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  • La nueva vida de la ex azafata de Aerolíneas Argentinas que hizo una amenaza de bomba por despecho

    » Clarin

    Fecha: 16/06/2024 06:10

    "La reacción que tuvo esta mujer fue por despecho, desmedida y, claramente, proveniente de una persona que no está en su sano juicio", expresó una muy alta fuente que investigó la amenaza de bomba que realizó la ex azafata Daniela Carbone (48) hace un año. El episodio no sólo le costó a la mujer ser despedida de Aerolíneas Argentinas, tras 24 años de servicio, sino que ahora se encamina a un juicio oral. Mientras tanto, inició un nuevo camino en su vida personal. "¿A quién se le ocurriría utilizar, encima, el teléfono de su hija, distorsionar la voz para no ser identificada y dejar un mensaje amenazante e intimidatorio a distintos empleados de la aerolínea, entre ellos al comandante y a sus hijos? Un caso que tomó ribetes impensados, más propios de una novela", se permite una humorada el investigador, que pidió expresamente no ser mencionado. Esta fuente tuvo varias entrevistas con Carbone durante 2023. "Por supuesto que se mostró dolida y arrepentida por lo que hizo pero, insisto, por un lado sabía claramente a lo que se exponía, por otra parte, no es normal para alguien que se dedica a ese trabajo y era instructora para prevenir inconvenientes en un vuelo". "Una persona con esa cabeza no puede tener autoridad en un avión, en medio de un vuelo. Además, esto no fue producto de un arrebato. Pudimos constatar en el teléfono utilizado que la acusada buscó si tenía manera de ser hallada culpable", redondeó la fuente a la que accedió Clarín. Mediante el navegador Safari, Carbone realizó búsquedas con las siguientes cuestiones: "Cómo investigar un audio", "¿Se puede analizar un audio para saber de quién es la voz?", "Activar reconocimiento de voz". La por entonces azafata había querido saber cómo evitar dejar rastros sobre su comportamiento. "Está más que claro que esto mínimamente se pensó con cierto margen de anticipación", asegura la fuente. Pasó poco más de un año desde que Daniela Carbone realizó, el 21 de mayo, la amenaza de bomba para el vuelo AR 1302, que a las 7.35 se dirigía a Miami, Estados Unidos. "El objetivo de su comportamiento era perjudicar a quien hasta hace poco había sido su pareja, Patricio Harispe, auxiliar de la compañía, con quien mantuvo una relación de cinco años", señala el expediente al que accedió Clarín. Hacía más de un mes que no mantenían diálogo Carbone y Harispe, situación que mortificaba a la acusada, que se había separado contra su voluntad en marzo de 2023. "Ella quedó más dolida, pero dudo de que hubiera hecho algo así. No creo que fuera capaz de algo semejante", expresó en su momento Harispe, más conocido como "Picho", a quien Clarín intentó contactar: "Te agradezco, pero no tengo nada para decir", respondió. En el vuelo a Miami viajaba una azafata más joven que Carbone, que estaría vinculada a "Picho". "Está claro que intentó frustrar ese viaje a Miami, para que la flamante parejita no tuviera su feliz estadía", deduce una mujer con muchos años en Aerolíneas. El 28 de mayo de 2023, la Policía de Seguridad Aeroportuaria se llevaba detenida a la azafata Daniela Carbone. "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos", se oye en el amenazante audio enviado pasadas las siete de la mañana de hace un año. Y hay otro audio aún más intimidante: "Hacé lo que te decimos, Pérez, que sabemos a qué colegio van tus hijos". De esa manera buscaba que el piloto Diego Pérez Bariggi hiciera revisar el avión para ver si había explosivos a bordo. Clarín intentó hablar con el comandante de aquel vuelo, pero optó por el silencio. El despecho que gobernaba la cabeza de Carbone se convirtió en un laberinto sin salida para la mujer que llevaba una conducta intachable en la aerolínea de bandera. "Me dejó, fue cruel conmigo, pasaron cosas feas, yo no le hice nada… Estuve cinco años con él siendo una mujer impecable, porque te juro que no lo engañé ni con el pensamiento... Cuando te pagan de esa manera quedas destruida". Daniela Carbone y su ex pareja Patricio Harispe. "Actuó por despecho, de una manera tan incomprensible como desmedida", dijo una fuente de la investigación. "Obvio que no me justifico, yo me fui al carajo y además que soy comisario del área de internacional, fui instructora en la compañía. Seguramente me van a echar y va a estar bien", se defendía Carbone ante su hija, que le reprochó su conducta. La azafata usó el teléfono de su hija para hacer la amenaza, lo que provocó la furia de la joven. "Sos una egoísta con lo que hiciste, me podés cagar la vida, todo por una pendejada", había apuntado la joven contra su mamá. Carbone intentó no fracturar todos sus frentes, ya que el laboral parecía irrecuperable, por eso intentó recuperar a su hija: "Si seguís enojada conmigo... yo ya te pedí perdón y no te va a pasar nada, te lo aseguro", le había respondió la madre. Después de los audios de las amenazas de bomba enviados antes de las 7.30 de la mañana del 21 de mayo de 2023, la Policía Aeroportuaria activó el protocolo de seguridad y se ejecutó un operativo antibombas, que dio resultado negativo. La falsa alarma provocó que la salida del vuelo con 267 pasajeros se postergara 7 horas, provocándole a la aerolínea estatal una pérdida de más de un millón de dólares. Daniela Carbone y su hija Candelaria Olivera. Tuvieron una fuerte discusión cuando la madre le reveló que su usó su teléfono para realizar la amenaza de bomba. Una semana después, el 28 de mayo, cuando Carbone regresaba de un vuelo de Miami como parte de la tripulación, la comisario fue detenida. Estuvo presa quince días en un calabozo en Ezeiza hasta que se le dictó la prisión domiciliaria bajo determinadas normas: no obstaculizar la investigación, presentarse ante todo llamado del Tribunal, la prohibición de salida del país sin autorización y el uso de una tobillera electrónica. Por la amenaza de bomba, Carbone fue acusada de los delitos de intimidación pública, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada. El juicio se llevaría a cabo antes de fin de año. Aunque los delitos que se le imputan pueden tener una condena de hasta seis años de prisión, es muy probable que, de ser condenada, reciba una pena excarcelable. Entre el enojo y el resentimiento Gente cercana a Carbone cuenta que "después de una vida vinculada a Aerolíneas, donde también fue instructora en la escuela de azafatas, tenía el objetivo de alejarse en un futuro no lejano para dedicarse a ser paramédica", carrera que estudia en ACES, Asociación para la Capacitación de Emergencias y Socorros, y en el Instituto Superior Paramédico (ISP). Daniela Carbone, ex azafata de Aerolíneas, haciendo prácticas de RCP con un maniquí. En sus redes sociales, mostraba –a cuentagotas– su nueva vida como extraccionista, manejo de laboratorio e instructora en RCP, DEA y primeros auxilios. "Era otra de sus pasiones, pero no se puede entender que haya hecho lo que hizo para irse de Aerolíneas", hace saber Santiago, un compañero de trabajo. "La verdad es que no tiene perdón lo que hizo, nos ensució a todos... Ahora tiene que pagarlo. No entiendo cómo zafó hasta ahora, no se puede creer. Y su vida mucho no cambió, sigue viviendo en un country en Pilar donde paga un alquiler de 1.500 dólares por mes. ¿Cómo hace? Evidentemente alguien la banca". Se advierte bronca y recelo en los ex compañeros, que no quieren dar su nombre. "Está desaparecida, borrada, se fue de todos los chats grupales, evidentemente no quedaron bien las cosas. Ella nunca habló con nosotros ni tampoco explicó por qué hizo semejante locura y mucho menos pidió perdón. Sabemos que estaba estudiando para emergencia médica y se había recibido de extraccionista hace poco. Probablemente ya esté laburando de eso y se haya olvidado de su vida como azafata y de todo el mal que nos produjo a los que seguimos en una empresa con mala prensa". Así como están aquellos compañeros que se quedaron con la espina atragantada, otros siguen estupefactos por su conducta. "Durante años fue referente del staff de Capacitación de Aerolíneas, por lo que a todos nos impactó que, dando cursos durante tantos años sobre interferencia ilícita, ella misma vulnerara el sistema. Es de una contradicción absoluta. Yo siempre la aprecié, las dos llevábamos muchos años en la empresa... Hasta lo que ocurrió, siempre tuve buen vínculo, me pareció una persona macanuda, alegre, buena mina. Pero se le voló la peluca mal". Extraccionista en acción. Daniela Carbone, ya siendo azafata, estudiaba para ser paramédica. Quien habla es una referente de Aerolíneas, pero pide no divulgar su nombre ni en qué área trabaja. "Me llama la atención que no se haya podido controlar. ¿En qué cabeza cabe? Si hizo esto, pudo haber hecho otras cosas... Es un delito muy grave y lo hizo por celos... Lo que pienso es que, tal vez, se podía haber evitado. En la empresa se hacía un psicofísico una vez por año y quizás hubieran detectado algo fuera de lo normal, pero se dejaron de hacer anualmente hace un tiempo y ahora se hace cada tres años en el INMAE, Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial". Otras colegas recuerdan y remarcan su cambio de imagen. "Se puso rubia y aparecieron otros detalles de su cuerpo que no tenía, pero estaba divina, sexy, pero obsesiva de su look. Calculo que porque estaba con un muchacho más joven y siempre buscaba tener su aprobación... No puedo entender que teniendo tantas cosas para vengarse, haya actuado de esa manera, pobrecita, estaba fuera de sus cabales". Empezó otra vida para Daniela Carbone, más terrenal, con menos altura. Habrá que esperar el juicio y ver qué se dictamina para saber si la ex azafata podrá dedicarse a su otra nueva pasión, la emergencia médica.

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