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  • Nuevos proyectos para un futuro ligado a la vida de las centrales nucleares

    » Diario Cordoba

    Fecha: 16/06/2024 04:49

    En torno al año 2073, El Cabril volverá a ser un paraje natural, sin rastro de las grandes cubiertas que se erigen sobre las celdas de almacenamiento de residuos radiactivos y que sirven para operar sobre ellos. Estas cubiertas se montan y se desmontan para moverse hacia las plataformas de almacenamiento vacías cuando una se completa. Y, después de algo más de 80 años de actividad, está previsto que el proyecto de gestión en Córdoba finalice. «La vida de El Cabril está ligada a las centrales nucleares. Una vez que se desmantelen estas centrales, hay que retirar los residuos de baja, media y muy baja actividad que se generen. Y, cuando se produzca ese momento, ¿qué hay que hacer? Cerrar, clasurar este centro. Habrá que desmantelarlo también», explica Eva Noguero, directora de la instalación cordobesa desde hace 14 años. Más almacenamiento Hasta ese final, tendrán que transcurrir varias décadas y haber algunos proyectos en El Cabril. Planes que pasan, especialmente, por la ampliación del espacio de almacenamiento. Según el Inventario Nacional de Residuos Radiactivos del Consejo de Seguridad Nuclear, con las cuatro celdas (faltan dos por construir) para residuos de muy baja actividad habría «capacidad suficiente» para cubrir las previsiones. Sin embargo, en el caso de los residuos de baja y media actividad, con las 28 estructuras de almacenamiento existentes, «no hay capacidad suficiente», precisa Eva Noguero. «Lo que tenemos es un proyecto para construir nuevas celdas de almacenamiento», indica la directora. La solicitud de modificación de diseño y de construcción ya se envió al Gobierno. El 28 de febrero, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental emitió una declaración de impacto ambiental positiva, según explica Noguero. Y, ahora, «el proyecto está en evaluación por parte del Consejo, que tendrá que hacer su informe». Supervisión del sistema de una de las galerías subterráneas que componen la red de control de infiltraciones. / Manuel Murillo Desde El Cabril barajan que la autorización llegará a lo largo de este año y la construcción comenzará en 2025. Así, para 2028, estarían construidas las 27 celdas de almacenamiento proyectadas. Se acometerán en dos fases, de 12 y 15 celdas, respectivamente. Esa plataforma, en el sureste del recinto, se alzará en el cerro de Los Pavillos. Este proyecto no es ninguna novedad, ya que, como recuerdan desde El Cabril, estaba recogido en el 6º Plan General de Residuos Radiactivos. Otro paso próximo es la construcción de la tercera de las cuatro celdas planificadas para residuos de muy baja actividad. En octubre de 2021 se presentó el plan de construcción, que está en evaluación. «Cuando tengamos la apreciación favorable, abordaremos la construcción», señala la directora de El Cabril. Vigilancia durante 300 años Para que los residuos radiactivos de baja y media actividad decaigan a niveles naturales, deben transcurrir 300 años. «La vigilancia es continua en lo que es la parte de operación», recuerda la directora del centro. «Una vez que la operación cese y se produzca la clausura, se establecerá un programa de vigilancia que en su momento se definirá. Y ese programa está establecido para unos 300 años», abunda Eva Noguero. Varias capas de pedraplén, arena, arcilla, tierra vegetal y otros materiales cubrirán las plataformas de El Cabril una vez llenas de residuos radiactivos. Entonces, su apariencia cambiará totalmente como puede apreciarse en las simulaciones con las que disponen en el centro gestionado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Después de 32 años, el único centro autorizado en España para el almacenamiento definitivo de residuos de muy baja y baja y media actividad tiene por delante, según las estimaciones, medio siglo en el que sus encargados tratarán de velar por la seguridad de las personas y del entorno privilegiado en el que se ubica. Un generador de empleo En El Cabril trabajan actualmente 111 personas como plantilla de Enresa. Una cifra que su presidenta confía en que se amplíe próximamente a 117. Esos números no contemplan los trabajadores de empresas colaboradoras, que «dependen de los trabajos que hay». Además, Enresa tiene contratadas a cerca de 70 personas más, según la directora de El Cabril, para actividades como la vigilancia o la limpieza. La plantilla, de las instalaciones cordobesas se compone principalmente de personas de los municipios de alrededor (68%); mientras que un 22% procede de la capital; un 6%, del resto de la provincia y un 4%, de otros lugares. Suscríbete para seguir leyendo

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