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» Diario Pampa
Fecha: 10/05/2024 13:37
El santarroseño Julián Campanino, que el 24 de mayo se presentará en el club Argentino ante Juan Batista, habló de su actualidad. "Siempre he estado motivado y entusiasmado" dijo. Julián Campanino será estelar en una programación en casa. Y pide, a los cuatro vientos, un espacio, un lugar. Porque sabe de qué está hecho y lo que es capaz de dar. El próximo 24 de mayo, en el club Argentino, Julián, el nuevo Zorrito, enfrentará al misionero radicado en Pilar Juan Batista en la pelea central de la programación denominada Alma de Diamante. Tiene la calidad y la precisión para golpear y es un diamante en proceso de brillo, porque, como anticipa, "todavía no se vio lo mejor". "Todavía no vieron lo mejor de mí, lo que soy capaz de dar. Para eso necesito la confianza, de la gente, del Estado, de los que están conmigo, porque quiero demostrar lo que valgo y para cualquier deportista es fundamental ese acompañamiento" aporta. El año pasado Julián fue dueño de sus propios proyectos y consiguió dos éxitos ante Mario Severo Moya y Franco David Williams. Fueron dos victorias que le permitieron prolongar en su libreta profesional su condición de imbatido a cinco combates. Y en ese camino es en el que quiere seguir transitando para aspirar oportunidades interesantes ante los mejores exponentes del país. - ¿Cómo estás ante esta nueva posibilidad de ser estelar en casa? - Pelear como estelar es una satisfacción. Es un premio a persistir, aguantar, a saber pasar los malos momentos y disfrutar los buenos. Me hace sentir bien, al igual que pelear en Santa Rosa, que es mi tierra, mi gente es una motivación extra. Pero eso requiere de un compromiso y respeto para la persona que paga una entrada para verte. El boxeo profesional siempre tiene que estar listo para el público. - Si bien has sido dueño de tus propias producciones, ¿qué significa ahora descansar de eso y procurar solamente la preparación? - Me puedo enfocar en la pelea, solamente. Estoy orgulloso de lo que logré el año pasado como boxeador y organizador, pero el solo hecho de dedicar a prepararme, hace que pueda estar mejor en todo sentido, en mejor forma. Lo estoy disfrutando a esta altura de mi vida. He entendido y he procesado que uno no se puede dedicar de lleno a la competición y a boxear. Es difícil en nuestro país eso. Dentro de mi gimnasio, disfruto y además es mi trabajo, es lo que me da de comer. Pero estoy enfocado siempre en el boxeo, en entrenarme, competir, llegar óptimo cuando me toque. - Hace tiempo no se te escuchaba y veía con tanto entusiasmo. ¿Qué es lo que te lleva a tener ese estado? ¿Cuáles son tus motivaciones? - Siempre he estado motivado, siempre fui una persona entusiasmada. Me puse objetivos a corto y mediano plazo pero nos tocó la pandemia. A mí me vino muy bien. Frené un poco el ritmo, analicé el contexto y puse los pies en la tierra. Seguí soñando, porque siempre estuve despierto, pero me di cuenta cómo era la cosa. Dejé de creer en tantas promesas, quiénes eran las personas que valían, quiénes las que estaban después de la pérdida de papá, de Walter Nieto, de elegir no radicarme en Buenos Aires, me di cuenta de que no tenía nada, no tenía equipo. - ¿Qué ha pasado en ese tránsito? - Fui ordenándome, reorganizándome. Una vez que encontré la estabilidad en mi gimnasio, tuve la fuerza para volver a competir. Sé que lo hago bien. Hoy que estoy en actividad, con ritmo, mi voz tal vez se escucha más. Son todos procesos. Soy un boxeador al que siempre le van a costar más las cosas, por ser el hijo de quién soy, pero nunca voy a tirar la toalla. Siempre lo voy a intentar. Creo en Dios. Yo trato de buscar mi camino. Al que entrena día a día tarde o temprano la vida lo premia con resultados. - Sos un boxeador maduro, que sabe de qué se trata esto. ¿Creés que todavía la gente no vio lo mejor de vos y de lo que sos capaz de hacer? - ¡¡¡Nooo!!! La gente no vio lo mejor de mí. Con la disciplina que tengo, por el respeto de la profesión, por cómo me entreno Cada vez que tengo fecha, me doy cuenta de que mejoro mi nivel, mi versión, y eso me hace mejor como persona, no solo Julián boxeador. Eso me da plenitud. Cuando uno goza lo que hace, la vara crece y los niveles crecen. Confío plenamente en Dios y arriba las cosas salen por capacidad, por instinto y también por entrenamiento. Voy a ir mejorando día a día. Si consigo la continuidad, voy a tener buenos resultados. - ¿Cómo te gustaría que evolucionen las cosas y tu camino de aquí en más? - En este camino lo que quiero es ser feliz. Me considero una persona madura. Busco disfrutar los momentos, previo a las peleas, con los medios, con la gente y después disfruto de la competencia. Disfruto el día a día en la Escuela de boxeo que tengo. Agradezco especialmente a todos los que van, que son mi apoyo y gracias a ellos puedo seguir en mi camino.
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