cómplice Orlando Gerant Griffiths. Ambos fueron acusados de balear la casa de una vecina del barrio 70 Viviendas el sábado 26 de noviembre de 2022. No era la primera vez que era denunciado por la víctima por amenazas y daños a los tiros en su domicilio. "Pirata del asfalto" Pero el asalto que podría valerle otra prisión preventiva ocurrió el martes 11 y lo sufrió Gerardo Canedo. El chofer de El Sampachense había viajado de Sampacho a San Juan para concretar la venta de varios animales porcinos que su jefe, Mario Dossetto, le había encomendado. Una vez en la capital sanjuanina, entregó los lechones y las cerdas a su comprador, y recibió de parte de él una enorme bolsa de consorcio con 13 millones de pesos. El viaje de regreso, en el camión Volkswagen con semirremolque, iba bien hasta que decidió parar en el cruce de las rutas 7 y 8. Según le dijo Canedo a su jefe, paró para orinar y no acalambrarse. En eso que estaba allí con otro chofer de El Sampachense, fue sorprendido por delincuentes encapuchados y armados, dijo. No está claro la cantidad de ladrones que los atacaron porque, en un primer momento, refirió que eran cuatro y luego, en la comisaría, aclaró que eran dos.
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