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» Diario Puntal
Fecha: 10/05/2024 13:20
Enmarcados en un contexto de baja demanda de carne que es la consecuencia de bolsillos extremadamente “flacos” y con casi nulas oportunidades de exportación, los valores no encuentran piso. El desplome de consumo de la carne vacuna esta vez no se corrió mayormente hacia otras alternativas, sino que en parte se esfumó, y en parte parece haber ido hacia el pollo con más intensidad. Allí muchos creen que hay un terreno por recorrer para la cadena porcina en materia de mayor incorporación en la dieta de los argentinos. Lo cierto es que hoy la alarma está puesta en la ecuación económica de las granjas. El consultor Juan Luis Uccelli publica semanalmente los valores orientativos del kilo de carne con hueso en planta con IVA incluido de vacunos, porcinos y pollos. El dato no solamente muestra la evolución en pesos, sino también la relación entre los tres. En ambos planos surge información relevante tomando el último año. En la semana 19 de 2023, que es la segunda de mayo aproximadamente, ese kilo de carne vacuna costaba $1.000 contra los $622 del porcino y los $364 del pollo. En la misma semana 19 que acaba de publicar en su último reporte, los valores pasaron a ser de $4.000, $1.500 y $1.742. Lo primero que salta a la vista es que hay un cambio en el ranking: el pollo superó al porcino cuando el año pasado estaba muy por debajo, como en casi toda la serie histórica. El contexto actual da cuenta de una anormalidad en el dato del cerdo. Y no es porque el pollo haya aumentado de manera desmedida, teniendo en cuenta el contexto general de la economía. El incremento en ese kilo de carne aviar publicado por la consultora fue del 379% con una inflación que se acerca al 300%. Claramente en línea con este último dato se movió el vacuno que pasó de mil a 4 mil. El porcino, en tanto, quedó muy desenganchado de esos movimientos y apenas se incrementó 127%. Es decir, en términos reales quedó “muy barato”. En el sector remarcan que sólo en lo que va del año la carne de cerdo bajó 4,4% en la góndola a pesar de que el capón cayó 19% y la media res un 25%. Más allá de estos desajustes intra cadena, hoy la carne de cerdo podría ser un refugio para el ahorro de las familias en el consumo de proteínas animales. Sin embargo, eso no está ocurriendo. Del otro lado, la abrupta caída de ingresos hizo que la carne en general perdiera presencia en la mesa. Retomando los datos de la consultora, en la relación entre carnes también hay datos destacados. Mientras hace un año el porcino representaba el 62% del valor del vacuno y el pollo el 36%, en el último informe esos números cambiaron a 37,5% y 43,6% respectivamente. Sin demanda interna y sin mercado externo, hoy el sector se pregunta cuándo encontrará piso para comenzar a recuperar terreno y hacer que el negocio vuelva a posicionarse sobre la línea de rentabilidad. Hoy las granjas están en terreno de pérdida y frente a dificultades extremas cuanto menor es su tamaño. Del otro lado de la ecuación, Uccelli destacó que los costos se mantienen en alza. Eso es lo que termina generando un fuerte problema de rentabilidad: precios que pierden terreno frente a la inflación y costos que van en línea con ese proceso. Según sus cálculos, hoy más del 80% de los productores venden su mercadería por debajo de los costos de producción. “Esto generó un quebranto tremendo, algunos han tomado la decisión de cerrar y no estamos hablando solamente de productores chicos”, enfatizó Uccelli. Y agregó: “No hay espaldas para aguantar esto”. En esa línea, un reciente trabajo del Ieral de la Fundación Mediterránea, a cargo de los economistas Franco Artusso y Martina Abduca, mostraron una licuación acelerada del margen de rentabilidad que tenían las granjas a fin de 2023. De acuerdo a ese informe, el margen pasó de $419 en diciembre a $237 por kilo en enero, $137 en febrero y $31 en marzo. Dado el panorama que describe el sector, en abril la tendencia estuvo lejos de cambiar. “Es uno de los peores registros de los últimos nueve años”, agregaron los investigadores del Ieral que para el trabajo tomaron una granja promedio del sur cordobés.
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