Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Una magnifica obra de arte

    » La Prensa

    Fecha: 18/06/2024 09:37

    ‘La bella durmiente del bosque’. Ballet en un prólogo y tres actos, sobre el cuento de Charles Perrault. Música: P. I. Tchaikovsky. Coreografía: Mario Galizzi (sobre la original de Marius Petipa). Escenografía: Christian Prego. Vestuario: Aníbal Lápiz. Iluminación: Rubén Conde. Por el Ballet (dir: Mario Galizzi) y la Orquesta Estable (dir.: Carlos Calleja) del Teatro Colón. Hasta el próximo martes en el Colón. Después de haberse representado durante tantos años, el ballet ‘La bella durmiente del bosque’ todavía tiene potencial para capturar la imaginación de audiencias de todas las edades. Inspirado en el cuento ‘La Belle au Bois Dormant’, escrito por Charles Perrault en 1697, en 1889 Tchaikovsky creó con este título su partitura de ballet más larga. Un año después se representó la primera producción, coreografiada por Marius Petipa. La versión que ofrece Mario Galizzi en el Teatro Colón es la estrenada en nuestro primer coliseo el 24 de noviembre de 1990. En ese año se celebraban tres aniversarios: los cien años del estreno del ballet en San Petersburgo, el sesquicentenario del nacimiento de Tchaikovsky y los sesenta y cinco años de la creación del Ballet Estable, elenco que Galizzi integró como bailarín y luego dirigió. Galizzi utilizó decorados según los diseños del pintor Nicola Benois, y el vestuario de Norman McDowell. EL BIEN Y EL MAL La historia, aparentemente simple encierra uno de los dilemas humanos que ha ocupado la mente de filósofos y teólogos, la lucha entre el bien y el mal. La bebé princesa Aurora es bautizada frente a la corte, con seis hadas presentes como madrinas. Mientras le entregan regalos, la malvada hada Carabosse llega sin ser invitada, maldice a la joven princesa y predice que morirá cuando cumpla dieciséis años. Afortunadamente, el Hada de las Lilas le concede su regalo: la maldición no matará a Aurora, sólo la hará dormir durante cien años, hasta que un príncipe la despierte con un beso. Con gran atención al detalle, los opulentos trajes y los grandiosos decorados dan vida a este mágico cuento de hadas, revelando su encantadora poesía coreográfica. ‘La bella durmiente’ es uno de los ballets técnicamente más exigentes dentro del repertorio clásico. En este caso, el trabajo de puntas del elenco, especialmente del cuerpo de bailarinas, fue sobresaliente, sin ningún error ni caída, incluso mediante saltos en puntas y giros bruscos y complicados. El ‘Vals de las guirnaldas’ con que se abre el primer acto es un ejemplo de precisión y belleza La princesa Aurora, en la función del 12 de junio, fue interpretada con solidez reconocida por Camila Bocca, quien brindó una conjunción de técnica y arte, por ejemplo, en el ‘Adagio de la rosa’, durante el Acto I. Es uno de los momentos más famosos (y peligrosos) del ballet clásico. Bocca mantuvo un equilibrio en punta mientras cuatro pretendientes la conducen en un tours. Después de sus cuatro rotaciones, se extiende con gracia hasta formar un arabesco antes de finalmente bajar de la punta. Es una prueba de técnica clásica, pero también una muestra de la independencia de Aurora. Una versión modificada de estos equilibrios reaparece en el pas de deux del tercer acto, cuando Aurora y el príncipe Desirée bailan en su boda. Pero esta vez, en lugar de afirmar su independencia, el equilibrio se convierte en un momento de abrazo cortés, demostrando que, finalmente, este hombre es su verdadero amor. Los movimientos de Bocca, muy limpios, y su actuación sobria, elegante y encantadora, fueron un derroche de sensibilidad. Federico Fernández. un partenaire ideal para Bocca, demostró con su papel del Príncipe Desirée sus dotes de actor -gran dominio escénico como solista en el bosque en el Acto segundo- y por supuesto de bailarín. Por momentos parece volar y sus hazañas de desafío a la gravedad son uno de los aspectos más destacado de su actuación. La escultural Hada Lila -Ayelén Sánchez- exudó sabiduría y ensoñación. Y Rocío Agüero como Carabosse desplegó toda la maldad posible a través de pasos difíciles y perfectos. Sus apariciones provocan pánico en el Prólogo y en el Acto I. Hace un gran despliegue actoral donde claramente se ve el triunfo del mal. Sin embargo, como escribió Chesterton: “los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen sino porque nos dicen que pueden ser vencidos”. UN FESTIN El maestro Calleja y la Orquesta Estable brindaron un espectáculo aparte. La música de Tchaikovsky estuvo a la altura de la coreografía, un verdadero festín para los ojos y los oídos. Las bailarinas se deslizan por el escenario con tanta gracia y facilidad que parecen hacerlo sin esfuerzo. Hadas encantadoras, una princesa somnolienta, una maldición maligna y, por supuesto, el Príncipe Azul, cautivaron al público gracias a esta magnífica producción donde el diseño de escenografía a cargo de Christian Prego, la belleza del adecuado vestuario ideado por Aníbal Lápiz y la iluminación, un personaje más, dirigida por Rubén Conde, hacen de esta ‘Bella durmiente’ una magnífica obra de arte, desde el sueño hasta el despertar. El ballet es una de las expresiones del arte que nunca defrauda. Es una pena que tanto talento artístico tenga tan pocas posibilidades de demostrarlo en el escenario del Colón. La danza debe contar con muchos más títulos en la programación anual. El fervor del público, además, así lo reclama. Calificación: Excelente

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por