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» Diario Cordoba
Fecha: 11/05/2024 03:15
Córdoba está de aniversario, el Balcón del Guadalquivir cumple 20 años. Ya han pasado dos décadas de la recuperación urbanística del río Guadalquivir, una acción que sirvió para romper la idea del río como obstáculo e integrarlo en la ciudad para el disfrute de los cordobeses -y de todo aquel que se quiera acercar-. Zonas de paseo, espacios verdes y las vistas de los miradores escalonados invitaban a la ciudadanía a asomarse desde este gran balcón y poder disfrutar de una nueva panorámica de la ciudad y de un río abierto que durante décadas convivió de espaldas a la población. "¿Qué ciudad tiene estos miradores? No hay ciudad en el mundo entero que cuente con estas posibilidades", estas fueron las palabras de la entonces alcaldesa de la ciudad, Rosa Aguilar, durante la inauguración del Balcón del Guadalquivir aquel 11 de mayo del 2004, a la que acudieron cientos de cordobeses para disfrutar de la primera puesta de sol en el nuevo mirador. La euforia venía tras los dos años de obras que supuso esta actuación enmarcada dentro del Plan del Río, presentado por primera vez en el 1992. Esta obra inaugural culminaba con los grandes espacios públicos previstos en dicho plan junto con los parques de El Arenal y Miraflores. Cordobeses en la inauguración del Balcón del Guadalquivir. / CÓRDOBA El arquitecto Juan Navarro Baldeweg se encargó de la obra que iba desde la Ronda de los Mártires hasta el puente de El Arenal. En total, 10 hectáreas de zonas de paseo y parques dispuestos en terrazas con grandes estanques de agua dentro de una estructura general integrada por abanicos, desde la Ermita de Los Mártires y el molino de Martos hasta el estadio y como antesala de El Arenal. El diseño combina la vanguardia de la época con la veteranía de siglos que atesoran los muros de la ciudad. La joya del Balcón son las terrazas centrales, en las que Navarro Baldeweg evocó con su diseño y disposición conectar el Casco Histórico con el río, dando protagonismo a la corriente del agua y a la vegetación. La estructura se dividió en tres abanicos situados en el margen del río. El primero acoge el inicio del paseo fluvial, en el entorno de la Ermita de los Mártires, que quedó integrada en los jardines tras el proyecto. El segundo alberga la parte central y de acceso al parque, que va en paralelo desde la avenida Compositor Rafael Castro hasta el Guadalquivir, donde se dispusieron tres estanques conectados que descienden hacia el margen del río, y cuya idea era trasladar la proximidad del agua a la zona de paseo, cabe recordar que durante estos últimos años las piletas se encontraban sin agua. Alrededor de las piscinas se disponen pasarelas para favorecer el tránsito de los viandantes. El Balcón del Guadalquivir el 11 de mayo de 2004. / CÓRDOBA El último abanico se abre paso entre las zonas verdes que llegan hasta otros puntos como el Arenal de la feria, el Arcángel o el club de piragüismo, ubicado junto al río. Esta zona es una de las favoritas de los cordobeses para pasar ratos de disfrute y esparcimiento en las tardes y noches de verano sobre el césped, ya que gracias al río y las zonas verdes, se puede mitigar las altas temperaturas de la ciudad durante los meses de estío. Estos grandes jardines están coronados con el ya famoso avión colocado en 2011 cuando la ciudad aspiraba a ser Capital Cultural Europea en 2016. Debido a su actual estado de deterioro, hace varias semanas, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, puso sobre la mesa la posibilidad de retirar la estructura si no se dota de contenido cultural. El avión del Balcón del Guadalquivir en la actualidad. / A. J. González "Un modelo de equilibrio" Desde el Consejo del Movimiento Ciudadano, su presidente, Juan Andrés de Gracia, recuerda de forma significativa que la llegada del Balcón del Guadalquivir fue una realidad gracias a las plusvalías que el Ayuntamiento sacó del Plan Renfe y lo trasladó a esta zona. "Se sacaron unos beneficios públicos, y el compromiso era que se usara en la parte sur del río y en base a ello se pudo financiar, -aparte de otra financiación externa- esto, por tanto, significó un modelo de equilibrio, ya que toda la ciudad se había volcado en costes y tiempo en resolver el problema de Renfe, pero tras ellos había que empezar en la otra barrera que teníamos en la ciudad, que era el río". El coste de este pulmón verde ascendió a algo más de 14 millones de euros, de los cuales más de 12 recayeron en el Ayuntamiento y 1,5 lo subvencionó la Junta de Andalucía. El Balcón del Guadalquivir, en palabras del representante del movimiento vecinal, supuso una pieza clave para recuperar al río y que la ciudad se abriese a el "y lo conociéramos". No obstante, como comenta De Gracia, en la actualidad aún hay zonas del recorrido del río a su paso por Córdoba pendientes de solventar, ya que incluso pueden originar "inundaciones", en partes cercanas a Villarrubia o El Higuerón. Tanque de tormentas Hoy en día, el Balcón del Guadalquivir acoge unas obras en las que se está trabajando para la instalación del primer tanque de tormentas en la ciudad. Esta infraestructura se trata de un aljibe de 23.170 metros cúbicos de capacidad y 103 x 43 metros diseñado para almacenar miles de hectómetros cúbicos de agua de lluvia y regular su paso hacia la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) La Golondrina evitando los picos. El tanque de tormentas recibirá aguas de tres zonas de Córdoba: San Lorenzo, Cañero y el recinto ferial. Obras en el Balcón del Guadalquivir para instalar el tanque de tormentas. / Manuel Murillo Esta estructura evitará que la suciedad arrastrada por el agua de la lluvia llegue al río y será el primero de los cinco previstos por el Ayuntamiento de Córdoba. El objetivo del proyecto, tal y como anunció el alcalde en su día, es convertir a Córdoba en "referente" en España en materia gestión del ciclo integral del agua. Para llevar a cabo la actuación, se está levantando una buena parte del Balcón del Guadalquivir, quitando todo lo de debajo y construyendo la infraestructura para, después, volver a colocar todo en su sitio sobre la superficie. Para hacerse una idea, el tamaño de la infraestructura ocupará bajo tierra el tamaño del campo de juego de El Arcángel. "Es una necesidad de la ciudad", así ha calificado Juan Andrés de Gracia la implantación de esta infraestructura hidráulica. "Viene a resolver también problemas que tenemos con arroyos que vienen al río, pero que en muchos momentos colapsan y el agua se desborda, entonces la solución para esas inundaciones no deseables en las zonas urbanas son estos tanques de tormentas". Aunque estas obras no supondrán cambios en la superficie del Balcón, como se anunció desde Emacsa, De Gracia, ha recordado que desde el punto de vista vecinal "se habían hecho una serie de aportaciones para recuperar parcialmente el uso general de la parte de arriba del Balcón, ya que estaba deteriorada. Para que cuando acabe la obra, esté en consonancia con las demandas vecinales más el respeto al proyecto de Navarro Baldeweg". Suscríbete para seguir leyendo
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