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  • Harry Sanders, el australiano de 25 años que dormía bajo de un puente y se convirtió en millonario

    » La Nacion

    Fecha: 21/06/2024 16:50

    Escuchar Desde Oceanía llega la historia de éxito de Harry Sanders, un joven australiano que estuvo en situación de calle —llegó a dormir bajo un puente— y que se convirtió en millonario gracias a un negocio que comenzó con recursos escasos. El año era 2013 en la ciudad era Melbourne, la más poblada de Australia, capital costera del estado de Victoria. Sanders tenía solo 17 años cuando perdió su hogar y debió buscar oportunidades con las pocas cosas que tenía a mano, entre ellas una notebook. Mientras buscaba cafés locales donde recargarla y gimnasios para darse una ducha, lanzó un negocio que llamó Studiohawk, que hoy es la agencia de SEO más importante de su país. Harry Sanders pasó de tener que dormir en la calle a los 17 años a ser millonario a los 25 Las siglas del negocio refieren a Search Engine Optimization (Optimización en buscadores), un término surgido en la era digital para denominar a las prácticas que producen que determinados sitios web sean capaces de posicionarse de manera más preponderante en un buscador, generalmente Google. Al aparecer más arriba en la búsqueda, los sitios aumentan su tráfico interno, algo que redunda en más exposición y mejores ingresos publicitarios. Por eso, distintos tipos de organizaciones y compañías, incluso medios de comunicación, contratan o generan equipos como los de Studiohawk para recibir sugerencias o producir contenido con criterios SEO que logre este objetivo. Pero la historia empezó incluso antes, cuando Sanders tenía 13 años y comenzó a percibir mejor la situación de sus padres. “Mi familia nunca estuvo muy bien económicamente, y yo justo entraba a una edad en la que empecé a observar cosas que antes no veía, como que no iba nunca al campamento de la escuela. Mi papá tenía un negocio pequeño de licencias para andar en barco. Contrató a una agencia de SEO que le prometió cuadruplicar sus ingresos, firmó un contrato y empezó a perder toda su plata”, relató para el podcast australiano The Make It Happen Show. “Vi que eso pasaba, que se trataba de algo de computadoras y pensé ‘yo juego en la computadora’”, expresó. Con ese único estímulo, empezó a ir a foros de SEO, donde aprendió las técnicas que más tarde puso en marcha para su padre, un momento fundacional de su vida: “cuando empecé a hacerlo, empecé a amarlo, al ver los cambios fue un momento como de la Matrix para mí”. “Hice eso por seis meses, me equivoqué mucho, era yo solo. Aprendí las técnicas que me gustaban y mi papá empezó a levantar su negocio”, recordó. Entonces, otra agencia de SEO contactó a su padre para preguntar quién le llevaba las campañas: “Él les dijo ‘mi hijo’, y me llamaron para hacer un entrenamiento. Tenía 14 años y fui con un traje suyo que me quedaba grande. Recuerdo ver la cara de los directivos y sentir que pensaban ‘nos equivocamos’, porque ni siquiera podían transferirme la plata, tenían que ir a buscar efectivo en el cajero a sacarla”. Pero los directivos vieron algo en Sanders a pesar de su corta edad. “El entrenamiento salió bien y entonces conseguí un trabajo part-time. Me gustaba mucho, tanto que quería dejar el colegio”, contó entre risas aunque subrayó que sí completó sus estudios, pero la estructura corporativa lo atrajo. Pasó de ir a la agencia un solo día a ir tres veces por semana —”faltaba algunos días a la escuela”, recordó—, y a los 16 lo contrató otra agencia por cuatro días hasta que terminó la secundaria. Harry Sanders se hizo millonario a través del SEO, una serie de prácticas que buscan optimizar el rendimiento de un sitio web en un buscador, generalmente Google Shutterstock Esa historia de éxito precoz pronto encontraría entonces su mayor desafío, ya que la situación de los padres separados de Sanders complicó un poco todo: “Mi mamá no tenía mucha plata, ni un lugar estable donde quedarse, y mi papá perdió el dinero que había ganado conmigo. Él vivía con su pareja y ella decidió que no me quería mucho, quizá a los 17 años yo era arrogante por mi trabajo de agencia”. Mientras buscaba sillones donde pasar la noche, tuvo diferencias con la dirección de la agencia y decidió dejarla para empezar su propio negocio de SEO: “Gasté todo mi dinero empezando la compañía, y recuerdo caminar por la ciudad con mi laptop pensando ‘estoy jodido’. Era muy orgulloso para llamar o decirle a alguien, porque en mi grupo siempre era el exitoso, entonces sí, dormí abajo de distintos puentes, después sillones por todo Victoria”. “Me quedaba en un lugar por una semana, después otro, donde pudiera ir”, contó. StudioHawk comenzó en esas condiciones: “Casi pierdo la laptop dos veces. Era loco, tenía que ir a un refugio para usar el wifi. Miro atrás como divertido, pero a la vez no puedo creer que haya funcionado, veo todas las posibilidades en que podría haber salido horrible, pero por suerte encontré la manera de que saliera bien para mí”. Pero el crecimiento tampoco fue rápido, y tuvo mucho aprendizaje que hacer sobre la marcha: “Me tomó mucho tiempo, no tenía idea de impuestos u otros aspectos corporativos, solo sabía SEO. Me encontraba googleando términos financieros en reuniones. Entonces no tenía ideas de ventas, y fue lento el proceso de encontrar clientes. Me tomó un año conseguir plata para alquilar un apartamento, algo humilde, ningún penthouse”. Una vez que logró conseguir un techo más estable, la compañía despegó, y los honores obtenidos atestiguan el éxito y visión de Sanders, que llegó al ranking de 30 personas sub-30 de Forbes. Además, ganó el Australian Business Award for Marketing Innovation, y StudioHawk fue nombrado la mejor agencia de SEO en los Global Search Awards de 2021, 2022 y 2023. La compañía emplea a 80 personas, con dos oficinas en Australia y una en Londres, y generó ganancias por US$10.000.000 el último año. Desde ese éxito, Harry Sanders define con emoción lo que piensa del SEO, la herramienta con la que salió de dormir en la calle: “Para mí, me dio mucho. Pero primeramente es una gran mezcla de creatividad y lógica. Siempre me gustaron los rompecabezas, pero en ellos solo hay una manera de hacer las cosas. En SEO hay miles de maneras”. LA NACION

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