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  • Plaza de Las Tendillas: cinco historias, leyendas y secretos de un lugar emblemático de Córdoba

    » Diario Cordoba

    Fecha: 18/05/2024 02:12

    Es una de las plazas más famosas de Córdoba. Centro neurálgico de la ciudad, lugar de encuentro y reuniones, de charlas, cafés y helados, en Las Tendillas se han celebrado ascensos del Córdoba CF, conciertos o dado la bienvenida al Año Nuevo, entre otros muchos eventos. No cabe duda de que la plaza de Las Tendillas es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad y todo un reflejo de su evolución. A punto de cumplir un siglo, te contamos su historia a través de cinco datos que nos hablan de su pasado, leyendas e historias ocultas. La plaza del Mercado Si bien es cierto que el trazado de la plaza es de los años 20 del siglo pasado, concretamente su reforma comenzó en 1923 y finalizó en 1927, aunque desde 1924 ya se podía pasear por ella, lo cierto es que sus orígenes son mucho anteriores. Toca remontarse al siglo XV, cuando a los comendadores de la Orden de Calatrava, que habían ayudado en la Reconquista de la ciudad, se les cedió el espacio. Este contaba con diferentes tiendas o tenderetes, donde se vendían diferentes productos. Esto dio origen a su primer nombre: plaza del Mercado, aunque muy pronto comenzaría a conocerse entre los cordobeses como de Las Tendillas, debido a los mencionados puestos. Imagen de la plaza de Las Tendillas antes de la reforma. / CÓRDOBA/ARCHIVO La polémica con la estatua Sin duda, uno de los elementos principales de la plaza de Las Tendillas es su estatua. Ubicada en el centro y rodeada por una fuente, representa a caballo a Gonzalo Fernández de Córdoba, más conocido como el Gran Capitán. Data de 1923 y es un trabajo de Mateo Inurria, a quien el Ayuntamiento le encargó esta obra por 100.000 pesetas. Su emplazamiento no ha estado exento de polémica, ya que en primera instancia se ubicó en la avenida dedicada al militar. Fue trasladada en 1927 a su ubicación actual, aunque con una fuerte oposición vecinal. Tanto que en 1999, al proceder a la peatonalización de la plaza, el debate reflotó. Sin embargo, el elemento de la escultura que más llama la atención es, sin duda, el rostro. Sobre él han circulado infinidad de teorías. La más popular señala que es del torero Rafael Molina Sánchez Lagartijo, íntimo amigo de Inurria. No obstante, el hallazgo de bustos de Inurria dedicados al matador y su comparación con el de Las Tendillas desmiente esta posibilidad. El artista, simplemente, quería destacar el rostro utilizando mármol y no bronce, como en el resto de la obra. En 2003, de acuerdo con la celebración del 550 aniversario del nacimiento del militar, sufrió una profunda restauración al ser barnizada. El Hotel Suizo No se entiende la historia de Las Tendillas sin hablar del Hotel Suizo. Fue construido en el siglo XVIII, tras la demolición de las casas de Calatrava, y se convirtió en el primer gran hotel de la ciudad, y todo un icono de la misma durante el siglo XIX. Por sus pasillos pasaron personajes históricos como el rey Leopoldo II de Bélgica, José Zorrilla o Francisco Pi y Margall, entre muchos otros. Contaba con una imponente fachada de corte neoclásico y, por supuesto, un lujoso interior. Sus dimensiones superaban los 2.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y 75 habitaciones, además de varios salones con capacidad para más de un centenar de invitados. En él también se celebraban muchos de los eventos de la élite cordobesa. A. J. González A inicios del siglo XX sufrió una importante ampliación, al mismo tiempo que comenzaba su declive y crecían las presiones urbanísticas para derribarlo. Tanto es así que pocos años después fue expropiado, para terminar demoliéndose en 1927. El objetivo era acabar con el tapón que suponía el parador entre la recién construida calle Claudio Marcelo y Gondomar. Su derrumbe terminó dando origen al trazado actual de la plaza. ¿Un lago debajo? Las Tendillas no están exentas de leyendas que, como todas, tienen su parte de verdad. La más popular señala que bajo la plaza se encuentra una cueva con un lago de importantes dimensiones. En 1981, el periodista Sebastián Cuevas se propuso demostrar su existencia. Para ello, bajó al sótano de una vivienda ubicada en la calle Juan de Mena, donde descubrió la entrada a un acuífero. No obstante, el asunto quedó en el olvido. En 2010 el tema reflotó cuando el oficial del área de Cultura de la Diputación, Rafael González, aseguró haber estado en el acuífero años atrás, al que accedió a través del palacio de la Colomera. Seis años más tarde el edificio se vendió y, durante las obras para hacer un hotel en 2018, hallaron restos de una antigua noria hidráulica, la cual no tendría sentido si allí no hubiera agua. El 'tontódromo' de Córdoba Además del mencionado nombre de plaza del Mercado, Las Tendillas ha tenido diferentes nombres. Entre los años 60 y 70 del siglo pasado llegó a ser apodada como 'el tontódromo' de Córdoba. Este apelativo hacía referencia a que a la plaza, junto a la calle Cruz Conde, era el lugar al que iban los cordobeses a pasear, tomar algo y lucirse delante de los vecinos. También ha sido apodada como la plaza del Caballo, por la escultura. Imagen de la plaza de Las Tendillas. / A. SÁNCHEZ Su nombre ha variado a lo largo de la historia, siempre sujeto al clima político de la época. Plaza de Canalejas, plaza Cánovas del Castillo, plaza de la República y plaza de José Antonio han sido las denominaciones que también ha tenido. No obstante, nunca ha dejado de ser conocida como de Las Tendilas. Suscríbete para seguir leyendo

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