20/05/2024 17:58
20/05/2024 17:58
20/05/2024 17:58
20/05/2024 17:58
20/05/2024 17:58
20/05/2024 17:57
20/05/2024 17:57
20/05/2024 17:57
20/05/2024 17:57
20/05/2024 17:57
Chajari » Chajari al dia
Fecha: 10/05/2024 12:21
El 10 de mayo de 1981, en la ciudad de Paraná, falleció un grande de las letras entrerrianas: Marcelino Román. Nacido en Victoria el 2 de junio de 1908, Román fue autodidacta y lector infatigable. Pasó parte de su infancia en el campo, donde fue peón, y vivió parte de su infancia en Antelo, luego de los cual se radicó en Nogoyá, donde con sólo 12 años de edad se inició en el periodismo, profesión que ejerció en varias localidades del interior de Entre Ríos. Radicado en Paraná, por varias décadas continuó las tareas periodísticas hasta obtener la jubilación como Secretario de Redacción de El Diario de la capital provincial. Fue fundador y presidente del Centro de Estudios Folklóricos de Paraná y entre sus numerosas obras publicadas se destacan “Calle y Cielo”, 1941, “Coplas para los hijos de Martín Fierro”, 1949 e “Itinerario del payador”, 1957. Falleció a los 72 años en Paraná, en 1981. Fue poeta, novelista y ensayista. Algunas de sus obras fueron incluidas en la “Enciclopedia de Entre Ríos”, Literatura 3 tomos, 1979-1987. La obra de Román supone un verdadero estudio antropológico de las raíces de nuestros pueblos. Ya sea su prosa como su poesía, son un muestrario cabal de algunas de nuestras costumbres y ritos más ancestrales. Aparece la tierra, los que sufren y cantan, los marginales, los indígenas y los gauchos. Minucioso observador del pueblo y de la naturaleza, el hombre de campo, sabe cómo mirar las aves. Y esto es así al punto que este poeta entrerriano, paranaense por elección, en el año 1944 con fines pedagógicos además de los artísticos publicó el libro de poemas, escritos en romance, “Pájaros de nuestra tierra”. El mismo está formado por 40 poemas, dedicados a 40 especies diferentes de aves autóctonas, incluyó además una ficha descriptiva de cada una de las aves y el grabado correspondiente. Es una obra realmente amena, muy didáctica y especial para introducir a los niños y jóvenes en el fascinante mundo de las aves y la conservación del medio ambiente. Es ésta una obra de obligatoria consulta para los entrerrianos. La sencillez de su trazo es tributaria también de los modos y giros del lenguaje popular, de nuestra propia poesía gauchesca y de la copla, de la que fue un recopilador magistral en su obra Itinerario del Payador. Justamente aquí aparece la índole folclórica del trabajo de Marcelino. La obra tiene un propósito didáctico, de divulgación de nuestros antepasados, es antropológica, pero también poética. Así aparecen, los gauchos y los quechuas y aymaras del Imperio Incaico, también los araucanos, mapuches y guaraníes, con sus cantos y danzas, sus instrumentos típicos, la guitarra y el tambor. Y las coplas van pasando, como el viento, con sus diferentes matices: sociales, satíricas, amorosas, pastoriles, etc. Marcelino Román es uno de los escritores que los entrerrianos debemos leer una y otra vez.
Ver noticia original
 (1).jpg)
.jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por